Portada » Economía » Excelencia Operacional: Claves para la Calidad Total en la Empresa
La calidad es la capacidad de un ser humano de hacer bien las cosas, abarcando desde averiguar la necesidad del cliente, adquirir el material necesario, realizar el diseño, fabricación de la pieza, revisar la fabricación, hasta la venta del producto.
La gestión de la calidad tradicionalmente se ha enfocado en separar a los que trabajan de los que controlan, generando una desconfianza hacia el trabajador, inspeccionando lo producido y corrigiendo los fallos.
Este concepto de gestión de calidad se diferencia de los demás porque, además de fijarse en la calidad de los productos, gestiona los servicios al cliente y los equipos humanos.
Ha existido una gran evolución en las estrategias de la calidad, siendo la gestión de los productos muy importante para la supervivencia de la empresa:
La calidad puede definirse de muchas maneras:
Es el grado en el que un conjunto de características cumple con ciertos requisitos, debiendo satisfacer las expectativas del cliente.
El cliente es un elemento clave. Los servicios deben satisfacer sus necesidades y las empresas deben ser capaces de desarrollar productos que cumplan con las especificaciones. Esto involucra:
Hoy en día se trabaja con el concepto de **calidad total**, que consiste en llevar el concepto de calidad a todos los ámbitos de la empresa.
Es muy importante tener en cuenta la participación de los trabajadores con sus ideas. Se está considerando la calidad como factor humano, entendiendo que la calidad del producto es también la gente que prepara el producto.
Los avances tecnológicos y científicos tienen una gran importancia en la calidad del producto, ya que la creación de nuevas tecnologías permite una reducción de costes y errores.
Las empresas se mueven en un mercado globalizado. Gracias a la incorporación de nuevos materiales y la creación de sistemas de producción, la variedad de productos ha aumentado, y los consumidores cada vez tienen más en cuenta la calidad de los productos.
Existe una creciente preocupación por la degradación del medio ambiente. La alta producción de nuevos materiales genera mucha contaminación, obligando a las empresas a reducir su impacto por la nueva legislación.
Los fundamentos de la calidad de una empresa se basan en 6 principios:
La supervivencia de una empresa se basa en la satisfacción del cliente. Si no hay clientes, la empresa desaparece. Esto se consigue mediante una medición de la satisfacción del cliente, ya que el cliente decide si verdaderamente un producto es de calidad o no.
El compromiso de toda la gente de todos los niveles de la empresa es fundamental para obtener la calidad de un producto. Se consigue mediante una revolución cultural en la forma de hacer en la empresa. Lo más importante es que las personas den lo mejor de sí.
Para obtener la calidad en el producto, lo mejor es prevenir los errores. Así nos aseguramos de que el producto es de calidad sin necesidad de verificarlo. Los factores que pueden generar errores son: personas, materiales, procesos y procedimientos.
Para saber si lo estamos haciendo bien, necesitamos la metrología, que sirve para medir los resultados y saber si hemos cumplido los requisitos y especificaciones.
Son los instrumentos de medida necesarios para medir y calibrar el margen de un producto para corregir las desviaciones.
Es la posibilidad de encontrar y seguir el rastro a un producto desde su origen hasta su estado final como artículo de consumo. Significa que podemos ser capaces de guardar y transmitir información del producto en cada entrega. Los datos se guardan durante mucho tiempo, por lo que es bastante fácil encontrar el defecto que el producto pueda tener.
Son aquellas acciones que dan confianza de que el producto es verdaderamente de calidad, como registrar los resultados, documentar cómo se hacen las cosas y evaluar cómo se hacen las auditorías. El sistema más reconocido internacionalmente es la norma ISO 9001.
Las empresas no se deben conformar con hacer bien las cosas, ya que siempre se puede mejorar. Hay dos tipos de mejoras:
Entre las técnicas de mejora de calidad existen algunas relacionadas con el trabajo en equipo:
Un grupo pequeño de personas que trabajan en equipo de forma estructurada para proponer mejoras.
Consiste en cuatro etapas:
Antes de realizar cualquier acción de calidad, se necesita un previo plan de acción y una reestructuración de todos los departamentos.
Es la planificación de todas las tareas para conseguir una gestión de calidad diferente, teniendo en cuenta lo siguiente: