Portada » Historia » Evolución del PSOE: De la clandestinidad al poder y sus desafíos
En 1974 se celebra en la barriada de Suresnes (París) el XIII Congreso del PSOE, conocido como el Congreso del “Cambio”. Si bien no transformó drásticamente el partido, que seguía abogando por un estado socialista alcanzado democráticamente, sí estableció la búsqueda del derecho a la asociación, la libertad de expresión, la sindicación, etc. En cuanto a la ordenación territorial, el PSOE apostó por una “República federal de las nacionalidades”, reconociendo el derecho de autodeterminación. Aunque no hubo un gran cambio ideológico, sí se renovó la directiva, con figuras como Felipe González como Secretario General y Alfonso Guerra como Encargado de Prensa.
En 1976, el XXVII Congreso, bajo el lema “Socialismo es Libertad”, tuvo gran repercusión mediática. Se planteó por primera vez flexibilizar la ideología marxista para captar más votantes. El partido abandonó postulados como la dictadura del proletariado y elaboró el “Programa de Transición”, que proponía una sociedad autogestionada a través de la democracia. Esta etapa culmina con la legalización del partido en 1977 y sus buenos resultados electorales, que demostraron su potencial para gobernar, algo inesperado frente al Partido Comunista.
Tras las elecciones de 1977, el PSOE se consolida, pero en 1979 parece estancarse. Felipe González abandona las tesis marxistas para adoptar posiciones más pragmáticas. En el XXVIII Congreso de 1979, propone sustituir la definición marxista por “bloque de clases”, ampliando el espectro de beneficiarios de sus políticas. Su propuesta pierde frente a la de Francisco Bustelo, defensor de las decisiones del Congreso del 76. González dimite, pero su liderazgo se refuerza. En septiembre de 1979, un Congreso extraordinario consolida el abandono del marxismo y el regreso de González, quien renueva al 65% de los miembros. Algunos autores sitúan aquí la transición del PSOE de partido Catch all a partido Cartel. El Congreso de 1981 refuerza las posiciones de González y Guerra.
El PSOE gana las elecciones de 1982 con 202 escaños. En el XXX Congreso de 1984, González y Guerra son reelegidos. Guerra actuaba como escudo de González frente a las críticas de la izquierda por sus políticas centristas. El Congreso de 1986, marcado por el referéndum sobre la OTAN, genera tensiones internas por las políticas de González, culminando con la dimisión de Nicolás Redondo, líder de UGT, y una huelga general. Crecen las tensiones entre González y Guerra. En 1990, González plantea una cuestión de confianza para reafirmar su liderazgo. Surgen casos de corrupción, como el enriquecimiento ilícito de Juan Guerra y la financiación ilegal del PSOE, que, junto al desgaste del gobierno, marcan el inicio de la siguiente etapa.
En 1993, el PSOE pierde la mayoría absoluta y pacta con CIU. Una nueva huelga general se produce por la reforma laboral. El desgaste de González continúa por las investigaciones sobre los GAL y las tensiones con el sector guerrista. El Congreso de 1994, “Impulso Democrático”, resuelve las divisiones internas a favor de González. Inicialmente, González no quería presentarse a las elecciones de 1996, proponiendo a Javier Solana, pero finalmente se presenta tras el nombramiento de Solana para presidir la OTAN. El PSOE pierde las elecciones frente al PP de José María Aznar, y González dimite.
En 1997, el XXXIV Congreso elige a Joaquín Almunia como Secretario General. En las primarias de 1998, Josep Borrell, cercano al sector guerrista, gana a Almunia, creando una dualidad de poder. Borrell dimite en 1999 tras un escándalo de fraude fiscal de dos allegados. Almunia, candidato para el 2000, convoca primarias. José Luis Rodríguez Zapatero, defensor del “cambio tranquilo”, gana las primarias en junio de 2000, renovando la comisión ejecutiva. Tras la derrota de Almunia en el 2000, Zapatero inicia una oposición seria.
Influenciadas por el atentado del 11-M y el desgaste del gobierno de Aznar por la Guerra de Irak, las elecciones de 2004 dan la victoria a Zapatero. Se implementan medidas como la retirada de tropas de Irak, leyes sociales de dependencia, igualdad, matrimonio homosexual y memoria histórica. Las tensiones por el Estatuto de Autonomía de Cataluña, generan problemas internos con el PSC. En 2008, Zapatero revalida la presidencia, pero la crisis económica y el fracaso del Plan E marcan la legislatura. Zapatero dimite, y Alfredo Pérez Rubalcaba pierde las elecciones de 2011.
Tras la derrota de 2011, una crisis de liderazgo termina con la victoria de Pedro Sánchez en las primarias de 2014 frente a Eduardo Madina. Surgen Podemos y Ciudadanos, disputando espacio al PSOE. En 2015, el PSOE obtiene solo 90 escaños, su mínimo histórico, afectado por la pérdida de espacio ideológico y la crisis de liderazgo.