Portada » Filosofía » Explorando las Dimensiones de la Filosofía: Conceptos, Ética y Sabiduría
Para la metafísica, la filosofía es el saber más pleno, la auténtica sabiduría humana, la ciencia de la verdad.
La filosofía es universal, ya que abarca todo y ninguna realidad le es ajena.
La filosofía es el juicio del saber, para determinar la capacidad de conocimiento del hombre. La filosofía es la teoría del Conocimiento.
Determina que el conocimiento verdadero solo corresponde a las ciencias experimentales. La filosofía debe ser una fusión de las ciencias experimentales.
La palabra filosofía está formada por dos vocablos griegos:
Desde la filología, es amor a la sabiduría.
El filósofo se encuentra en una situación intermedia entre la ignorancia y la sabiduría:
La filosofía está en camino hacia la sabiduría.
Hay preguntas que serían claves en el estudio de la filosofía:
Kant planteó una serie de preguntas igualmente ineludibles:
Para conocer la filosofía hay que hacer filosofía. Todo hombre es capaz de filosofar, pues todo hombre tiene razón… “La filosofía responde, pues, a la actividad más natural del hombre”.
Kant decía: “No es posible aprender filosofía: únicamente se puede aprender a filosofar, a usar libre y personalmente la razón”.
Es una de las ramas de la filosofía. Son todos aquellos actos que se realizan tanto por la voluntad y libertad absoluta de la persona. Todo acto que no se realice por medio de la voluntad de la persona y que esté ausente de libertad, no ingresa en el campo de la ética.
Por lo mismo, es que debemos tender a las virtudes,
las cuales son hábitos que nos hacen más perfectos.
Es el conjunto de creencias y valores que dictan normas y costumbres que guían el actuar de las personas hacia el bien, ya se trate del conjunto de creencias que permiten distinguir entre el bien y el mal al realizar un determinado acto humano.
La sabiduría es el juicio sano basado en el conocimiento y el entendimiento.
Para el mal:
Para el bien:
La falacia naturalista describe el sesgo cognitivo (distorsión, juicio inexacto, interpretación ilógica) de pensar que lo natural es inherentemente bueno o que lo innatural es evidentemente malo.
Si bien suele creerse que se comete una falacia naturalista cada vez que se pretende fundamentar una proposición ética a partir de una definición del término “bueno” que lo identifique con una o más propiedades naturales, realmente se comete una falacia cuando se define “bueno” según una cualidad con la que general, e incluso necesariamente, se acompaña el objeto que en cuestión es bueno, sea aquella natural o no.
Según Moore, la falacia naturalista tiene su base en “el fracaso en distinguir claramente esa única e indefinible cualidad de lo que llamamos lo bueno”.
Todo aquel que identifica la bondad, el amor, la autopercepción con el bien, está cayendo en la falacia naturalista. Y es que es necesario distinguir entre la cosa en su cualidad y la cosa en su mismidad.
Así, por ejemplo, si decimos que el “amor es bueno”, podemos estar hablando o bien de una de las cualidades del amor, o bien de que el bien es el amor. Pues bien, en este último caso cometeríamos la falacia naturalista, por intentar definir lo que realmente es indefinible.
Es el concepto que engloba por completo al ser humano; engloba de manera total toda su cultura, su huella en la tierra, todas sus bases morales, éticas y afectivas; es decir, es el concepto total y amplio del individuo.
Gracias al ser, la filosofía logra explicar el comportamiento del individuo, su accionar individual.
De esta interacción individual dentro de una sociedad es de donde proviene el deber ser.
¿Cómo pueden existir enunciados del “deber ser” en sentido descriptivo, si “ser” es descriptivo, verdadero o falso, y el “deber ser” es prescriptivo, válido o inválido?
Existen tales enunciados porque son una traducción o una interpretación: es decir, el deber ser también puede ser descriptivo; el lenguaje prescriptivo puede ser interpretado, traducido o hecho más claro.
¿Quién hace esas descripciones de las prescripciones?
El juicio de valor es el juicio de lo correcto o errado de algo, basado en un conjunto o sistema particular.
Hacemos juicios de valor cada vez que calificamos o hacemos cosas. Los juicios de valor pueden ser juicios morales, éticos, estéticos, políticos, religiosos, etc., y se contraponen a los juicios de hechos.
Este tipo de juicios son muy subjetivos porque cada individuo tiene una percepción diferente de lo correcto.
Por ser subjetivos, es decir, personales, es complicado validarlos, pues cada ser humano tiene una idea diferente frente a un tema.
Tienen carácter público, pues se refieren a nuestra relación con el exterior.
Pertenecen al ámbito privado de cada persona y responden al desarrollo de su proyecto de vida.
Aceptación del paciente como persona responsable y libre para tomar decisiones en cuestiones de salud.
Orientar el ejercicio de la profesión a buscar el bien del paciente.
No perjudicar innecesariamente a los pacientes.
El consentimiento informado es la información que el médico o el equipo médico entrega al paciente cuando este va a ser sometido a alguna intervención. Es así como se le explican los métodos a disposición, las alternativas posibles, los efectos del tratamiento u operación, el objeto del acto a llevar a cabo y las consecuencias que se derivan de la toma libre y voluntaria de una decisión sobre la realización u omisión del acto médico.
En este marco legal se definió al consentimiento informado (CI) como “el acto mediante el cual el paciente, y excepcionalmente sus allegados, aceptan voluntariamente el acto médico propuesto, teniendo como base la información veraz y oportuna recibida del médico sobre la enfermedad, sus opciones de diagnóstico y tratamiento con sus riesgos, beneficios y alternativas”.
Es importante hacer énfasis en la importancia de entender que, desde el punto de vista ético, el verdadero consentimiento se refiere a que el médico debe solicitar, “pedir permiso”, y no solo represente una obligación judicial.
Voluntariedad: los sujetos deben decidir libremente someterse a un tratamiento o participar en un estudio sin que haya persuasión, manipulación ni coerción.
El carácter voluntario del consentimiento es vulnerado cuando es solicitado por personas en posición de autoridad o no se ofrece un tiempo suficiente al paciente para reflexionar, consultar o decidir.
El elemento informativo es la exposición de la información necesaria, la cual debe ser comprendida.
El consentimiento hace referencia a la decisión voluntaria de someterse o no a una intervención. La exposición de datos al paciente (elemento 3) se basa en la obligación general a que, en la asistencia en salud, se brinde la información necesaria.
El consentimiento informado es obligatorio, siendo el formulario escrito conveniente para deslindar responsabilidad de sucesos previsibles, debiendo aplicarse cualquiera sea la magnitud de la cirugía.
Debe ser directo, breve y de lenguaje simple. No tiene que contener palabras abreviadas ni terminología científica. Debe estar de acuerdo al nivel cultural de la población a la que está dirigida; en nuestro país, no debería superar el nivel de educación primaria.