Portada » Música » Evolución de la Música: Renacimiento, Voz Humana y Avances Tecnológicos
El Renacimiento fue la etapa histórica que sucedió a la Edad Media, aproximadamente entre los años 1400 y 1600. Este periodo se caracterizó por una gran cantidad de cambios procedentes de una nueva mentalidad humana. Fue una época de grandes avances tecnológicos en la que los seres humanos empezaron a hacerse preguntas con respuestas racionales, lo que produjo muchos avances científicos. Mientras que en la Edad Media el centro de la creación era Dios, en el Renacimiento fue el ser humano, dando lugar al humanismo. Culturalmente, el cambio más importante fue la invención de la imprenta, que permitió la copia de libros y música. Desde el punto de vista social, apareció la burguesía, una clase social que no era aristócrata pero tampoco vasalla, y que gozaba de una cierta estabilidad social y económica. La burguesía apoyaba a los artistas, lo que les daba prestigio. Desde el punto de vista artístico, se intentó renacer el interés por la cultura grecolatina (a excepción de la música, que no volvió a las formas antiguas). De ahí el nombre de «Renacimiento». Cabe destacar que el único momento en que la música vuelve atrás es en la actualidad. Como artista destacado de la época, podemos mencionar a Leonardo Da Vinci, quien fue inventor, científico y pintor. La música renacentista fue polifónica, aunque seguía habiendo música religiosa y profana. Era principalmente vocal, y los instrumentos eran muy rudimentarios; el más usado fue el laúd. Esta polifonía podía ser homofónica, en la que se pronuncian las sílabas a la vez, o contrapuntística, en la que se repite la misma melodía desde puntos diferentes. El Renacimiento en España fue muy importante y se produjo en el Siglo de Oro (siglo XVI). Otro movimiento musical fue el provocado por el movimiento religioso luterano.
La Escuela Franco-Flamenca se desarrolló entre el Ars Nova y el momento en el que Italia tomó el timón en la primera mitad del siglo XV. Esta escuela se sitúa al norte de Francia, en los Países Bajos. Destacó tanto en pintura como en música, y debe su importancia al comercio, a los puertos de Amberes y Holanda, y al Ducado de Borgoña. Los principales compositores de esta escuela fueron Guillaume Dufay (1400-1474) y Josquin des Prés (1450-1521), quien fue uno de los más importantes y fue contratado como maestro de orquesta en la catedral de Florencia. El más importante fue Orlando di Lasso, que vivió muchos años en Italia. Estos compositores renovaron el modo de hacer música; su polifonía fue más suave y transparente que la del Ars Nova, y su estilo influyó mucho en los compositores de su tiempo. Las características de la polifonía renacentista son:
Italia fue el referente social y cultural, con Florencia a la cabeza. Estaba formada por estados independientes, cada uno con sus formas de gobierno. Se produjeron dos escuelas: la romana y la veneciana.
Martín Lutero, profesor de universidad, decidió plantear una serie de cuestiones en las que no estaba de acuerdo con la Iglesia en 95 tesis. En consecuencia, Lutero fue excomulgado, pero siguió predicando y consiguió formar la Iglesia Protestante, una de las cuatro ramas del cristianismo (catolicismo, protestantismo, ortodoxia y anglicanismo). La reforma de Lutero tuvo consecuencias musicales, ya que consideraba que la música debía tener un peso importante en la sociedad. De esta manera, Lutero planteó cambios musicales diferenciados a la polifonía de la escuela romana y española; era un planteamiento novedoso. Primero, hizo participar al pueblo en las canciones, que hasta entonces, por la complejidad de la música romana, no podían participar, principalmente porque no conocían el latín, y resultaba costoso. Cambió el idioma. Segundo, al no tener el pueblo conocimientos musicales, se cantaba algo fácil y pegadizo, en lo que la melodía se aprendiera pronto. Muchas veces era música monódica transformada en polifonía gracias al acompañamiento del órgano. Todos estos cambios permitieron que todos los fieles participaran en los cantos de la Iglesia y que apareciese el coral protestante, una pieza corta, fácil de entender y pegadiza, en lengua vulgar, generalmente monódica y a veces acompañada por el órgano. Estos corales fueron el punto de partida de los grandes compositores del Barroco, como Johann Sebastian Bach, el músico más importante de la historia. Frente a estos cambios de Lutero, la Iglesia de Roma intentó luchar a través de la Contrarreforma. Mediante el Concilio de Trento se tomaron medidas para minimizar el efecto causado por la reforma. Los cambios de la Iglesia se acercaban a las propuestas de Lutero y se hicieron polifonías más claras en las que el mensaje religioso fuera más importante. Hacia finales del Renacimiento, la música religiosa perdió complejidad.
La voz humana es el instrumento más importante que tiene, ha tenido y tendrá el ser humano. Ha sido el instrumento musical por excelencia, a excepción de los siglos XVIII y XIX (Clasicismo y Romanticismo), en los que la música instrumental fue más importante. Según cómo hayamos sido educados, la usamos de una manera o de otra.
El diafragma es el músculo más grande que tenemos. Se usa para la respiración diafragmática, en vez de que se desgasten las cuerdas vocales. Es imprescindible para cantantes, instrumentistas de viento, profesores, etc. Abre la cavidad de las costillas para poder obtener más aire y emitirlo a mayor o menor presión si se quiere un sonido más grave o agudo. Con la respiración diafragmática se consigue un sonido más amplio y se evitan lesiones en las cuerdas vocales, como nódulos, irritaciones, etc. La voz humana puede pertenecer a la familia de viento o de cuerda, ya que al pasar el aire por la laringe vibran las cuerdas vocales. Es más correcto clasificarla en los instrumentos de viento porque el aire es el origen de la vibración. Variando la presión del aire cambia la altura.
El diafragma va a tener un movimiento ascendente cuando espiramos a una determinada presión y descendente cuando inspiramos. En las cuerdas vocales, cuando pasa el aire por la laringe, estas vibran y les da el timbre a cada persona. No hay dos personas con el mismo timbre. Pero ese sonido es muy pequeño y debe ser amplificado con unos órganos resonadores. Hay tres: los senos frontales en las cejas, las fosas nasales y la cavidad palatal (la boca). De estos, el más importante es la cavidad palatal, y es usado para hablar y cantar. En ella se abre la boca en forma de campana, y el sonido choca con el paladar y sale al exterior.
La voz se clasifica en función de la tesitura, que es el rango de notas, de la más grave a la más aguda, de un instrumento o de una voz. Las voces pueden ser de mujer o de hombre, puesto que la voz de chico durante la pubertad se hace una octava más grave que la de mujer porque el cuello se ensancha y el aire sale a menos presión. En los chicos, el cuello sufre cambios en la pubertad. Al cantar, mujeres y hombres lo hacen en distinta escala.
La voz de contralto siempre es más aguda que la de tenor. Dependiendo del color de la voz, es decir, las cualidades de la voz para interpretar distintos papeles, las sopranos se subdividen en ligera, lírica y dramática; las mezzosopranos en lírica y dramática; y la contralto no tiene subdivisión. En los hombres, el tenor se subdivide en ligero, lírico y dramático; el barítono en lírico y dramático; y el bajo no tiene subdivisión. Entre la voz de contralto y tenor aparecieron los contratenores, personas que desarrollan una técnica que se acerca a la altura de contralto para representar las obras de los siglos XVI y XVIII, ya que las mujeres no podían actuar, y en las óperas cantaban los contratenores. Estas voces intentaban imitar a los castrati.
El ser humano siempre ha cantado junto, y es la forma más natural de expresar sentimientos. Los coros vocales se clasifican:
Algunos ejemplos de voces blancas son los Niños Cantores de Viena. Los coros grandes más importantes son los coros ingleses y el Coro Nacional de España. Destacan solistas como Montserrat Caballé (soprano), Plácido Domingo (tenor), Cecilia Bartoli (mezzosoprano) y Joan Pons (bajo).
La década de 1920, llamada los «felices años 20», fue una época en la que la gente solo pensaba en vivir el día a día, puesto que la vida podía cambiar de un momento a otro por las guerras. Se inició la cultura de masas, es decir, la universalización de la cultura a todas las capas sociales, lo que supuso una de las transformaciones más importantes del siglo XX. La gran aportación de la música popular fue el jazz, que llegó hasta París, una de las capitales europeas de este tipo de música. El método de grabación de esta época fue la radio, que consiguió que la música llegara a cualquier persona. En la invención de la radio intervinieron varios científicos: Nikola Tesla fue el primero en patentar los inicios de la radio; Marconi consiguió emitir señales acústicas sin cables; y Lee De Forest inventó el tríodo o lámpara amplificadora, que permitía emitir el sonido con gran potencia. Esa radio, para poder emitirse, necesitaba también un elemento que convirtiera la señal sonora en electromagnética. Cuando lanzamos el sonido al micrófono, dentro hay una membrana que vibra, y detrás de ella, una bobina imantada con cobre. El micrófono transforma la energía acústica, que viaja a través de un cable a un amplificador que potencia el sonido, y después al altavoz, en el que la energía electromagnética se transforma en impulsos sonoros. Estos inventos se producen para que la radio pueda escucharse, produciendo una grabación eléctrica con mejor calidad de audición que la mecánica (gramófono y fonógrafo). En un principio, la radio se usó como medio de información de emergencia para la comunicación marítima, por si había problemas. En ese caso, emitían señales de socorro mediante la radio. Después pasó a usarse como medio de información general, y a partir de los años 20, como método de entretenimiento, emitiendo concursos. La radio emite de dos formas: en AM (Onda Media), con mayor alcance pero menos calidad musical, y en FM (Frecuencia Modulada), con menor alcance pero más calidad de sonido. La Onda Corta es de larga distancia y es utilizada para emitir en otros países. La radio se convirtió en el instrumento más importante para la música. Las industrias discográficas evolucionaron hasta que el 24 de octubre de 1929, con la caída de la Bolsa de Nueva York en aquel «jueves negro», se frenó la economía. Los años 30 fueron los años dorados de la radio. Más adelante, el desarrollo tecnológico hizo que la voz del cantante ya no fuera muy importante, puesto que su voz puede ser modificada en un estudio.
En la década de los años 20 apareció también el cine sonoro gracias a la banda sonora. En 1928 se estrenó la primera película con sonido, «El cantante de jazz», aunque parece ser que cinco años antes, Concha Piquer, cantante española de copla, grabó unas imágenes con música. Hasta 1928, el cine no había sido mudo del todo, ya que cuando la película no tenía sonido, se contrataba a un pianista o a una orquesta pequeña para que acompañara la obra, generalmente con música del Clasicismo y Romanticismo. Así aparecieron los primeros fotogramas. Hoy a esa banda que acompañaba la imagen se la llama BSO (Banda Sonora Original). Alguna gente pensaba que la música se tocaba para tapar el sonido de las máquinas de reproducción o para mantener la atención del espectador si no le gustaba. Dentro de la música cinematográfica está el subgénero del musical, que nace en Broadway, EE. UU., con numerosos éxitos en forma de música teatral. Algunos de los más importantes son «Jesucristo Superstar» o «West Side Story». Después de rodar la película, se le da el guion al compositor de la BSO para llevar a cabo el montaje escénico y que todo esté en tiempo. Muchas películas han alcanzado la fama y son recordadas por la música que tienen, como «Titanic», «Lo que el viento se llevó» o «La guerra de las galaxias».