Portada » Lengua y literatura » Explorando los Elementos Clave de la Narrativa: Personajes, Tiempo y Espacio
En las obras narrativas se presenta una realidad ficticia o realidad representada (mundo de ficción) como si fuese el mundo exterior u objetivo, es decir, de forma ajena al autor.
En este tipo de textos el autor describe personas, situaciones y ambientes, relata acciones y acontecimientos sucedidos en tiempos y espacios diversos, hace hablar —a través de monólogos o diálogos— a sus personajes y, a veces, da cuenta del mundo interior —pensamientos, sentimientos, estados de ánimo, intenciones— tanto del de sus personajes, como del suyo propio.
En función del narrador la acción se distinguen los siguientes puntos de vista:
El narrador no debe confundirse con el emisor o autor real del texto. El narrador es la voz que ordena y cuenta los hechos desde una mirada concreta de los mismos (**punto de vista**) y, en ocasiones, introduce comentarios. Según el punto de vista desde donde actúa el narrador tenemos:
Son los que causan o sufren los acontecimientos. Los personajes por su profundidad psicológica pueden ser:
a) Estereotipos, que encarnan un modelo de conducta previamente establecido (el héroe, el antihéroe, el enamorado, etc.). Una variante es el personaje alegórico que encarna ideas o principios abstractos: la muerte, la libertad, la noche…
b) Tipos, encarnan a un colectivo social que el público reconoce: el mendigo, la prostituta, el criado, el soldado, etc.
c) Personajes individuales, que poseen su propia complejidad psicológica que los diferencian de los otros personajes de un relato, etc.
Por otra parte, atendiendo a su relevancia en el relato, podemos diferenciar entre personajes principales (protagonistas y antagonistas) y secundarios.
En relación con la realidad, el espacio narrado puede ser:
a) Espacio real. Corresponde con lugares auténticos e identificables. Madrid, Barcelona, Nueva York.
b) Espacio imaginario. No existe en la realidad pero ha sido creado a partir de lugares similares de la realidad. Aunque no es auténtico, contiene elementos reales o posibles (por ejemplo, Vetusta, en La Regenta, de Clarín).
c) Espacio fantástico. No existe ni tiene relación con espacios reales (por ejemplo, los lugares de las novela de ciencia-ficción o de obras como El señor de los anillos).
Los hechos narrados ocurren en una sucesión temporal. Distinguimos dos tipos de tiempo narrativo: el tiempo externo y el tiempo interno.
a) El tiempo externo es la época en la que se desarrolla la acción.
b) El tiempo interno es la forma en la que se ordenan cronológicamente los acontecimientos que aparecen en el relato. Lo más frecuente es el orden lineal, pero no siempre es así, y en la narrativa actual muchas veces la acción empieza en un momento determinado de la historia y después se cuentan unos hechos que han sucedido con anterioridad (**ordenación retrospectiva o técnica del flash back), o por el contrario, lo narrado anticipa hechos que todavía no deberían haber sucedido (**ordenación prospectiva**). A veces, incluso, los acontecimientos se disponen de una manera desordenada, por ejemplo, empezando por el final, como hace García Márquez en Crónica de una muerte anunciada.
Además de la ordenación cronológica o lineal, el narrador puede empezar el acto mismo de la narración siguiendo otras pautas:
a) In media res (“en mitad del asunto”): se inicia la narración por el nudo o centro de la historia, se vuelve al comienzo y cuando se llega al centro se prosigue linealmente.
b) In extrema res: se inicia la narración o relato por el final o desenlace de la historia.
c) Contrapunto: yuxtaposición de diversas situaciones narrativas que se desarrollan en secuencias que se van sucediendo alternativamente.