Portada » Español » Adjetivos y Verbos: Claves Gramaticales para la Expresión Efectiva
Los adjetivos son la clase de palabras que designan cualidades, propiedades o características al sustantivo. El adjetivo es el principal calificador que tiene la lengua y es el adyacente habitual del sustantivo con el que concuerda en género y número. Nos aporta informaciones objetivas sobre los sustantivos a los que se refiere, así como otros valores subjetivos, reflejo de la intencionalidad del autor.
Aportan una cualidad que describe a un referente dado. Se limitan a resaltar una cualidad ya conocida del objeto designado por el nombre. Aportan una valoración descriptiva o explicativa y connotan subjetividad.
Además de expresar una cualidad, distingue al enunciarla al objeto al que se refiere, lo diferencia de los demás. El ámbito de significación del sustantivo queda por tanto restringido a los que poseen esa cualidad. Es selectivo, restrictivo y denota objetividad.
Como adyacente al sustantivo, puede ser de 2 tipos: especificativo o explicativo. En el primer caso encontramos ejemplos como… En todos ellos, los adjetivos tienen el valor de restringir o delimitar la significación del sustantivo al que acompañan, permitiéndonos identificar perfectamente al referente. Su aportación en el texto es, por consiguiente, subrayar el carácter… que tiene en este texto. Por otro lado, la presencia de adjetivos explicativos como… que no son necesarios para identificar en el texto al sustantivo que acompañan, pero que nos aportan una subjetividad, una opinión y una clara valoración de la autora sobre los hechos que analiza y que son frecuentes en los textos de opinión.
El verbo es la categoría gramatical que ofrece mayor riqueza de uso. Al reposar el significado esencial del discurso, la combinación de sus formas o la alternancia de los tiempos verbales confieren al habla expresividad y perspectiva temporal. El empleo de los usos trasladados confiere valoraciones psicológicas y emocionales.
Es la categoría verbal, el morfema, que nos indica el punto de vista del hablante ante la acción o el fenómeno verbal. Es una de las manifestaciones de la modalidad, es decir, de la relación entre la actitud del hablante y el contenido oracional. Su función es indicar el grado de compromiso del hablante con respecto al contenido o a la intención comunicativa con respecto al interlocutor. Hay 2 tipos de modo:
Es el modo de la expresión de lo objetivo y lo real, caracterizado por una oración como aseverable (algo que se puede afirmar). Es referido fundamentalmente a la función referencial o representativa.
Es el modo de expresión de lo que existe en el ánimo del hablante (lo subjetivo): la duda, el temor, el deseo… y que puede no tener existencia fuera del mismo (lo irreal). Se refiere a las funciones expresiva y emotiva.
Es la categoría verbal que indica cuándo se realiza la acción en relación al momento en que se está hablando.
Acción puntual totalmente acabada (ayer fuimos al cine).
Indica acciones pasadas acabadas en un tiempo pasado (hoy no he salido todavía).
Designa una acción pasada en relación al presente (Yo vivía en Álava). Puede ser:
Indica acción pasada inmediatamente anterior a otra también pasada (nos acostamos cuando hubimos cenado).
Se refiere a una acción pasada anterior a otra también pasada pero sin expresión de inmediatez (Ya te habías ido cuando te llamaron).
Señala acción venidera tomando como referencia el presente (mañana dormiré mucho). Presenta los siguientes valores desplazados:
Expresa una acción futura anterior a otra acción también futura (vendrán tus padres y aún no habrás acabado la tarea). Puede expresar además de sorpresa y enfado (si habré tenido paciencia), también de probabilidad (si habrá llegado).
En condicional simple remite a una acción futura en relación a otra pasada (dijo que le darían las llaves cuando estuviese terminada la obra). Valores de condicional simple:
Indica el futuro en relación a un tiempo pasado (dijo que le había acabado cuando fuese de vacaciones).
Puede expresar el presente (tal vez esté en casa ahora) o futuro (¡Ojalá llueva pronto!).
Puede remitir al presente (me alegro de que hayas venido), al futuro (no creo que haya llegado todo el día) o pasado (tal vez haya sucedido en tiempos remotos).
Puede referirse al presente (qué mala cara, mira que si tuviera la gripe).
Indica pasado (no creo que hubiera sido capaz de hacerlo).
Prácticamente ha dejado de usarse en castellano, pero se sigue dando en forma culta, en el lenguaje cuidado y esmerado y en determinados usos del lenguaje jurídico/administrativo fundamentalmente como futuro hipotético (quien contraviere la norma será sancionado).
Muestra la acción vista sin acabar. No aluden a la presencia de límites temporales o de terminación. No indican si la acción queda delimitada por un punto final o no (ayer por la noche Juan fregaba los platos).
Muestra la acción vista en su término, acabada ya. La situación queda delimitada o cerrada.
No indican la persona gramatical.
Ofrece una perspectiva de realización, un valor progresivo, la acción en potencia de realización (nacer, vivir, morir).
Con el gerundio una parte del proceso verbal se ha cumplido y otra está por realizarse. Posee un valor durativo.
El proceso verbal se presenta como ya realizado. Posee valor perfectivo que remite la acción a su término.
Son construcciones complejas de significado unitario, funcionando como un solo núcleo del predicado, aportan al discurso valoraciones aspectuales y modales que no expresa la conjugación regular (tienes que venir, dejó hundido a Pepe, se puso a cantar).
Las perífrasis verbales pueden ser de 2 tipos:
Permiten al hablante expresar procesos de la acción verbal con mayor precisión que la oposición de aspecto (pretérito, imperfecto) que reflejan tiempos de la conjugación.
Expresan matizaciones del proceso verbal vistas desde la óptica del hablante que presenta la acción probable, posible o necesaria.
El texto es un artículo de opinión en el que el autor reflexiona de… La misión del periodismo es difundir noticias: la objetividad informativa es muy difícil de conseguir, y por ello muchos medios de difusión se proponen además de informar, formar la opinión de los lectores. Condición esencial para la comunicación periodística es la libertad de prensa, es decir, difundir informaciones veraces y opiniones sin ningún tipo de censura.