Portada » Griego » Renacimiento y Humanismo: Transformación Cultural en Europa
El Renacimiento tuvo lugar desde el siglo XIV en Europa y supuso un gran renacer de la cultura en todas sus manifestaciones. Principalmente, es un movimiento de optimismo vital que se hizo presente en el arte, la literatura, la religión, la política, la ciencia, etc.
Este Renacimiento cultural supone una vuelta a la cultura clásica. En esta época se mira hacia la antigüedad de Grecia y de Roma, que tantas aportaciones habían conseguido en todas las ramas del saber: ingeniería, derecho, ciencias aplicadas, etc. La propia Iglesia había sido, especialmente desde el siglo XI, la que había conservado esos saberes en sus monasterios y bibliotecas, copiando, ilustrando y traduciendo tantos libros de la antigüedad. La propia cultura árabe, que se había extendido principalmente por España, haría de transmisora de muchos pensadores de la antigüedad. Los propios descubrimientos de ciudades enterradas como Pompeya y Herculano, intactas por el volcán Vesubio y ahora desenterradas, también influirían. Este Renacimiento cultural tendrá dos partes: el Quattrocento, con capital de la cultura en Florencia con el mecenazgo de los Médici (siglo XV), y el Quinquecento, con su capitalidad cultural en la Roma de los Papas (siglo XVI).
El Humanismo pone un acento especial en la persona. Si durante la Edad Media el hombre es consciente de la brevedad de la vida, con la presencia continua de la muerte en guerras, hambres, epidemias, etc., el hombre del Humanismo encuentra nuevas potencialidades y virtudes en el hombre, y cree que la vida de cada persona tiene que desarrollar esas virtudes para conseguir éxito y fama que perduren más allá de la muerte: la virtud militar en el general, la virtud política en el buen gobernante, y la virtud económica en el buen comerciante. No quiere decir que el hombre del Renacimiento se aleje de Dios, sino que hay un movimiento secular en donde se reivindican las capacidades del hombre, sin olvidar las virtudes sobrenaturales que ayudan a la salvación eterna.
La educación servirá para inculcar a los jóvenes la conciencia de ejercitarse en esas virtudes y hábitos. Surgirán importantes Academias como la de Ficino en Florencia, apoyadas por el mecenazgo de los Médici. Su lema: Mens sana in corpore sano (tomada por el espíritu olímpico posteriormente).
Pocas veces en la historia de la Humanidad ha habido una época tan segura de sí misma. Destaquemos la reflexión en el mundo del Derecho que se hace sobre el hombre, aceptando los Derechos naturales que tiene todo hombre por el simple hecho de nacer y ser imagen de Dios: derecho a la vida, a la propiedad y a la libertad (fijados por el Papa Clemente VI, que vivió en Aviñón, adonde llamó a uno de los primeros humanistas literatos: Petrarca).
En España coincide con el espíritu de caballería, que tanta importancia tuvo desde Tirant lo Blanc (siglo XV) hasta el Quijote (siglo XVII). La Universidad de Alcalá de Henares, creada por el cardenal Cisneros, será de gran importancia para la expansión humanista.
Dentro de la Iglesia surgió especialmente este impulso con la intención de reformar y depurar sus costumbres (simonía, nepotismo, indulgencias, comercio de reliquias y leyendas de milagros).
Intento llevado a cabo por muchos de ellos, la jerarquía en general apoyó el Humanismo, si nos fijamos en una serie de Papas como Nicolás V (coincide su Papado con la caída de Constantinopla, quiso hacer de Roma una bella ciudad), también lo fueron sus sucesores Calixto III (el primer Papa español) y Pío II (éste fundó la Biblioteca Vaticana, desde entonces la más interesante del mundo), llamaron a Roma a los más ilustrados humanistas como Lorenzo Valla, Nicolás de Cusa, etc. Sin embargo, después de ellos van a ser elegidos Papas que destacarán en la diplomacia política ante el peligro que se ciñe sobre los europeos con la expansión del Imperio otomano (toma de los Balcanes, etc.), serían los casos de Sixto IV (nepotismo), Inocencio VIII (malas costumbres), Alejandro VI (segundo Papa español de la familia de los Borgia, que tuvo varios hijos) o Julio II (Papa que se revestía con su coraza y caballo e iba a las campañas militares).
De todos modos, sigue presente ese deseo de acercar la Iglesia al Evangelio. Destacaremos varios importantes humanistas de iglesia o creyentes como el cardenal Cisneros en España (recordar que en la segunda charla fue nombrado regente por los Reyes Católicos antes de la llegada de Carlos I), Erasmo de Rotterdam en Flandes (el gran bestseller de la época) o Tomás Moro en Inglaterra (que acabó ejecutado por el rey Enrique VIII, hoy se le considera patrono de los políticos, por su férrea defensa de la libertad de conciencia frente a las leyes injustas).
Los Papas serán especialmente grandes mecenas del arte en el siglo XV y llevarán a los más grandes artistas para embellecer la ciudad: Miguel Ángel, Brunelleschi, etc.
Expansión de la cultura por toda Europa. Un componente importante será gracias a un invento que abarató los libros de texto: la imprenta. En esta época se van a extender las lenguas vernáculas, dejando el latín sobre todo para los estudios eclesiásticos. Por ello aparecen los esfuerzos por fijar las gramáticas: en España Nebrija hará la primera gramática sobre el castellano.
Interés también por la Naturaleza, por dominarla, importancia de la ciencia, que empezará a separarse de la Religión (todos conocemos el caso de Galileo con la teoría heliocéntrica).