Portada » Música » Evolución de la Música Medieval: Ars Antiqua, Ars Nova y Música Profana
.- Los conducti (conductus): Son composiciones para el oficio generalmente sobre himnos. Se duda si estos son rítmicos en su totalidad. La música de esta escuela, que cronológicamente coincide con la creación del gótico, tuvo una enorme difusión por toda Europa, habiéndose encontrado sus manuscritos en lugares tan alejados como España, Austria, Suecia o Escocia.
El tipo de composición más importante en la música eclesiástica de esta época son los motetes. Musicalmente derivan directamente de las cláusulas de discanto de la escuela de Notre Dame. Para la composición de un motete se parte siempre de un fragmento melódico extraído del gregoriano que se canta con su letra original. Sobre él se superpone una melodía más elaborada a la que se añade su propio texto (diferente del gregoriano). Si se añaden más voces (que es lo habitual) también será con un texto diferente a los anteriores. Tenemos así unas composiciones que no sólo tiene diferentes melodías simultáneas (polifónicas) sino también diferentes textos (politextuales).
Aunque pueden considerarse cláusulas de discanto de Notre Dame a las que se ha añadido texto, encontramos algunas diferencias que se intensifican a lo largo del periodo:
Se clasifican en función de dos criterios:
La música se hace más compleja, elaborándose por auténticos profesionales que llegan a adquirir gran fama y ser solicitados en distintas iglesias y cortes nobiliarias. Los más importantes serán Guillaume de Machaut y Philippe de Vitry en Francia, y Landini en Italia.
La forma musical por excelencia seguirá siendo el motete, profundizándose en la evolución que vino dándose en el siglo anterior:
Se comienzan a hacer musicalizaciones del ordinario de la misa que pueden usarse todos los días. Esta será la práctica preferida de la música religiosa de aquí en adelante. Las más famosas serán la misa “Notre Dame” y la misa “Barcelona” de Machaut.
A finales del siglo XIV surge un nuevo estilo en el contexto cultural de la corte papal de Avignon. Aquí el refinamiento cortesano será llevado al último extremo. Se utilizan formas musicales preferentemente profanas, retorciéndose para hacerse deliberadamente raras, buscando choques disonantes y melodías difíciles de recordar. El compositor más importante de este estilo será Cicconia, llegando a hablarse de época Cicconia para referirse a este periodo.
En el siglo XII acontecen una serie de procesos históricos globales a los que algunos se han referido como “renacimiento medieval”. Se comienzan a dar los primeros pasos que posibilitan un pensamiento profano independiente de los dictados de la iglesia. En este contexto aparecen también los primeros documentos escritos de música profana. Esto no quiere decir que antes toda la música fuese religiosa sino, simplemente que quienes hacían música profana no tenían aún la capacidad para.
Los primeros autores de música profana que conocemos son los trovadores. Aparecen en el sur de Francia y son generalmente miembros de la alta nobleza, entre los que se encuentran desde un papa como Clemente IV hasta reyes como Ricardo Corazón de León, que componen canciones de temática profana. Utilizan para ello su lengua vernácula: el provenzal u occitano, idioma romance fuertemente emparentado con el francés y el español, siendo tan importantes en la historia de la música como en la de la literatura.