Ramón del Valle-Inclán: Trayectoria y Estilo

Etapas de su Obra

La extensa y variada obra de Ramón del Valle-Inclán se puede dividir, aunque los límites no siempre son evidentes, en tres períodos principales:

1. Etapa Decadentista: En esta primera etapa, Valle-Inclán se dedica principalmente a la narrativa, destacando las Sonatas. También da sus primeros pasos como dramaturgo con obras como Tragedia de ensueño.
2. Etapa del Primitivismo: A este período pertenece la trilogía de las Comedias bárbaras: Águila de Blasón, Romance de lobos y Cara de plata. Estas obras, ambientadas en el mundo rural gallego, se caracterizan por la presencia de la miseria, la violencia, la brutalidad, la crueldad y las pasiones desbordadas. El protagonista es Don Juan Manuel Montenegro, un señor feudal, bárbaro y lujurioso que se enfrenta a sus seis hijos.
3. Etapa de los Esperpentos: A partir de 1920, la obra de Valle-Inclán se centra en la denuncia de un mundo dominado por lo deforme y lo absurdo, utilizando un lenguaje igualmente deformado. Aunque se acerca a las preocupaciones de la Generación del 98, Valle-Inclán mantiene un estilo propio e inimitable.

El Esperpento: Una Visión Deformada de la Realidad

Divinas palabras, ambientada en el mundo rural gallego, muestra ya la deformidad, brutalidad y desgarro característicos de esta etapa. Sin embargo, es Luces de Bohemia la obra clave que consolida el esperpento.

El esperpento se define como la deformación grotesca y crítica de la realidad, que busca revelar lo que la sociedad intenta ocultar. Esta técnica se logra a través de varios procedimientos:

• Distanciamiento: El autor adopta una perspectiva superior, como un demiurgo, separándose de la narración y observando a los personajes desde arriba, sin implicarse emocionalmente. Esto produce una visión empequeñecida y desidealizada.
• Personajes como Peleles o Fantoches: Los personajes son presentados como seres manipulados, sin voluntad propia (esto se aprecia especialmente en la descripción de Zaratustra en la escena II).
• Miseria Moral: Se enfatiza la deformidad, crueldad y estupidez de los personajes. Solo algunos, como el preso, la madre, Madame Collet y Claudinita, escapan a la esperpentización.
• Humanización de Animales y Animalización de Humanos: Se establece un juego de espejos entre animales y humanos, como el diálogo entre un gato y un perro en la escena II, o la comparación de Don Latino con un buey.
• Presentación Grotesca de Situaciones: A través del contraste, se presentan situaciones absurdas que no deberían serlo. Ejemplos de esto son la escena XIII (el entierro de Max Estrella) y la escena XI (la muerte del niño).
• Condensación Temporal: La acción, que transcurre en tres días, concentra personajes y acontecimientos que en la realidad ocurrieron en un período mucho más amplio, durante el reinado de Alfonso XIII. Por ejemplo, Max Estrella se identifica con Alejandro Sawa, fallecido en 1909, y el ministro de Gobernación, Julio Burell, lo fue en 1917.
• Esperpentización de Espacios y Ambientes: Los lugares se describen como sucios, oscuros y vulgares, como se aprecia en la acotación inicial de la escena V, que describe el Ministerio de la Gobernación.
• Mezcla de Lenguaje Culto y Popular: Valle-Inclán utiliza esta mezcla para caracterizar a los personajes. En la escena IV, Max Estrella intercala expresiones cultas en latín y griego («eureka», «crisóstomo») con expresiones populares («más chulo que un ocho», «yo también chanelo el sermo vulgaris»).

Relación con la Generación del 98

El esperpento ha llevado a relacionar a Valle-Inclán con el pensamiento de la Generación del 98. La presencia del tema de España (la preocupación por la situación política y la miseria del pueblo español) y las preocupaciones existenciales son temas recurrentes en ambos.