Portada » Lengua y literatura » Literatura Medieval Española: Contexto Histórico, Social y Temas Clave
Siglos VIII-IX
Tras la legendaria batalla de Covadonga, que supuso la victoria del noble visigodo Pelayo sobre los musulmanes que habían llegado hasta su territorio, se sientan las bases de un pequeño reino con capital en Oviedo.
Sus monarcas se proclaman herederos del reino visigodo y extienden, paulatinamente, sus fronteras hacia el oeste (Galicia), el este (hasta el País Vasco) y el sur (León).
En religión se practica el rito denominado visigótico o mozárabe.
El latín seguía utilizándose como lengua de cultura, pero el pueblo ya hablaba lengua romance.
Se desarrolla el arte prerrománico.
Siglos X-XI
Es el periodo de expansión guerrera y de la creación de los reinos de León, Castilla, Navarra, Aragón y el condado de Cataluña.
A partir del siglo XI se consolida el Camino de Santiago. No solo es una ruta de peregrinación, sino el canal por donde penetran todas las innovaciones (artísticas, religiosas, literarias…) procedentes del resto de Europa. Por esta vía nos llegan los cantares de gesta franceses y las nuevas corrientes líricas que tanta influencia tendrán sobre la épica castellana y la lírica galaica.
A lo largo del Camino, los constructores francos levantaron numerosos monumentos románicos. Los reyes favorecieron la creación de monasterios benedictinos con monjes de la abadía francesa de Cluny, que alcanzaron gran importancia en la vida religiosa, cultural e incluso política.
Los cluniacenses logran sustituir el rito mozárabe por el rito romano o gregoriano.
La literatura culta se escribe en latín; pero durante esta época aparecen las primeras manifestaciones literarias en lenguas romances: las jarchas (en el territorio musulmán), los cantares de gesta (en la zona castellana) y la lírica trovadoresca (en Cataluña y Galicia).
Siglos XII-XIII
El año 1212 constituye una fecha importante en la Reconquista: todos los reinos cristianos se unen para derrotar en las Navas de Tolosa a la última gran invasión musulmana, la de los almohades. Después, los reinos de Castilla y Aragón irán paulatinamente ampliando sus territorios.
El rey castellanoleonés Fernando III (1201-1252) asume una decisión de enorme importancia: declara el castellano la lengua oficial de la administración (lengua de cancillería).
En torno a la corte castellana de Toledo se venía desarrollando ya desde el siglo XI una intensa labor cultural. En la denominada Escuela de Traductores coinciden intelectuales de las tres religiones (cristianos, judíos y musulmanes) que tradujeron al latín y al castellano obras científicas, filosóficas y literarias de la Antigüedad griega y oriental. Sirvieron de base a la gran obra científica, histórica y literaria de Alfonso X, autor que perfeccionó y consolidó los métodos de la Escuela y la prosa castellana.
En la vida religiosa nacen las órdenes mendicantes (dominicos, franciscanos…) para defender la unidad de la fe católica y se asienta la reforma de los monjes benedictinos, que construirán numerosos monasterios a lo largo del Camino de Santiago y del Valle del Duero.
Los monasterios continúan siendo focos de un nuevo estilo: el gótico (catedrales de Burgos, León y Toledo).
Se crean las primeras universidades (Palencia, Salamanca y, luego, Sevilla).
Gonzalo de Berceo compone sus versos en romance en el monasterio de San Millán de la Cogolla (La Rioja). Pero la producción científica y literaria del momento se realiza, fundamentalmente, en latín.
Siglo XIV
Durante el siglo XIV, la corona de Castilla sufrió una importante depresión, causada por varias pestes que diezmaron considerablemente la población (la más famosa fue la Peste Negra de 1348) y las hambrunas producidas por una agricultura poco evolucionada y que se vio acosada por años de sequía.
A pesar del naciente comercio exterior de lana y de la explotación de minerales, la burguesía no acaba de asentarse como una clase social influyente.
Por otra parte, la alta nobleza incrementa su poder y sus riquezas.
En el plano filosófico triunfa la doctrina escolástica, concebida y divulgada por las nacientes órdenes religiosas, defensoras de la pureza de la fe católica contra los herejes. La Iglesia se vio afectada a finales de siglo por el llamado Cisma de Occidente y por una relajación de costumbres entre los clérigos. No es casual que en la literatura castellana triunfen precisamente la obra de un miembro de la alta nobleza (el infante don Juan Manuel) y la de un clérigo burlón y talentoso, de ambigua intención (el Arcipreste de Hita).
Siglo XV
Durante este siglo continúa el predominio de la nobleza. Al amparo de la corte, los nobles mantienen o aumentan sus privilegios y desarrollan la ficción de una vida caballeresca.
El acceso al trono de Castilla de Enrique IV generó una larga guerra intestina. Con la llegada al poder de Isabel de Castilla y su matrimonio con Fernando de Aragón (los Reyes Católicos), se inició un costoso periodo de pacificación interna y de expansión territorial y política. Durante su reinado se produce la anexión del reino de Navarra, la conquista de Granada y el descubrimiento de América, y se defienden los territorios de la corona de Aragón en Italia.
La Iglesia se centra en sus problemas teológicos y divisiones internas y es en la corte donde bulle y aflora la vida cultural. Aquí se produce una poesía denominada cortesana, que se recopila en cancioneros de gran importancia (Cancionero de Baena, Cancionero de Stúñiga…).
Los contactos políticos, diplomáticos y militares con Italia se acentúan desde la primera mitad del siglo XV. Son el medio por el cual penetran las primeras influencias del Renacimiento en nuestro país, influencias que provocarán un choque de visiones y de concepciones del mundo (la medieval y la renacentista) que cristalizarán en la última gran obra del siglo: La Celestina.
La invención de la imprenta (hacia 1450) va a acelerar la difusión del Humanismo.
Durante la Edad Media predomina un régimen social denominado feudalismo. La tierra pertenece a los nobles y a la Iglesia. Los campesinos viven ligados a ella y dependen en todo de su señor, al que rinden vasallaje a cambio de su libertad. Tres son, pues, los estamentos sociales: nobleza, clero y pueblo llano.
Son personas sin cultura y sin medios. Componen el estamento inferior y, entre guerras y epidemias, viven a menudo en la pobreza. Trabajan, sobre todo, en la agricultura y están al servicio de sus señores. A finales de la Edad Media protagonizaron protestas violentas.
Poco a poco se produce una emigración de los campesinos a las ciudades, en donde, alejados de la esclavitud del régimen feudal, encontraban un clima más libre y la posibilidad de dedicarse al comercio y otros oficios.
Las ciudades o burgos van creciendo, dando lugar a la aparición de la vida urbana, y se convierten en el centro del desarrollo económico y comercial del territorio. De este modo, a partir, sobre todo, del siglo XIV, surge y se afianza una nueva clase social, la burguesía, que, ya en el siglo XV, será un grupo muy influyente tanto en la vida política como cultural y económica.
Desde el punto de vista social, no hay que olvidar, además, que en los diferentes reinos hispanos de la Edad Media convivieron durante mucho tiempo cristianos, musulmanes (moriscos), que trabajaban en la agricultura y en la artesanía, y judíos, dedicados a las actividades comerciales y financieras.
La Iglesia supo impregnar de religiosidad toda la vida medieval. La visión del mundo será, así, esencialmente teocéntrica; es decir, se considera a Dios el centro de las preocupaciones del hombre. Dios y la religión ocuparán, pues, un lugar preeminente en la vida. Esta se concibe a menudo solo como un paso terrenal para alcanzar la vida eterna. De ahí que la idea de la muerte esté también siempre presente en las manifestaciones culturales y artísticas de la Edad Media.
Con la aparición y el desarrollo de la burguesía, surge una mayor preocupación por los aspectos materiales, prácticos y útiles de la vida. Esto hace que poco a poco la sociedad, sus manifestaciones culturales y la misma concepción del mundo y de la vida empiecen a alejarse de la visión religiosa o heroica imperantes hasta ese momento. Todo ello supone, en último término, que paulatinamente la sociedad medieval, sin dejar nunca de ser religiosa, se vaya interesando también por otros asuntos de carácter más mundano y profano.
Al hablar de la sociedad medieval, mencionábamos la convivencia de cristianos, musulmanes y judíos. En los territorios musulmanes se quedaron al principio numerosos cristianos (mozárabes) y en las zonas reconquistadas permanecieron muchos musulmanes (mudéjares). La población judía se asentaba en las ciudades.
Excepto en las épocas de mayor tensión bélica, dominó la convivencia y la buena relación. Los judíos y los musulmanes aportaron al mundo cultural hispano obras y nombres importantes, como, por ejemplo: los hispano-musulmanes Ibn Quzman o Averroes, y los hispano-hebreos Yehudá ha Leví o Maimónides.
La lengua culta en los inicios de la Edad Media era el latín, aunque la comunicación oral se realizaba ya en las lenguas romances (castellano, gallego, asturleonés, aragonés, catalán y mozárabe).
La mayoría de los textos literarios en castellano anteriores al siglo XIII tienen su origen en la literatura popular y en la tradición oral (cantares de gesta, canciones…). En el siglo XIII, los autores cultos dejan de utilizar el latín y empiezan a escribir en las diferentes lenguas vulgares.
Se va gestando poco a poco una literatura en lengua castellana en la que se pueden apreciar algunos rasgos generales que afectan a buena parte del resto de las literaturas medievales.
Muchas de estas características vienen determinadas por los factores históricos, sociales, ideológicos o culturales que hemos visto en las líneas anteriores.
La transmisión de muchos textos (cantares de gesta, romances, lírica popular…) se realiza de forma oral. Esto hace que muchas obras sean anónimas y reflejen bien el sentido de la colectividad y el carácter popular y tradicional. La misma oralidad suele propiciar en estos textos una lengua literaria sobria, espontánea y con frecuencia de gran expresividad.
Movimiento lírico importantísimo que surge y florece en la Provenza entre los siglos XI y XIII que da lugar a la poesía trovadoresca. Tuvo enorme influencia en la literatura medieval y en la renacentista.
La poesía trovadoresca se caracteriza por su erotismo y uso de lenguaje religioso y mitológico. Caracteriza a la dama como reflejo de la Suma Belleza.
El amor cortés en la sociedad del medievo implanta un concepto pagano del amor. El amor es pasión que dignifica al amante.