Portada » Economía » Comercio Justo, Producción Sostenible y Comercio Tradicional: Impacto y Características
El Comercio Justo surgió en Holanda en 1959. Actualmente, existen más de 65 organizaciones importadoras en Europa. Representa una forma práctica y eficaz de fomentar la autonomía de los productores y promover un orden mundial más equitativo.
Este modelo comercial implica la compra directa de productos de alimentación, textiles y artesanía a cooperativas del Tercer Mundo. Los precios, tanto de compra como de venta, se establecen en función del costo real de producción. Además, el comercio justo garantiza condiciones laborales dignas y respetuosas con el medio ambiente. Los beneficios generados en las cooperativas se reinvierten en mejoras sociales. Las organizaciones de comercio justo buscan, a través de la venta de productos, brindar un apoyo económico continuo a los grupos del Tercer Mundo que enfrentan situaciones difíciles, permitiéndoles cubrir sus necesidades básicas y desarrollarse a partir de su propio trabajo.
La sostenibilidad se refiere a la durabilidad de los sistemas de producción y su capacidad para mantenerse a lo largo del tiempo. Implica mantener la productividad de los recursos empleados, especialmente los recursos naturales renovables utilizados en la producción agropecuaria, así como otros insumos necesarios.
El comercio tradicional, en el contexto de la Unión Europea, se refiere al mercado interior de cualquiera de sus países miembros. Se caracteriza por ser un comercio:
El comercio tradicional se basa en la libertad del consumidor para recorrer la tienda y seleccionar sus productos. Los establecimientos permiten el contacto directo con la mercancía sin la intervención constante del vendedor. Sin embargo, los métodos de venta tradicionales pueden resultar poco adecuados en ciertos contextos, dando lugar a la necesidad de nuevas técnicas como el merchandising.
La explotación agrícola puede ser:
Ambos tipos pueden emplear:
La explotación agrícola intensiva, caracterizada por el uso de métodos modernos, maquinaria y fertilizantes, busca maximizar el rendimiento y obtener múltiples cosechas anuales. Este proceso de sobreproducción, sin embargo, puede tener consecuencias negativas, como la pérdida de biodiversidad y la deforestación.