Portada » Lengua y literatura » Géneros Periodísticos de Opinión y Evolución de la Poesía Española: Desde las Vanguardias hasta la Posguerra
Los géneros periodísticos de opinión informan sobre los hechos y añaden a la narración de la noticia una valoración subjetiva del autor. Se componen de la exposición de la noticia y la valoración de la misma, que puede ser una crítica o una propuesta. Entre ellos, destacan:
Las vanguardias del siglo XX se caracterizaron por su espíritu de ruptura y revolución, su pretensión de originalidad y novedad absolutas, su rechazo de las normas y tradiciones y su apuesta por la imaginación creadora. Se basaron en la búsqueda y la experimentación. Tuvieron una escasa duración y se manifestaron en distintos movimientos: Futurismo, Cubismo, Expresionismo, Dadaísmo, Surrealismo y Ultraísmo.
Ramón Gómez de la Serna (1888-1963) es una figura clave de las vanguardias. Creó un género literario propio, la greguería, que definió como humor + metáfora.
La Generación del 27 fue un conjunto de poetas que empezaron a publicar sus obras en la década de 1920, coincidiendo con el centenario de la muerte de Góngora. Entre sus miembros más destacados se encuentran Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca y Rafael Alberti. Sus influencias fueron diversas, desde las corrientes vanguardistas hasta la tradición literaria española, la lírica popular, los romances, los clásicos y poetas como Bécquer, Unamuno y Juan Ramón Jiménez.
Vicente Aleixandre (1898-1984) concibió la poesía como un impulso afectivo y solidario hacia la naturaleza. Su estilo se caracteriza por el uso de imágenes visionarias y símbolos propios del surrealismo.
Federico García Lorca (1898-1936) nació en Granada y estudió en Madrid, donde conoció a destacados escritores y artistas del momento. Murió asesinado en Granada en 1936. Su obra se nutre del folclore popular y explora temas como la frustración y el destino trágico. En obras como Canción del jinete, Poema del cante jondo y Romancero gitano, combina la vieja estrofa del romance con metáforas cultas y vanguardistas. Poeta en Nueva York fue escrito a consecuencia de la estancia del poeta en aquella ciudad.
Rafael Alberti (1902-1999) nació en Cádiz. Al acabar la Guerra Civil, se exilió primero en Argentina y luego en Roma hasta 1977. Su obra se caracteriza por la variedad de estilos, que van desde lo tradicional a lo vanguardista, y de lo popular a lo culto. Marinero en tierra (1924) tiene como tema central la nostalgia del mar gaditano. Sobre los ángeles (1929) utiliza la técnica surrealista.
El tema central de la poesía de Luis Cernuda es la expresión de su íntima insatisfacción ante la vida, fruto de su personalidad solitaria y retraída. Refleja el conflicto entre la realidad y el deseo, y aborda también el tema del amor.
Las cartas al director sirven para exponer quejas o sugerencias. Su idea principal (objetivo) suele ser plantear una sugerencia. Los contenidos secundarios incluyen la presentación del autor.
Los modificadores oracionales son adverbios que no realizan la función de complemento circunstancial, sino que modifican:
La obra de Miguel Hernández sirve de puente y transición entre la poesía de la Generación del 27 y la posguerra. En 1936 publicó El rayo que no cesa, compuesto sobre todo de sonetos que expresan pasiones intensas y sentimientos profundos. Vientos del pueblo (1937), escrito durante la guerra, inicia un tipo de poesía social que refleja sus ideas políticas de compromiso con la causa popular y el bando republicano. Cancionero y romancero de ausencias recoge los poemas escritos en la cárcel, con temas entrañables y dolorosos para el autor. Los temas humanos de la poesía de Miguel Hernández suponen una clara vuelta en contra de las teorías del arte por el arte.
Juan Gil-Albert (1906-1994) nació en Alcoy y cursó estudios de Derecho y Filosofía y Letras en Valencia. Influido por Gabriel Miró, publicó él mismo sus primeros libros. Gracias a las Misiones Pedagógicas, tomó contacto con escritores como Lorca, Dieste, Cernuda y Chacel. Su obra, elegante formalmente, está plena de un sereno espíritu clásico y una mediterránea vivencia sensual, dominada por un tono de melancolía. El tema que domina es la sincera meditación autobiográfica, como se aprecia en títulos como Misteriosa presencia y Candente horror (1936).
En los primeros años de la posguerra, se distinguen dos tendencias en la poesía española:
La poesía social de la década de 1950 se propone ofrecer un testimonio crítico de la realidad. Parte de la idea de que la función primordial de la poesía no consiste en expresar los sentimientos personales del autor, sino los problemas y sufrimientos de los hombres de su tiempo. Los temas principales son la preocupación general por España y la denuncia de la situación del hombre (injusticias sociales, lucha por la libertad). Se caracteriza por un lenguaje claro y sencillo, y un tono coloquial.
En la década de 1960, surge un grupo de poetas que comienzan a publicar a finales de los años 50 y que se muestran críticos con el prosaísmo de la poesía social. Su primer objetivo es la renovación del lenguaje poético, prestando mayor atención a los valores estéticos y formales del poema. Se centran en la experiencia personal y cotidiana. Entre los poetas más destacados de esta generación se encuentran Ángel González, José Agustín Goytisolo, Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente y Claudio Rodríguez.