Portada » Tecnología » Elaboración de la Miel: Del Néctar a tu Mesa
Las abejas obreras recolectan el néctar de las flores y lo almacenan en su buche melario. Dentro del buche, el néctar se mezcla con enzimas que lo transforman en miel. Luego, las abejas depositan la miel en las celdas de los panales y la deshidratan batiendo sus alas hasta que alcanza la consistencia adecuada.
Los apicultores utilizan la piquera, una herramienta que facilita la entrada de las abejas a las colmenas. Además, se encargan del cuidado y mantenimiento de las colmenas, asegurando la salud de las abejas y la producción de miel.
Una vez que las colmenas están llenas de miel, se transportan cuidadosamente a la fábrica de procesamiento. Este transporte se realiza de manera que se minimice el estrés de las abejas y se preserve la calidad de la miel.
En la fábrica, la miel se extrae de los panales. Primero, se retiran los opérculos (tapas de cera) que sellan las celdas. Luego, los panales se colocan en una máquina centrifugadora que, mediante la fuerza centrífuga, extrae la miel sin dañar los panales. Posteriormente, la miel se filtra para eliminar cualquier resto de cera, polen u otras impurezas.
Se realizan rigurosos controles de calidad para asegurar que la miel cumpla con los estándares requeridos. Se analizan parámetros como la humedad, el color, el sabor y la presencia de contaminantes. Después del control de calidad, la miel pasa por un proceso de maduración en tanques de almacenamiento, donde se homogeneiza y mejora su perfil organoléptico.
La pasteurización es un proceso térmico que elimina microorganismos y evita la fermentación de la miel, prolongando su vida útil. Finalmente, la miel se envasa en diferentes formatos para su comercialización.
La miel envasada se distribuye a través de diversos canales de venta, llegando a supermercados, tiendas especializadas y otros puntos de venta. Finalmente, la miel llega a la mesa del consumidor, lista para ser disfrutada.