Portada » Filosofía » René Descartes: Vida, Obra y Legado en la Filosofía Moderna
René Descartes (1596-1650) es considerado el primer filósofo de la Edad Moderna y el padre del racionalismo. Su obra, que abarca la filosofía, las matemáticas y la física, tuvo un impacto profundo en la historia de la ciencia y el pensamiento occidental. Descartes recibió una educación clásica y científica, y tras dedicarse a la carrera militar y participar en la Guerra de los Treinta Años, se trasladó a París, donde escribió sus primeras obras importantes.
En 1637, publicó su célebre Discurso del Método, obra que, junto con las Meditaciones Metafísicas, le otorgó gran reconocimiento. En 1649, aceptó la invitación de la reina Cristina de Suecia para trasladarse a Estocolmo, donde falleció al año siguiente. En el ámbito de las matemáticas, se le recuerda por la invención de las coordenadas cartesianas.
La filosofía de Descartes se desarrolla en una época de crisis que se manifiesta en varios ámbitos:
El siglo XVII es también el siglo de las manufacturas. Se sigue produciendo con herramientas, pero el trabajo está más organizado. Para proteger la producción propia, surge el mercantilismo.
La época de Descartes está marcada por la Reforma Protestante iniciada por Lutero, quien no creía en la libertad y la dignidad humana. Según Lutero, la salvación humana no depende del hombre ni de sus obras, sino de Dios. El optimismo renacentista es sustituido por el pesimismo. Las Sagradas Escrituras son la fuente principal de información para el cristiano y deben leerse sin intermediarios.
La reacción católica, liderada por el Papa Paulo III, creó la Sagrada Romana y Universal Inquisición para combatir a luteranos y calvinistas. Otro elemento cultural relevante es el Barroco, que se caracteriza por edificios más dinámicos y una pintura que resalta el contraste de colores. La realidad se reduce a apariencias; no hay esencia. La vida se representa como un sueño o un teatro.
Además del Barroco, surge el Neoclasicismo, que establece el orden, la claridad y la sencillez. Un último elemento cultural importantísimo es la Revolución Científica, iniciada por la astronomía. Copérnico sustituye la teoría geocéntrica por la heliocéntrica, lo que provocó la adhesión de los mejores pensadores. Durante el siglo XVI, destacan figuras como el propio Descartes, Fermat, Newton y Huygens.
El hecho de que el Discurso del Método estuviera escrito en francés rompía con la tradición que hacía del latín la lengua culta. Descartes defendía el nuevo espíritu científico, que supuso el abandono de los principios de la filosofía escolástica y planteaba la necesidad de fomentar una actitud de investigación libre. El Discurso del Método está integrado por seis partes diferentes.
La primera influencia en Descartes proviene de la filosofía de la antigüedad griega que resurgió en el Renacimiento, y más concretamente del escepticismo. La filosofía escolástica no es capaz de superar por completo algunos de sus conceptos y planteamientos, en lo que se llama el «Descartes tradicional».
El método cartesiano es comparable al amor platónico y a la dialéctica. La verdad única e incuestionable se parece mucho a la idea del Bien platónica, pero la concepción de idea es completamente diferente. Para Platón, las ideas tienen una realidad separada, mientras que para Descartes son contenido mental, están en nuestro pensamiento. Ambos son autores racionalistas porque sostienen que es mediante la razón, y no los sentidos, que alcanzamos el conocimiento verdadero. En ambos pensadores existen ideas innatas dentro de nuestra mente (principios). Para Platón, el conocimiento es recuerdo, mientras que para Descartes es razonamiento. La consideración de la temática como paradigma de la ciencia casa muy bien con el ideal platónico. Ambos autores defendían la dualidad del hombre.