Portada » Lengua y literatura » Novecentismo y Vanguardias: De Ortega y Gasset a la Generación del 27
Tras el desastre de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), los jóvenes europeos buscaron un mundo nuevo y una expresión artística opuesta a la tradición. En España, este afán de modernización y rebeldía se concretó en el Novecentismo y las Vanguardias.
El Novecentismo congregó a autores con sólida formación intelectual que veían en Europa un modelo a imitar. Aunque preocupados por España, dejaron de lado la queja dolorida de los autores finiseculares para examinar con rigor y frialdad los problemas del país, buscando soluciones eficaces.
El máximo representante fue el filósofo José Ortega y Gasset, quien divulgó las nuevas ideas en artículos y ensayos como España invertebrada, La deshumanización del arte o La rebelión de las masas. También se incluyen en este movimiento las novelas de Ramón Pérez de Ayala y Gabriel Miró, y la poesía de Juan Ramón Jiménez.
La Vanguardia integra un conjunto de movimientos artísticos caracterizados por su afán renovador y de ruptura con los principios creativos anteriores. Entre los principales movimientos de vanguardia destacan:
Juan Ramón Jiménez fue un escritor entregado a la poesía y a la búsqueda de la belleza. Su obra muestra una profunda evolución:
En su afán por renovar la expresión literaria, Juan Ramón mezcló diferentes géneros y compuso prosa poética en obras como Platero y yo (1914).
Ramón Gómez de la Serna difundió las ideas vanguardistas en España a través de la revista Prometeo y de tertulias literarias. Autor de ensayos, novelas y obras de teatro, sobresale por la creación de un género nuevo: la greguería.
Definición de greguería: Gómez de la Serna definió la greguería como «metáfora + humor». Son textos breves que presentan asociaciones sorprendentes a partir de situaciones y elementos cotidianos. Ofrecen una visión original y llena de humor de la realidad, usando diversos procedimientos lingüísticos: metáforas, recursos fónicos, juegos de palabras, ruptura de refranes y frases hechas.
Hacia 1920 irrumpió en el panorama cultural español una promoción literaria de calidad excepcional: la Generación del 27. Se trataba de un grupo de jóvenes autores que, aunque escribieron teatro, ensayo y novela, destacaron, sobre todo, por su poesía. Los poetas más relevantes fueron Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Luis Cernuda y Dámaso Alonso.
La producción del 27 coincidió con la de los escritores de fin de siglo, los vanguardistas y Juan Ramón Jiménez, y con la obra de pintores como Picasso o Dalí, músicos como Falla y cineastas como Buñuel. El esplendor artístico y cultural de este período ha llevado a acuñar la denominación de «Edad de Plata» para esta etapa de la cultura española.
Además de poesía, cultivaron géneros en prosa como el ensayo literario (El defensor, de Pedro Salinas) y la prosa poética (Ocnos, de Luis Cernuda). En el género dramático destacan Alberti (El hombre deshabitado, Noche de guerra en el Museo del Prado) y Lorca, director de la compañía La Barraca y figura decisiva en la renovación teatral. Lorca creó una nueva concepción dramática que conjugaba teatro y lírica. Se inició en el teatro modernista con El maleficio de la mariposa (1919) y Mariana Pineda (1923); escribió farsas como La zapatera prodigiosa (1929) y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (1929), y obras influidas por el Surrealismo, como El público (1933). Lo más representativo de su producción son los dramas.