Portada » Español » Fomento de la Competencia Literaria en la Infancia: Estrategias y Recursos
Los criterios estético-literarios se centran en la capacidad de generar belleza y placer a través del juego del lenguaje. Implican la búsqueda de la máxima potencialidad expresiva, el reconocimiento y uso de los rasgos lingüísticos y literarios, y la activación de todos los saberes implicados en el proceso de recepción literaria. Se dividen en las siguientes dimensiones:
El mediador debe considerar:
Es importante abordar el problema de la convivencia entre la lectura obligatoria y voluntaria, ya que la lectura no siempre se percibe como una alternativa de ocio, sino como una lectura instrumental. La labor del mediador es poner en contacto el libro con los lectores, aunque la última palabra en la elección la tiene el lector. Es crucial analizar la dimensión pragmática de los textos. No todos coinciden en la necesidad de un mediador.
La formación lectora implica saber leer o aprender a leer literariamente, accediendo al significado de un discurso literario. La competencia literaria es una capacidad humana que posibilita la producción de estructuras poéticas y la comprensión de sus efectos.
Pasos para la lectura:
El intertexto lector es un componente básico de la competencia literaria. Integra, selecciona y activa el conjunto de saberes, estrategias y recursos lingüístico-culturales para facilitar la lectura de textos literarios. Las obras de la Literatura Infantil y Juvenil (LIJ) potencian la formación receptora y guían la interpretación, fomentando la interacción y la implicación del lector. La formación de la competencia literaria se basa en obras de la LIJ que potencien la hermenéutica. Las referencias, contenidos y saberes del lector influyen en su interpretación de la obra.
La metaficción dota a un texto de varios niveles de significación y recepción. Ha proliferado en la segunda mitad del siglo XX, especialmente a partir de los años 70 (posmodernidad).
La literatura infantil tiene la responsabilidad de transmitir valores. A mediados de los años 70, surgieron colecciones como «A favor de las niñas». Desde esa década, se ha avanzado en la representación de la mujer. Cañamares clasifica los libros en:
Inicialmente, los niños se satisfacen con reconocer y nombrar el contenido de las imágenes, viendo las historias en episodios desconectados. Posteriormente, aumentan su capacidad para establecer nexos en las acciones y ordenar las ilustraciones dentro de un esquema narrativo. Hacia los seis años, dominan la estructura de la narración.
Esquema de narración simple:
Las acciones de los personajes se pueden agrupar en las 31 funciones de Vladímir Propp, como alejamiento, transgresión, prueba, persecución, etc.
La Lírica Popular de Tradición Infantil incluye composiciones que interpretan o interpretaban los niños, o que los tenían como destinatarios o protagonistas, o que ellos han hecho suyas.
Con la lírica, los niños adoptan un papel, se mueven a un ritmo, realizan gestos, repiten, responden, cantan, y aprenden normas sociales y lingüísticas.
Aspectos presentes en el folclore infantil:
Aprender a leer las imágenes implica comprender ciertas convenciones:
¿Qué pueden hacer las imágenes?
Es lo que una persona necesita para comunicarse eficazmente en contextos culturalmente significativos.
La lengua es comunicación y tiene una dimensión social. Nos permite saber cómo nuestros coetáneos perciben el mundo, cómo lo entendían nuestros antepasados y cómo lo expresamos, transmitimos y entendemos nosotros mismos. Como cita Ludwig Wittgenstein, la lengua es una herramienta de conocimiento e interpretación para desenvolverse en el mundo y contribuir a la autonomía personal. También es un objeto de estudio.
Hablar, escuchar, leer y escribir.
Conceptos clave: zoom, circularidad del viaje, espacios peritextuales.
Referencias a «Los tres cerditos» de Joseph Jacobs, «Caballero sonriente» de Frans Hals, «Señor y señora Andrews» de Thomas Gainsborough, «El grito» de Edvard Munch, «Gorila» de Anthony Browne. Concepto clave: despersonalización.
Opulento.
«Nanita, ea», «El escondite al revés», «Cuna luna» (juego mímico), «Comba del pavo, pavito», «Corro de la gallinita ciega» (canciones escenificadas), «¿Quién paga?» (echar a suertes), «Adivina, adivinanza», «Rolde de la luna coja» (que llueva), «Corro de la gallinita ciega», «Comba del pavito, pavo», «Nanita ea», «¿Quién paga?» (echar a suertes). Recursos: rimas, anáfora («monería», «palabra luna»), paralelismo («si fuera»), comparación («como si fuera un tobogán»), estribillos («a la nanita, nana»), enumeración («monerías», «luna de miel», «de papel», «de ajo»).
Recursos: estribillo («plim plim plam», «hojitas de menta», «cielo con estrellas», «pelotas de tela», «casas de madera»), onomatopeya («plim, plim, plam»), rima, paralelismo, metáfora («suave danza de papel/vuelo»), enumeración («buscan aventuras, juego, hamaca y canción»).
Referencias a «Ricitos de Oro» (Robert Southey), Hermanos Grimm («Hansel y Gretel», «Cenicienta», «El Gato con Botas»), «Jack y la judía mágica» (Hans Christian Andersen), «Los tres cerditos», Humpty Dumpty. Concepto clave: sortilegio.
«Id a la página 19», «Regresad a la página 14», monocolor, fotografías y pixel art, «En un libro te puedes encontrar muchas sorpresas», «Estas páginas son digitales». Referencias a Bob Esponja, Bart Simpson, Hulk, Caperucita Roja. Expresiones coloquiales: «Qué va», «venga», «vamos».
El texto dice «mapas» y se ve lanzar aviones de papel a un tigre encima de un árbol; el texto dice «lápices» y se ve dibujándose como una cebra; el texto dice «flotador» y se le ve descansando encima de un pingüino. Concepto clave: cabeza pequeña, perspectiva infantil.
Historias tradicionales («Caperucita Roja», «Los tres cerditos», «Hansel y Gretel»), anime («One Piece», «Dragon Ball», «One Punch Man»), cómic («Spiderman», «Batman»), películas («Tiburón», «E.T.», «The Ring»), obras contemporáneas («Cuentos por teléfono» de Gianni Rodari, «Bienvenue dans le Loch Ness Bus», «Boy» de Roald Dahl).