Portada » Filosofía » Descartes y el Discurso del Método: Raíces, Impacto y Legado en la Filosofía Moderna
El contexto del pensamiento de Descartes, y en concreto el Discurso del Método, tiene como punto de referencia inicial el Renacimiento, en tanto que época de transición entre la doctrina medieval teocentrista, comunitaria y ecuménica, y el pensamiento barroco de carácter antropocéntrico, individual y personal. Lo podemos analizar en diferentes términos racionales:
Estos elementos, que describen la crisis y descubren el orden de un mundo nuevo, son los que se dejan oír con fuerza en el propio texto cartesiano, que marca definitivamente, con propiedad filosófica, el carácter de la época moderna. En esta época surgió una nueva filosofía, caracterizada por la autonomía absoluta del saber y de la razón como instrumento de explicación y construcción del mundo.
Esta nueva filosofía se enfrenta a una nueva problemática: la duda metódica, expresión del racionalismo cartesiano, que implica al hombre como sujeto y al mundo como objeto.
La misma idea antropocéntrica recién recuperada entra en crisis, obligando a Descartes a proponer un nuevo fundamento y metodología sobre el que levantar y establecer el propio sentido de la vida. Producto de la misma circunstancia, surgió también el empirismo, filosofía opuesta al racionalismo para definir las inquietudes vitales y conceptuales de tan difíciles épocas. La filosofía empirista sostiene que la experiencia es la única fuente válida de conocimiento. El alma no posee en sí misma contenido alguno, sino que, como ya pensaba Aristóteles, debe llenarse a partir de la experiencia sensible y del aprendizaje. Los empiristas consideran que la experiencia es el límite del conocimiento.
Ambas corrientes suponen la negación de la filosofía escolástica, que Descartes considera llena de diversas opciones que solo sirven para disputar y hablar de todo.
Descartes, como iniciador de la filosofía moderna, influyó en muchos autores posteriores. Se le puede relacionar con todo un movimiento de exaltación de la vida como realidad suprema, cuyos defensores serían Nietzsche y Ortega, ambos opuestos a la doctrina cartesiana.
La razón pura, en la que se basa Descartes, deja al margen la circunstancia, la perspectiva y la historia. Pensadores historicistas y vitalistas rechazan absolutamente en su totalidad el pensamiento de Descartes, y afirman que su expresión de la primera idea clara y distinta “pienso, luego existo” no tiene en cuenta la situación exterior al sujeto.
Ortega rechaza la idea de un sujeto pensante, tal como el que propone Descartes, pues es un sujeto-cosa, imposible, ya que el ser humano está históricamente determinado. El yo del que habla Ortega sería equivalente al sujeto cartesiano, se encuentra irremisiblemente unido a la circunstancia en la que vive. El sujeto, para el devenir de la vida, mientras que Descartes es sustancia pensante y auto coincidencia.
Frente a la razón para los cartesianos, el vitalismo reconoce la vida humana como la realidad radical, de la que la razón es uno de sus componentes esenciales. Además, el conocimiento solo es una perspectiva que depende del sujeto y de la circunstancia en la que se halla. Para Ortega, solo Dios podría contemplar el conjunto de todas las perspectivas, dependiendo de las circunstancias; eso es la razón vital, que es la vida misma, una y la misma cosa que el vivir propiamente humano.
Por el contrario, para Descartes, Dios es el fundamento cognitivo como garantía de la existencia del yo, y la razón pura alcanza la perspectiva absoluta, el tiempo absoluto y el espacio absoluto, lo que supone que nuestro entendimiento está en el vacío.
En el yo, Descartes se expresa escrita y formalmente en el “pienso, luego existo”, mientras que para Ortega este está determinado constantemente por la particularidad del medio y se manifiesta en el “yo soy yo y mis circunstancias”.
En el texto del Discurso del Método de Descartes, es fundamental para comprender su filosofía, ya que en él expone sus ideas sobre el método para alcanzar el conocimiento y sus concepciones metafísicas acerca de la realidad.
Al dudar de todo, se da cuenta de que la duda misma presupone un pensador, una mente que duda. Así concluye que, aunque pueda dudar de la existencia de su propio cuerpo, no puede dudar de que está dudando. También introduce la noción de sustancia en este pasaje. Argumenta que su esencia reside en el pensamiento, en la actividad mental, y no en la extensión material. Esta distinción entre la sustancia pensante (alma) y la sustancia extensa (cuerpo) es fundamental en su filosofía dualista.
En resumen, el texto del Discurso del Método de Descartes expone su método para alcanzar el conocimiento seguro a través de la duda metódica y presenta su concepción de la realidad como dualista, con una mente independiente del cuerpo. Estas ideas fundamentales influyeron profundamente en el desarrollo de la filosofía moderna, y continúan siendo objeto de debate y reflexión hasta el día de hoy.