Portada » Geografía » Actividades Agrarias, Pesqueras e Industriales en España: Panorama Económico y Sostenible
1. LA DIVERSIDAD DE LAS ACTIVIDADES AGRARIAS son aquellas relacionadas con la producción de alimentos y materias primas mediante la transformación del medio natural, también se conocen como Sector Primario. Su PIB es cada vez menor aunque la productividad agraria aumente. En cuanto a superficie, solo se puede explotar una pequeña parte.
La agricultura es la obtención, mediante su cultivo en la tierra, de alimentos y materias primas. Es la actividad más importante del sector primario. La agricultura tradicional se basaba en el policultivo, utilizaba técnicas atrasadas y sistemas de cultivos extensivos, que ocasionaban bajos rendimientos. Su objetivo era conseguir la autosuficiencia alimentaria.
La agricultura actual ha experimentado importantes cambios que han permitido incrementar los rendimientos y orientar la producción al mercado. La agricultura tiende a la especialización regional, sustituyendo el tradicional policultivo por explotaciones de monocultivo como La Mancha que centra su producción en el viñedo. Incorpora técnicas modernas como la reposición de maquinaria, pesticidas y fertilizantes, semillas seleccionadas además nuevas técnicas como el acolchado, invernaderos.
El regadío puede ser intensivo, localizado junto a grandes ríos como el Guadalquivir o el Ebro y en el área mediterránea o extensivo, localizado en el interior. Se localiza en el área de clima mediterráneo, junto a ríos o pueblos. Los regadíos han aumentado gracias al apoyo del Estado y el Plan Nacional de Regadíos, para el mantenimiento de las infraestructuras hidráulicas, y la reutilización del agua urbana, etc. El barbecho está en retroceso por la generalización del barbecho semillado o medio barbecho, los fertilizantes y el regadío. El barbecho es escaso en el norte y bajo valle de Guadalquivir, e importante en el oeste de la Meseta.
Los principales cultivos son:
La ganadería es la cría y domesticación de animales para la obtención de alimentos y materias primas. La ganadería española está más atrasada que la europea, en muchas zonas la ganadería es complementaria de la agricultura. La ganadería tradicional de diversas especies ganaderas en el mismo ámbito, por razas autóctonas en explotaciones pequeñas. La ganadería actual ha experimentado importantes transformaciones en la estructura y en la producción, la ganadería tiende a especializarse, aumenta la tecnificación. La ganadería intensiva va ganando en importancia.
Se destina a la producción de leche y carne sobre todo en los Pirineos, cornisa cantábrica y Galicia. El gran problema es el minifundismo ganadero, la competencia de leche más barata de otros países comunitarios y de otras carnes más baratas de cerdo y ave.
Se ha incrementado la producción de carne y la producción de leche de oveja para la industria quesera. La producción de lana cubre el consumo nacional. Se localiza en la Meseta y Aragón, disminuyendo hacia levante y el sur. Se explota en tres regímenes: La trashumancia o traslado estacional del ganado, la ganadería estante y la ganadería estabulada.
Su explotación se puede dividir entre las razas autóctonas se dan en régimen extensivo y se localiza en zonas de encinar en Extremadura, las dos Castillas y Andalucía, y las razas foráneas, en régimen estabulado, predominando en Cataluña, Aragón y Murcia.
Se destina a la producción de carne y huevos. Se localiza en Cataluña, Aragón, Galicia y Castilla y León.
La cábala caballar, la asnal y la mular están en represión, y la cunicultura en expansión.
La silvicultura es la explotación de los bosques para la obtención de alimentos y materias primas. La gran mayoría es superficie arbolada de coníferas (pino resinero y halepensis) y de frondosas (haya, roble, castaño, chopo y eucalipto). Se destina primero, a aserríos y chapas, trituración y pasta de papel; y, después, a resina y corcho. La producción de madera ha aumentado. Las áreas productoras son el Norte peninsular, también hay usos forestales en zonas del Sist. Ibérico y otras zonas montañosas. El problema de la deforestación causada por talas e incendios, lluvia ácida… Actualmente se centra en la protección del bosque.
Se trata de una actividad secundaria que se desarrolla dentro del espacio rural. Las mayores industrias pertenecen a multinacionales (como Nestlé) o a grandes corporaciones como SOS. Las más importantes son:
Para la promoción exterior, ha sido fundamental la creación de denominaciones de origen. Hay otras menores, complementarias de las tareas agrícolas y con carácter estacional y artesanal. Destacan Estepa-Sevilla, Sonseca -Toledo, Ubrique-Huelva.
Se trata de una actividad terciaria que se desarrolla en el espacio rural. Es una de las actividades con mayor auge y expansión dentro del ámbito rural. El principal problema de este turismo es el impacto ambiental y los conflictos por los usos del suelo con los agricultores.
El turismo cinegético, se define como aquella actividad que ofrece una opción de caza o de pesca «sostenible», esta actividad se concentra en zonas rurales y de montaña, en donde se pueden hacer caza menor y caza mayor. Es una de las principales actividades turísticas que atrae a cazadores de todo el mundo, a zonas de los Montes de Toledo y Ciudad Real.
España, con km de costa y una plataforma continental rica en recursos, es líder en producción pesquera en la UE. Sin embargo, su impacto en el PIB y el empleo es bajo, aunque sigue siendo clave en regiones como Galicia. La pesca genera un gran efecto multiplicador en el empleo, ya que cada pescador en alta mar implica seis puestos en tierra (armadores, transportistas, industria, comercio, etc.). Además, el consumo de pescado es elevado. La acuicultura está impulsando el empleo en zonas sin acceso al mar, beneficiando sus economías.
El sector pesquero en España enfrenta un declive continuo desde los años 70 debido a la falta de relevo generacional, las duras condiciones laborales, la baja rentabilidad y el alto coste de los barcos. La crisis de 1973, la reducción de caladeros por la creación de Zonas Económicas Exclusivas (1974) y el Derecho del Mar (1982) provocaron la pérdida de empleos entre 1977 y 1984. Más tarde, la Política Pesquera Común (PPC) de la UE impulsó la modernización de la flota, reduciendo la tripulación.
España cuenta con buques, aunque ha disminuido su tamaño en las últimas décadas. Un porcentaje pertenece a la pesca de bajura, que emplea barcos pequeños con técnicas tradicionales y venta en lonjas. La pesca de altura usa barcos de tamaño medio que faenan de 10 a 15 días, con conservación en frío. La pesca de gran altura utiliza barcos industriales, con cámaras frigoríficas y maquinaria avanzada, permitiendo campañas de varios meses lejos de la costa.
Las artes de pesca varían según la técnica y el ecosistema. Algunas, como el arrastre y las redes a la deriva, están prohibidas por su impacto ambiental. Otras técnicas incluyen el cerco, el curricán, el palangre y la almadraba. La sobreexplotación ha llevado a regulaciones como la prohibición de capturas de tallas mínimas y paros biológicos (ej. la anchoa).
El de la flota es de bajura, mientras que hay menos porcentaje es de altura, operando en aguas internacionales. La UE financia la modernización a través del IFOP. Con una antigüedad media de 28 años, los barcos tienen más de 40 años, lo que ha requerido una reconversión con reducción de embarcaciones y ayudas europeas.
Los avances tecnológicos han reducido la influencia de los factores físicos en la pesca, pero aún son importantes.
Los caladeros son zonas con abundancia de peces y se dividen en:
La PPC busca garantizar una pesca sostenible, conservar las poblaciones de peces y modernizar la flota. En los 90, se evidenciaron problemas como el exceso de capacidad pesquera y la sobreexplotación. Desde 2020, la PPC tiene nuevas prioridades:
El Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura (FEMPA) financia estas medidas para una pesca más responsable y competitiva.
Para que barcos de un país pesquen en la Zona Económica Exclusiva de otro, se firman acuerdos pesqueros. España, como miembro de la UE, no negocia directamente, sino que la UE es la responsable de estos acuerdos, que pueden darse a cambio de ayudas financieras, técnicas, concesiones comerciales o trueques. Marruecos es el país que más dificultades plantea en estos acuerdos. Para facilitar la pesca, se han creado empresas mixtas, con capital español y tripulación combinada de ambos países.
Ante la sobrepesca de caladeros nacionales y las dificultades para acceder a caladeros ajenos, la acuicultura surge como una alternativa clave. Consiste en el cultivo de organismos acuáticos (peces, crustáceos, moluscos y plantas acuáticas) y permite aumentar el abastecimiento del mercado.
Actualmente, la acuicultura representa casi de la producción pesquera mundial, y España ocupa el puesto 11 a nivel mundial.
La industria pesquera se encarga de transformar las capturas para obtener alimentos y productos derivados. Abarca desde la fabricación de barcos y aparejos hasta la transformación del pescado en industrias conserveras, de ultracongelados y aceites.
El espacio industrial es el territorio donde se localiza la industria. El sector secundario se encarga de transformar las materias primas en productos semielaborados (para una nueva transformación) o elaborados, utilizando fuentes de energía. Su estudio corresponde a la geografía industrial. Este sector se divide en dos grandes actividades:
Las principales características de la industria son:
En el proceso productivo del sector secundario intervienen una serie de factores de producción, desde la materia prima al producto terminado (energía, capital, fábrica, fuerza de trabajo, maquinaria, organización de la empresa….)
Los recursos minerales son materias primas inorgánicas extraídas del interior de la corteza terrestre. En España, estos recursos son escasos y su explotación está regulada por la Unión Europea, que busca aumentar la competitividad de la minería y mejorar la protección del medio ambiente. Debido a la existencia de explotaciones más rentables fuera de la UE, el sector ha sufrido un proceso de reconversión, lo que ha llevado al cierre de minas y despidos en regiones con tradición minera, como Asturias y Teruel.
La explotación de estos recursos, especialmente mediante minería a cielo abierto, tiene un fuerte impacto ambiental, debido a la destrucción del paisaje y la contaminación del suelo y el agua.
Los recursos energéticos provienen de fuentes de energía primaria, algunas de las cuales requieren transformación para su uso, como el carbón, petróleo, energía nuclear e hidráulica, mientras que otras, como la solar, eólica y biomasa, pueden aprovecharse directamente.
España es un país con un déficit energético importante, lo que significa que produce menos energía de la que consume. En 2021, su autoabastecimiento energético fue lo que la convierte en una nación altamente dependiente de las importaciones de energía. No obstante, en los últimos años ha habido una reducción progresiva de esta dependencia gracias al aumento del uso de energías renovables.
Las fuentes de energía se pueden clasificar en dos grandes grupos:
El impulso de las energías renovables es clave para reducir la dependencia energética de España y avanzar hacia un modelo más sostenible y eficiente.
Con la eliminación de las ayudas al sector en 2012, la producción nacional ha disminuido drásticamente. Además, la política de descarbonización ha reducido su uso en la generación y las últimas cuatro centrales térmicas de carbón deberán cerrar o cambiar de combustible antes de 2025.
España no tiene grandes reservas de petróleo, salvo en las Islas Canarias, donde se están evaluando yacimientos. Desde 2021 no se extrae petróleo en el país, por lo que depende completamente de las importaciones de EE.UU., México, Venezuela, Brasil y Nigeria, que han reemplazado a Irán, Arabia Saudí y Rusia. El refinado del petróleo en España está en manos de empresas como CEPSA, REPSOL y BP, que operan en Cádiz, Santa Cruz de Tenerife, Puertollano, Cartagena y Tarragona, donde llegan los petroleros para su transformación en gasolina, diésel y otros derivados.
Las políticas hidráulicas en España comenzaron en la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), con la construcción de numerosas centrales hidroeléctricas, pero el desarrollo de esta fuente de energía se detuvo en los años 80. El Plan de Energías Renovables 2010-2020 solo contempla el mantenimiento de la capacidad existente, sin planes de expansión significativos
Es una energía económica, aunque su combustión emite CO₂. Se está desarrollando especialmente para su uso en el transporte. España es uno de los principales países de la UE en producción y consumo, aunque su peso en el conjunto de la
energía sigue siendo limitado. Su capacidad instalada ha ido aumentando y se prevé su crecimiento. * Energía geotérmica :Aprovecha el calor del interior de la Tierra para generar electricidad, moviendo turbinas con vapor de agua. En España no tiene gran desarrollo, ya que las condiciones geológicas no son favorables. * Energía maremotriz : Utiliza la fuerza del mar para producir electricidad. Aunque existen centrales experimentales en Cantabria, su alto coste y bajo rendimiento dificultan su expansión en España.
3.5. La crisis industrial de los setenta Entre 1973 y 1984, una crisis económica mundial afectó a España a partir de 1975, provocando una fuerte caída en la industria debido a factores externos e internos. Causas externas * La subida del precio del petróleo en 1973 encareció las materias primas y el transporte, aumentando los costes de producción y reduciendo las ventas. * Surgió la competencia de los Nuevos Países Industrializados (Corea del Sur, Taiwán, etc.), que ofrecían productos industriales más baratos y afectaron sectores clave en España como la siderurgia, la construcción naval y la industria textil. Causas internas * La crisis coincidió con la Transición a la democracia, lo que retrasó la toma de medidas económicas. * La industria española estaba poco modernizada y especializada en sectores poco competitivos, como la metalurgia y la minería del carbón. * La estructura empresarial era débil, con baja productividad y tecnologías obsoletas. Impacto :Los sectores más afectados fueron la siderurgia, la construcción naval, la minería y la industria textil, especialmente en regiones como Galicia, Asturias y el País Vasco
3.6. Soluciones a la crisis: la reconversión Para superar la crisis, la industria española comenzó un proceso de transformación con la aparición de nuevos sectores como la microelectrónica, informática, telecomunicaciones, robótica y biotecnología, propios de la Tercera Revolución Industrial. En 1984, la Ley de Reconversión y Reindustrialización impulsó una remodelación del sector industrial. Se redujo la producción y el empleo en industrias deficitarias, mientras que se promovió la modernización y diversificación en aquellas con mayor potencial. Los sectores más afectados fueron la siderurgia, la construcción naval, la industria textil y los electrodomésticos, con especial impacto en Galicia, Asturias y el País Vasco
.El INI intervino apoyando a industrias afectadas, mientras que el Estado ofreció subvenciones, créditos y facilidades para despidos. Además, se permitió la entrada de capital extranjero, modernizando algunas industrias y privatizando empresas públicas como SEAT. La entrada en la CEE en 1986 atrajo más inversiones y marcó nuevas políticas industriales. Se crearon las Zonas de Urgente Reindustrialización en regiones muy afectadas (Ferrol-Vigo, Asturias, ría de Nervión, Barcelona, Madrid y Cádiz) para atraer nuevas empresas, generar empleo y modernizar la producción. A pesar de estas medidas, la crisis provocó una fuerte desindustrialización en el norte de España, reducción del peso de la industria en la economía y un aumento del desempleo. Sin embargo, con la reconversión, la industria comenzó a recuperarse y a orientarse hacia sectores más avanzados
3.7. Políticas industriales: el Estado Autonómico y la incorporación de España a la CEE (1986-2008) A partir de los años 80, la descentralización industrial en España fue impulsada por las comunidades autónomas, que asumieron competencias en la política industrial. Se modernizaron antiguos polígonos industriales y se crearon nuevos espacios industriales y parques empresariales, dotados de infraestructuras necesarias para la instalación de industrias. Esto favoreció el crecimiento industrial de pequeñas capitales y áreas rurales en expansión. Territorialmente, la descentralización y el desarrollo de nuevos medios de transporte llevaron a varias consecuencias: * Asentamientos espontáneos en la periferia de ciudades medianas, donde pequeñas empresas se instalaron en polígonos industriales más baratos y bien conectados. * La creación de parques tecnológicos y empresariales fuera de las zonas industriales tradicionales, con un entorno adecuado para actividades de alta tecnología, innovación y servicios especializados, vinculados a universidades y centros de I+D. La incorporación de España a la CEE en 1986 trajo consigo la liberalización del mercado, lo que generó una fuerte presión competitiva para las empresas españolas, muchas de las cuales no pudieron competir con las europeas, lo que dio lugar a una nueva reconversión en los 90. Desde entonces, las políticas industriales en España han estado marcadas por las directrices de la Unión Europea y la economía global. Iniciativas de la UE: * Los fondos estructurales financiaron a las PYMES para su internacionalización y modernización tecnológica, con un enfoque en I+D+i. * Se promovió la instalación de industrias de la Tercera Revolución Industrial, como energías renovables y TIC. En la década de los 90, España continuó con la privatización de grandes empresas públicas (ENDESA, Telefónica, Repsol, SEAT…) para mejorar su competitividad en el mercado global. Retos actuales para la industria española: * Concentración empresarial a través de grandes transnacionales, que buscan competir en un mercado más globalizado. * Deslocalización industrial, favorecida por las TIC y la reducción de costes de transporte, lo que ha llevado a la desindustrialización en España. * Déficit en innovación, lo que limita la competitividad de España. La falta de inversión en I+D y la cultura empresarial deficiente en este sector ha generado dependencia tecnológica de otros países.