Portada » Historia » Modelos de Estado de Bienestar y la República de Weimar: Orígenes y Evolución
El concepto de Estado de Bienestar, también conocido como New Deal en EE.UU., Welfare State en Suecia, o simplemente Welfare en Reino Unido, tiene sus raíces en el informe Beveridge de 1942, durante la Segunda Guerra Mundial. Beveridge propuso una transformación de la seguridad social hacia una cobertura universal. Dos conceptos clave son:
Este modelo, característico de los países escandinavos, es solidario, universalista y busca la desmercantilización. El Estado propone programas universalistas que permiten al individuo alcanzar la máxima independencia personal, emancipándose de la dependencia del mercado, con el reconocimiento de una renta mínima ciudadana.
En este modelo, los derechos sociales están vinculados a la clase y al estatus. El Estado tiene un impacto redistributivo limitado, actuando principalmente donde el asistencialismo familiar no llega. Países como Alemania, Francia, Bélgica y Austria son ejemplos, aunque a veces también se incluyen Italia y España.
En países como Estados Unidos, Canadá y Australia, el mercado es la estructura fundamental del bienestar. El Estado ofrece subsidios modestos a personas de clase baja, con transferencias universales limitadas y restringiendo el acceso social a la asistencia y prestaciones.
Este modelo, presente en Nueva Zelanda y Reino Unido, lucha contra la pobreza y la desigualdad de ingresos a través de instrumentos retributivos, sin grandes gastos públicos en lo social.
Estos regímenes, post-autoritarios y con baja tasa sindical, se caracterizan por un nivel de gasto y desmercantilización bajos. Su estado de bienestar se basa en la modernización capitalista, la formación de una democracia política y la demanda de las clases trabajadoras. Incluye tres fases de reforma social: asistencialidad, seguridad social y estado de bienestar. Países como Grecia, España, Italia y Portugal son ejemplos.
El capitalismo busca la prosperidad general, pero el sistema no garantiza que todos sean ricos.
La República de Weimar, cuyo nombre es posterior a su creación, se estableció tras la firma de la constitución de 1919 en Weimar. Se caracterizó por una inestabilidad continua debido a la creación de grupos paramilitares. En 1918, la revolución de noviembre dio paso a una república libre y socialista alemana, liderada por Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. En enero de 1919, surgió el levantamiento espartaquista y la fundación del Partido Comunista Alemán (KPD). También se creó el Partido Obrero Alemán, que luego se transformó en el Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP) por Hitler. En Baviera, surgió una república soviética en abril/mayo de 1919. Alemania estaba dividida, con dos líderes principales: Austria y Prusia. Prusia ganó la guerra y dominó Alemania. Desde Baviera, se separaron y comenzó la República de Weimar.
La constitución de Weimar, con 181 artículos, es relevante por su carácter social. Aunque el imperio seguía llamándose imperio, era una república. El presidente era elegido por sufragio directo, con mucho poder limitado solo por el parlamento. El canciller, que asumía el poder ejecutivo, era elegido por sufragio proporcional. La administración civil estaba en manos de los estados. Prusia era el estado más extenso y rico, y gobernar Prusia era gobernar Alemania.
Esta constitución fue la primera en incluir el adjetivo social, proclamando que el Estado buscaba, además de la democracia, la justicia social. Se consolidaron las políticas creadas durante la guerra, como el subsidio de desempleo, subsidios para mutilados, viudas y huérfanos de guerra, y pensionistas. La construcción de la República de Weimar como un estado social llevó a una expansión del trabajo de las organizaciones benéficas particulares.
Surgieron dos corrientes sindicales principales:
Este modelo propuso un modelo bolchevique, con la dictadura del proletariado y la toma del poder por la fuerza. El socialismo occidental reaccionó defendiendo la democracia. Las soluciones propuestas fueron controlar los puestos de dirección por los comunistas, romper con los partidos reformistas y con la burguesía, y rechazar la colaboración con la democracia. De aquí surgieron los partidos comunistas.
Este modelo buscaba sustituir el capitalismo por la autogestión de los centros de producción. Tuvo éxito entre trabajadores temporeros como jornaleros agrícolas, trabajadores de muelles, gas y construcción. Triunfó en España, Alemania y otros países con trabajadores precarios. Los principales sindicatos fueron: