Portada » Psicología y Sociología » El Desarrollo Social Humano: Procesos, Teorías Clave y Etapas Evolutivas
El desarrollo social es un proceso de aprendizaje a través del cual los menores, en interacción con su entorno, adquieren maneras de sentir, pensar y actuar que les permiten vivir en sociedad. El proceso presenta dos tipos:
Es un proceso continuo que dura toda la vida y evoluciona de forma paralela con el desarrollo cognitivo, motriz y afectivo.
Los niños nacen genéticamente determinados, con mecanismos necesarios para interaccionar con su entorno.
Los niños aprenden conductas socialmente adecuadas por medio de:
Considera que el desarrollo social implica también el aprendizaje de formas de pensar y sentir.
Erikson, discípulo de Freud, postula que los niños son exploradores activos del entorno y de sí mismos. Otorga menor importancia a los impulsos sexuales y mayor relevancia a las influencias culturales.
Considera que los procesos psicológicos superiores tienen un origen social. El individuo adquiere creencias, valores y costumbres a través de la interacción con otros miembros más competentes de la sociedad.
Destaca la interrelación recíproca entre el modelo y el observador. Por ejemplo, el niño como observador imitará las conductas de su madre. Si la madre compensa al niño con caricias tras imitar una conducta, esto actuará como reforzador.
Aprendizaje por observación (o vicario): Tiene lugar cuando la conducta de un observador se ve influenciada al presenciar la conducta de un modelo y sus consecuencias. Las consecuencias que recibe el modelo al realizar la conducta actúan como refuerzo vicario para el observador.
Describe el desarrollo como un proceso influenciado por diferentes niveles o sistemas ambientales interconectados:
El bebé establece interacciones diádicas (uno a uno) con sus padres y cuidadores, sobre todo a través de la comunicación no verbal (sonrisas, miradas, caricias), demostrando preferencia por los adultos más cercanos. Hacia los 3 meses aparece la sonrisa social como consecuencia de las interacciones sociales.
El bebé comienza a diferenciarse de los demás, adquiere progresivamente control sobre su cuerpo y a ser consciente de su entorno. Es capaz de distinguir entre personas conocidas y desconocidas; prefiere a las conocidas, pero generalmente no rechaza a los extraños. Empieza a interactuar más activamente: responde a sonidos humanos, busca a quien habla. A partir de los 3 meses se inicia la capacidad de responder a estímulos en un patrón similar al de las conversaciones adultas (protoconversaciones).
Sienten una clara preferencia por personas conocidas y pueden mostrar rechazo o ansiedad ante extraños. Suelen llamar la atención de los adultos de forma intencional, observando la reacción de estos ante sus conductas. Imitan y responden activamente a sonidos, gestos o estímulos de los adultos. Muestran interés por otros niños, buscando interacciones con ellos.
Las interacciones con los adultos pasan de ser principalmente diádicas a ser triádicas (pueden incluir a un tercero, como un objeto o persona). Muestran sentimientos intensos hacia sus cuidadores más cercanos y afecto por otros familiares. Empiezan a surgir nuevas emociones sociales como el temor, los celos, la vergüenza y el orgullo. Se reconocen a sí mismos en espejos o fotos y saben su nombre. Muestran gran interés por descubrir y explorar su entorno. Sobre los 18 meses, comienzan a aprender e imitar a otros niños, adaptando su comportamiento.
El desarrollo del lenguaje y el pensamiento da lugar a nuevas aptitudes y conductas sociales. Los niños tienen la capacidad de asumir diferentes roles en el juego, desarrollar ideas y realizar elecciones sobre lo que quieren o les gusta. En esta etapa comienzan a desarrollar la empatía y a comprender los sentimientos de los adultos e iguales.
A partir de los 3 años, avanzan significativamente en el desarrollo del lenguaje, las habilidades y las conductas sociales. Comienzan a desempeñar un rol más activo en las relaciones que establecen con adultos y compañeros, buscando ser reconocidos socialmente. Son capaces de compartir, esperar su turno y resolver pequeños conflictos cotidianos con sus iguales. El descubrimiento de su “yo” les proporciona mayor independencia de los adultos; quieren hacer las cosas por sí mismos y tomar sus propias decisiones. La oposición (el “no”) y las rabietas son habituales como forma de afirmar su autonomía.
Son las personas, grupos e instituciones que influyen en el desarrollo social:
Las habilidades sociales son un conjunto de conductas aprendidas, emitidas por un individuo en un contexto interpersonal, que expresan sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás, y que generalmente resuelven los problemas inmediatos de la situación mientras minimizan la probabilidad de futuros problemas.
Algunas habilidades sociales fundamentales son: