Portada » Economía » Estrategias de Promoción: Técnicas, Planificación y Legislación
La **promoción** es una técnica psicológico-acción que, a través de un incentivo temporal, busca incrementar las ventas de la empresa a corto plazo y forma parte de la estrategia de comunicación de marketing.
Los objetivos deben ser claros, medibles, realistas y limitados en el tiempo. También hay que determinar el *target* o público al que la compañía se va a dirigir: grupos de consumidores, distribuidores, prescriptores o una combinación de algunos.
Es preciso aportar dosis de novedad e innovación para no pasar desapercibidos. Una vez definidos los objetivos, habrá que tener en cuenta la naturaleza del producto a promocionar y los recursos disponibles con el fin de seleccionar la técnica promocional más adecuada. Es importante enlazar la promoción con la estrategia de marketing de la empresa.
Hay que establecer la operativa, el stock necesario para cubrir la demanda, fijar las fechas de inicio y finalización, y elaborar un cronograma que incluya las acciones a realizar y las fechas en las que se tienen que hacer.
Hemos de elegir y decidir qué tipo de canales de comunicación vamos a utilizar para dar a conocer la promoción, así como calcular los costes necesarios para la impresión de folletos, el calendario, el buzoneo, la contratación del repartidor de publicidad, etc. Aseguramos que todas las personas involucradas estén al tanto de la promoción, especialmente en el caso de los promotores que tendrán contacto directo con los clientes. Las vías de comunicación a través de las cuales queremos informar sobre las promociones son: radio, TV, web, envase del producto, buzoneo, email, telemarketing, punto de venta (entrega de folletos o prueba del producto en las inmediaciones del punto de venta).
Antes de llevar a cabo una promoción, se debe plantear un coste económico y calcular el umbral de rentabilidad de la promoción, para determinar el número de unidades a partir del cual será rentable llevar a cabo la promoción.
Se llevará un seguimiento durante el desarrollo y avance de la campaña promocional. El objetivo es analizar los datos en el transcurso de la campaña para actuar sobre las incidencias, poniendo en marcha medidas correctoras en caso de desviaciones respecto a los objetivos marcados previamente, sin tener que esperar al informe final.
Existen diversos instrumentos para realizar la evaluación de las promociones, siendo el análisis de los ratios uno de los más frecuentes, sencillos y de fácil interpretación.
Si al analizar los ratios estos no son los esperados, habrá que estudiar las causas. La promoción no se adecua al tipo de clientes o establecimiento, la promoción es impropia de la fecha en la que se lleva a cabo, o no había stock para cubrir la demanda.
Existe legislación a nivel estatal, pero cada comunidad autónoma tiene su propia normativa a nivel de comercio minorista.
Inconveniente:
Promociones que pone en marcha el distribuidor o de manera conjunta con el fabricante. La finalidad consiste en incrementar el volumen de negocio del establecimiento y atraer y fidelizar al mayor número de clientes.
Tienen como objetivo influir positivamente e indirectamente en las ventas e imagen de sus productos. Los prescriptores tienen capacidad de influir en la decisión de compra, ya que es un líder de opinión y experto en la materia que influye en la decisión de compra. El vendedor es la persona que asesora e informa sobre el producto y facilita la venta.
Objetivos: Dirigidas al vendedor: incrementar el número de pedidos y volumen de los mismos. Dirigidas al prescriptor: dar a conocer el producto o marca, conseguir su recomendación, mejorar la imagen de la marca y obtener fidelización.
Tipos:
Se deben revisar las promociones en marcha para detectar posibles incidencias y establecer medidas correctoras ante desviaciones sobre la planificación.
Cociente entre los beneficios obtenidos y la inversión realizada.
Mide el grado en el que se incrementará la demanda de un producto ante reducciones en su precio. Nos informa sobre la repercusión que tiene un cambio en el precio en la demanda del producto.
Los más utilizados son la tasa de conversión y tasas de recuperación. La tasa de conversión es el porcentaje de consumidores no habituales que compran durante la promoción y continúan haciéndolo cuando se termina, se convierten en clientes de la marca.
Las empresas fijarán un objetivo para la tasa de conversión antes de iniciar la promoción y al finalizar la misma comprobarán si este se ha conseguido.