Portada » Geografía » Evolución y Tendencias del Sector Terciario y la Industria en España
Desde principios del siglo XX, una gran cantidad de personas dedicadas al sector primario se trasladó a las ciudades para trabajar en las industrias. En los años sesenta del siglo XX se produjo un aumento espectacular del número de trabajadores en el sector secundario, lo que situó a nuestro país entre el grupo de países plenamente industrializados.
Pero a raíz de la crisis de 1973, la población activa dedicada al sector secundario descendió. En 2007, la población activa ocupada en el sector secundario se situaba en un 29,1 %, dedicados a la industria y a la construcción.
Los factores que han determinado esta reducción han sido la reconversión de muchas industrias, las cuales han optado por reducir mano de obra e introducir maquinaria altamente tecnificada. En el sector de la construcción, el número de trabajadores que la integran había conocido un gran auge en los últimos años. El número de ocupados en la construcción fue creciendo progresivamente hasta alcanzar su cifra récord en 2007, cayendo en picado en 2008. Este sector de trabajadores se ha caracterizado por una gran presencia de inmigrantes.
En cuanto a riesgos laborales, la población activa del subsector de la construcción también destaca por ser uno de los colectivos laborales con más riesgo.
La entrada de España en la Comunidad Económica Europea supuso una progresiva apertura de un mercado exigente pero con una alta capacidad adquisitiva. En relación con el sector secundario, los objetivos principales de la UE son promocionar las inversiones, promocionar la investigación y el desarrollo, y fortalecer la competencia.
Las consecuencias directas de la entrada en la UE para la industria española fueron diversas: La desaparición de los aranceles entre los Estados miembros, es decir, la unión aduanera, supuso que los productos industriales del resto de los países integrantes de la Unión podían ser vendidos en España sin impuestos.
Por otra parte, los países integrantes de la Unión Europea aumentaron significativamente sus inversiones en la industria de nuestro país. La UE favorece la cooperación industrial. Sin embargo, la estructura industrial española supuso un problema. La excesiva cantidad de PYMES. La competencia de las multinacionales empujó a muchas de ellas al cierre definitivo.
Además, la Unión Europea ofreció la posibilidad de recibir ayudas financieras. La pertenencia a la Unión Europea ha permitido mejorar la estructura industrial española. Actualmente, un objetivo principal de la política industrial europea y española es conseguir una alta competitividad de las empresas y dar flexibilidad a los mercados.
El subsector de la construcción se considera como un subsector independiente dentro del secundario. La construcción contribuyó al desarrollo industrial de los años sesenta del siglo XX gracias a tres factores: el valor de estas actividades, las repercusiones públicas y sociales, y la capacidad, superior a otras actividades, para crear puestos de trabajo.
El Estado programó la construcción de vías de comunicación, así como de obras hidráulicas. A partir de 1960 se construyeron autopistas y autovías para poder facilitar la llegada de materias primas a las zonas más industrializadas, la exportación de productos agrícolas hacia Europa, y la entrada de vehículos hacia los centros turísticos de la costa. Por otra parte, en los centros urbanos, la construcción de viviendas, de locales y de naves industriales se activó como consecuencia del desarrollo industrial y de las migraciones del campo a la ciudad. Este impulso constructor motivó a su vez el auge de las empresas dedicadas a la producción de cemento, así como de las siderúrgicas. Sin embargo, la crisis de los años setenta del siglo XX, arrastrada hasta principios de los ochenta, desaceleró la construcción.
A mediados de la década de los ochenta volvió a resurgir la construcción. Se edificaron nuevas viviendas, locales y naves industriales. En la década de los noventa, las restricciones presupuestarias por parte del gobierno afectaron a la construcción de obras públicas. A partir del año 1998, el subsector de la construcción en España experimentó un enorme auge, hasta finales de 2007, caracterizado por el aumento desproporcionado de los precios de la vivienda. Este fenómeno, conocido como burbuja inmobiliaria, fue provocado por la especulación y la recalificación del suelo. La urbanización y la construcción de viviendas tuvieron un impulso enorme, tanto desde la iniciativa privada como desde el sector público, en forma de VPO (viviendas de protección oficial). A pesar del aumento de los precios, la demanda de vivienda se sostuvo por el mayor poder adquisitivo de la población. La construcción ha sido, por tanto, un sector clave para la economía española en la última década. A partir del año 2008, este modelo ha entrado en una profunda crisis, fruto de los elevadísimos precios que llegaron a tener las viviendas y de la crisis financiera mundial. La demanda se ha frenado bruscamente, lo que ha supuesto el cierre de muchas empresas constructoras y la pérdida de miles de puestos de trabajo.
La industria se localiza en lugares que reúnen una determinada serie de condiciones que se conocen como factores de localización. Estos son los causantes de que las fábricas se agrupen en zonas concretas del territorio. La existencia de recursos naturales y humanos, las condiciones de accesibilidad y la oferta de la zona industrial (terrenos, condiciones fiscales favorables…) determinan que una fábrica se construya en un área.
La presencia de parques tecnológicos es un factor muy atrayente para la instalación de ciertos tipos de industria, como la electrónica, las telecomunicaciones y los servicios avanzados. La región industrial. El hecho de que exista un tejido industrial ya consolidado permite a las industrias beneficiarse de ciertas ventajas, como por ejemplo las economías de escala y las economías de aglomeración.
Son representaciones de series estadísticas que permiten el análisis, la interpretación y la comparación de las cifras de todo tipo de actividades.
El gráfico lineal refleja una estadística que evoluciona a lo largo del tiempo. Puede ser de una sola línea, que representa un solo hecho, o multilineal, si representa varios hechos relacionados. El gráfico de barras se puede utilizar para indicar una evolución en el tiempo. También, para representar diferentes valores estadísticos, relacionados entre sí y que no marcan una evolución en el tiempo. Las barras deben ser de igual anchura y de longitud proporcional a la cantidad de que se trate en la escala elegida. Pueden ser horizontales o verticales, simples o compuestas (si se representan dos estadísticas sobre el mismo valor). El diagrama sectorial representa, en porcentajes, la proporción de los distintos componentes que forman una variable. Generalmente es un gráfico circular en el que el círculo representa el valor de la variable, y cada sector en que se divide el círculo corresponde a los distintos componentes de aquella. También puede ser un semicírculo. Para calcular los porcentajes para su elaboración, se debe tener en cuenta que un círculo tiene 360º. Los datos también se pueden representar mediante un diagrama de franjas, en el que el valor de la variable está representado por un cuadrado. El diagrama triangular.
El proceso de terciarización de la economía española no ha sido homogéneo en las distintas regiones. En los años sesenta del siglo XX, la Comunidad de Madrid ya superaba la cuota exigida del 50 % para considerar su economía como terciarizada; por su parte, Extremadura y Galicia presentaban los menores porcentajes de empleo. Al alcanzarse el año 1983, la evolución del empleo en el sector servicios, como era de esperar, fue destacada en todas las regiones. El desarrollo del sector turístico es en parte el causante de estos elevados porcentajes. En la actualidad, cuando el proceso de terciarización ya ha llegado desde hace años a todas las comunidades autónomas, la Comunidad de Madrid sigue siendo la que mayor porcentaje de sector terciario presenta. Tanto Madrid como Cataluña son sedes de importantes centros de investigación y desarrollo, universidades, sedes de grandes multinacionales… y poseen un destacado volumen de empleo en el sector del ocio, la cultura y el comercio. Las comunidades de Baleares, Canarias y Andalucía siguen destacando gracias al desarrollo turístico.
La economía española, eminentemente agraria en los años cincuenta del siglo XX, accedió a la consideración de industrializada entre 1960 y 1970, para confirmarse, en la década de 1980 y, sobre todo, a partir de 1983, como una economía terciarizada, al haber superado el empleo en los servicios el 50 % del empleo total.
Se denomina comercio exterior al intercambio comercial que se realiza con otros países. Desde 1993, y como miembro de la Unión Europea, el comercio español se ha visto afectado por la apertura de fronteras y la libre circulación de mercancías y personas entre los países miembros. El intercambio comercial con otros países es importante para la economía de un país, y el volumen de dicho intercambio, reflejado en la balanza de pagos, es un indicador del desarrollo socioeconómico. La balanza de pagos registra las transacciones económicas que se llevan a cabo entre los agentes económicos residentes en el país y los del resto del mundo, en un período concreto, generalmente un año. Se desglosa en balanza por cuenta corriente, balanza por cuenta de capital y balanza por cuenta financiera.
La balanza por cuenta corriente está formada por:
La balanza por cuenta de capital recoge las inversiones realizadas por el capital extranjero en España, y por el capital español en el extranjero.
La balanza por cuenta financiera
La balanza de pagos presenta como características:
La balanza comercial
La balanza comercial española presenta un déficit constante; sin embargo, a lo largo del 2008, se observa una ligera tendencia al descenso del déficit. Entre los productos más importados, destacan los productos energéticos. Sectores tradicionalmente exportadores, como el calzado o los juguetes, se han modificado en los últimos años.
Según el destinatario, una tipología podría ser: servicios a las personas, a las empresas y de distribución. Otra clasificación puede ser: sector terciario económico, del bienestar social y direccional.
Corresponde a todos los servicios relacionados con el desarrollo de la economía, como pueden ser los bancos, las finanzas, la bolsa, las compañías aseguradoras, el comercio, el transporte y las comunicaciones. El comercio, los transportes, las comunicaciones, y principalmente el turismo son algunos de los servicios económicos más importantes por su desarrollo y el grado de utilización de la población.
Son los servicios relacionados con el bienestar de la sociedad en general como la salud y la asistencia social. También las actividades relacionadas con la educación, la cultura y los cuerpos de seguridad. Este sector ha experimentado un gran aumento en España desde los años setenta.
Engloba las actividades relacionadas con la dirección, la planificación y el control de la política, la economía y la sociedad, como es el caso de los gobiernos, los sindicatos, los altos funcionarios, las asociaciones de empresarios. La importancia creciente de la investigación, de la información y del conocimiento ha llevado a que, desde hace unos años, se hable de la aparición de un nuevo sector económico: el sector cuaternario. El sector cuaternario se caracteriza por las acciones de concebir, crear, interpretar, organizar, dirigir y transmitir, con la ayuda y soporte del conocimiento científico y técnico. Este nuevo sector económico aglutinaría actividades y relacionadas con la gestión y distribución de la información. Se produce el desarrollo de la denominada sociedad de la información.
El sector terciario es aquel que reúne todas las actividades económicas que no producen bienes materiales, sino que ofrecen servicios que la sociedad en su conjunto, y cada persona en particular, demandan. También se conoce con el nombre de sector servicios. Las actividades que se agrupan bajo este sector son numerosas. Se incluyen todas las relacionadas con el comercio, los transportes, las comunicaciones, las finanzas, el ocio, el turismo, la educación, etc.
El sector terciario puede considerarse un indicador del desarrollo y bienestar en la mayoría de los países. Por lo general, los países desarrollados tienen a más del 50 % de la población activa ocupada en el sector terciario, por lo que son países con una economía terciarizada. El sector terciario depende del desarrollo industrial que necesita de las infraestructuras y los servicios que este ofrece. Cuanto mayor es el desarrollo económico, más elevado es el número de hospitales, escuelas, comercios, etc. Y, por tanto, aumenta la población activa ocupada en este sector. El crecimiento estadístico de las actividades terciarias se debe a la tercerización, desarrollada como consecuencia de los procesos de reestructuración productiva y cambios en la división del trabajo. Para explicar el crecimiento de los servicios, hay que tener en cuenta, los cambios tecnológicos, especialmente los referidos a las tecnologías de la información y la comunicación. Otros factores dignos de consideración son el aumento de las rentas, el crecimiento del tiempo de ocio y las transformaciones de los estilos de vida. El análisis detallado de la población ocupada en el sector servicios muestra también que es en este sector donde se desarrolla más el empleo a tiempo parcial, los contratos temporales, el trabajo por cuenta propia, el empleo femenino y la economía sumergida.
Es la distribución de mercancías efectuada en el interior de un país. Ha crecido paulatinamente en los últimos años como lo demuestran datos sobre su aportación al Producto Interior Bruto y el empleo generado. La aportación al PIB es del 14 % aproximadamente.
La localización comercial depende de factores como los transportes y las comunicaciones. También influye el área comercial. Es el espacio geográfico formado por el conjunto de municipios cuya población se siente comercialmente atraída por el municipio de mayor equipamiento comercial de la zona, que constituye su núcleo central o cabecera.
Las áreas comerciales vienen determinadas por la conjunción de diversas características como las infraestructuras viarias, la cantidad de población y su poder adquisitivo o el número de centros comerciales. Las áreas comerciales más importantes de España son: Madrid, Barcelona, Sevilla, Alicante, Murcia, Bilbao…
El gran crecimiento del comercio y la creación de las nuevas formas comerciales tienen como causa el aumento del consumo. Las empresas elaboran estudios de marketing para conocer los gustos del consumidor y evaluar cuáles son los productos que tendrán más ventas. Uno de los principales problemas del aumento del consumo es que se puede llegar a la situación de consumismo (gastar más de los que realmente podemos gastar). Uno de los medios que más influye en el consumismo es la publicidad, que informa sobre los productos al consumidor. Da una imagen positiva del producto y explica sus características más importantes. Frente al consumismo, existe una mayor sensibilización de la sociedad hacia un consumo más racional y sostenible, responsable y en el comercio justo. El consumo responsable reclama un cambio en los hábitos del consumo de la población, para que se consuma sólo lo necesario. El comercio justo es un movimiento que trata de establecer unas relaciones comerciales justas y equitativas con los Estados productores. El objetivo es la eliminación al máximo de los intermediarios y la fijación de unos precios mínimos que garanticen una calidad de vida que permita el desarrollo de estos Estados.