Portada » Economía » Estrategias de Producto: Atributos, Marca, Ciclo de Vida y Posicionamiento
Un producto está formado por un conjunto de atributos, tangibles o intangibles, que le dan la capacidad para ser intercambiado o usado, satisfaciendo objetivos individuales o empresariales. Se consideran atributos de los productos:
El envase es el recipiente, caja o envoltura que contiene el producto. En ocasiones resulta tan relevante o más que el contenido que protege. El embalaje tiene como objetivo contener uno o varios envases o unidades de producto. Su función principal es proteger el producto durante el transporte o almacenamiento.
Es una estrategia de marketing que consiste en resaltar los atributos de un producto. La característica destacada debe aportar algún beneficio al comprador. Elementos que suelen utilizarse en la diferenciación: marca, envase, publicidad, precio, etc. El más habitual es la marca y los valores que transmite. No es recomendable utilizar demasiados factores diferenciadores, ya que puede generar poca credibilidad.
La marca es un nombre, un signo, un símbolo o una combinación de ellos, que presenta un diseño específico y diferente de los demás productos, empresas u oferentes. El logotipo es la parte de la marca que se representa mediante símbolos, letras, imágenes o dibujos con un diseño y colores distintivos y únicos. Debe compartir las características del nombre y sus valores, además de ser estéticamente atractivo, único, reconocible y adaptable a la evolución de la empresa y sus productos.
El fin de la marca es identificar los bienes, servicios o ideas de un vendedor o grupo de oferentes y diferenciarlos del resto de los existentes. Su principal utilidad es la diferenciación, que puede fundamentarse en aspectos racionales o emocionales. Últimamente son los argumentos emocionales los más utilizados. Para ello, los responsables de las marcas planifican y diseñan experiencias, sensaciones, emociones, a las que asocian valores que consideran relevantes para sus clientes.
El concepto de ciclo de vida de un producto (CVP) se utiliza para describir cómo transcurren sus ventas desde que comienza a comercializarse hasta que es retirado del mercado. Se identifican varias etapas que se corresponden con distintas situaciones del entorno en el que se vende el producto: