Portada » Física » Fundamentos de la Iluminación: Aspectos Clave, Métodos y Componentes
Los aspectos principales a considerar en un sistema de iluminación son:
En la iluminación semidirecta, la mayor parte del flujo luminoso se dirige hacia el suelo y el resto es reflejada en techo y paredes. En este caso, las sombras son más suaves y el deslumbramiento menor que en la iluminación directa. Solo es recomendable para techos que no sean muy altos y sin claraboyas, puesto que la luz dirigida hacia el techo se perdería por ellas.
La iluminación indirecta se produce cuando casi toda la luz se dirige al techo. Es la más parecida a la luz natural, pero es una solución muy cara, puesto que las pérdidas por absorción son muy elevadas. Por ello, es imprescindible usar pinturas de colores blancos con reflectancias elevadas.
(Nota: El documento original repite el título «Directa indirecta». Se asume que se refiere a la iluminación difusa o mixta, pero se necesita más información para una descripción precisa.)
Los principales métodos de alumbrado son:
El alumbrado general proporciona una iluminación uniforme sobre toda el área iluminada. Es un método de iluminación muy extendido y se usa habitualmente en oficinas, centros de enseñanza, fábricas, comercios, etc. Se consigue distribuyendo las luminarias de forma regular por todo el techo del local.
El alumbrado general localizado proporciona una distribución no uniforme de la luz, de manera que esta se concentra sobre las áreas de trabajo. El resto del local, formado principalmente por las zonas de paso, se ilumina con una luz más tenue. Se consiguen así importantes ahorros energéticos, puesto que la luz se concentra allá donde hace falta. Sin embargo, esto presenta algunos inconvenientes respecto al alumbrado general. En primer lugar, si la diferencia de luminancias entre las zonas de trabajo y las de paso es muy grande, se puede producir deslumbramiento molesto. El otro inconveniente es qué pasa si se cambian de sitio con frecuencia los puestos de trabajo; es evidente que si no podemos mover las luminarias, tendremos un serio problema. Podemos conseguir este alumbrado concentrando las luminarias sobre las zonas de trabajo. Una alternativa es apagar selectivamente las luminarias en una instalación de alumbrado general.
Empleamos el alumbrado localizado cuando necesitamos una iluminación suplementaria cerca de la tarea visual para realizar un trabajo concreto. El ejemplo típico serían las lámparas de escritorio. Recurriremos a este método siempre que el nivel de iluminación requerido sea superior a 1000 lux, haya obstáculos que tapen la luz proveniente del alumbrado general, cuando no sea necesaria permanentemente o para personas con problemas visuales. Un aspecto que hay que cuidar cuando se emplea este método es que la relación entre las luminancias de la tarea visual y el fondo no sea muy elevada, pues en caso contrario se podría producir deslumbramiento molesto.
El deslumbramiento es una sensación molesta que se produce cuando la luminancia de un objeto es mucho mayor que la de su entorno. Es lo que ocurre cuando miramos directamente una bombilla o cuando vemos el reflejo del sol en el agua.
Existen dos formas de deslumbramiento: el perturbador y el molesto. El primero consiste en la aparición de un velo luminoso que provoca una visión borrosa, sin nitidez y con poco contraste, que desaparece al cesar su causa; un ejemplo muy claro lo tenemos cuando conduciendo de noche se nos cruza un coche con las luces largas. El segundo consiste en una sensación molesta provocada porque la luz que llega a nuestros ojos es demasiado intensa produciendo fatiga visual. Esta es la principal causa de deslumbramiento en interiores.
El paso del tiempo provoca sobre las instalaciones de alumbrado una disminución progresiva en los niveles de iluminancia. Las causas de este problema se manifiestan de dos maneras. Por un lado, tenemos el ensuciamiento de lámparas, luminarias y superficies donde se va depositando el polvo. Y por otro, tenemos la depreciación del flujo de las lámparas.
Los LEDs son componentes electrónicos constituidos por la unión de materiales semiconductores de diferentes características, capaces de convertir la energía eléctrica directamente en energía luminosa cuando son polarizados por medio de un campo eléctrico. Al contrario de las lámparas convencionales, los LEDs no poseen filamentos, electrodos o tubos de descarga.