Portada » Biología » Descifrando la Información Genética: Transcripción, Traducción y Herencia
La información genética es un mensaje cifrado. Un gen no sintetiza directamente una cadena de proteínas, sino que la información que contiene el ADN tiene que ser descodificada. La molécula intermediaria en este proceso es el ARN mensajero.
La transcripción es la formación de una molécula de ARN mensajero cuya secuencia de bases nitrogenadas es complementaria a una de las hebras de la doble hélice de ADN. La cadena de ARN mensajero se sintetiza siguiendo las reglas de complementariedad de bases. En este proceso, la base complementaria de la adenina (A) es el uracilo (U), en lugar de la timina (T).
La traducción es la formación de una proteína cuya secuencia de aminoácidos está determinada por la secuencia de bases nitrogenadas del ARNm. En las células eucariotas, el ARNm fabricado sale del núcleo a través de los poros de la envoltura nuclear y llega al citoplasma, donde se une a los ribosomas. Los ribosomas «leen» el mensaje genético en grupos de tres nucleótidos, denominados codones. Al ir avanzando el ribosoma sobre el ARNm, irá traduciendo cada codón al lenguaje de las proteínas. Para ello es necesaria la participación del ARNt, que selecciona un aminoácido específico para cada codón. De esta manera, la secuencia de bases del ARNm establece el orden en el que se van añadiendo los aminoácidos en la cadena que formará la proteína. Simultáneamente, los aminoácidos que transportan los ARNt se irán uniendo mediante enlaces peptídicos, originándose una molécula de proteína, que, una vez formada, desarrollará su función específica.
El código genético es la relación entre la secuencia de nucleótidos en el ARN mensajero y la secuencia de aminoácidos de la proteína. Determina qué aminoácido le corresponde a cada tres nucleótidos del ARN mensajero o codón.
En 1910, Thomas Hunt Morgan realizó experimentos que confirmaron las hipótesis propuestas por Sutton y Boveri, considerados los pioneros de la teoría cromosómica de la herencia. Esta teoría postula que los cromosomas son la base física de la herencia biológica. Los puntos fundamentales de esta teoría son:
Mendel, al estudiar siete características en plantas de guisante, observó que cuando estudiaba simultáneamente dos características, estas se encontraban en diferentes cromosomas. Esto le permitió comprobar que los genes ubicados en cromosomas distintos se heredan de manera independiente, conforme a la tercera ley de Mendel.
Sin embargo, dado que hay muchos más genes que cromosomas, es probable que algunos genes estén en el mismo cromosoma y tiendan a heredarse juntos. Por ejemplo, en humanos, los genes para ojos azules y cabello rubio suelen estar ligados y, en muchas ocasiones, se heredan juntos. Esto significa que la herencia de estas características no sigue las proporciones fenotípicas esperadas según la tercera ley de Mendel, ya que los genes tienden a ser heredados en conjunto en lugar de manera independiente.
En la herencia poligénica, el fenotipo varía de forma continua con cambios progresivos y mínimos, como la altura, el peso o el color de la piel. La manifestación de los fenotipos de estas características es el resultado de la acción acumulativa de muchos genes y la influencia del ambiente. En otros casos, hay genes que, en lugar de dos alelos, tienen varios, lo que se conoce como alelos múltiples. El carácter del grupo sanguíneo de las personas está determinado por este tipo de herencia. No existen dos alternativas para un carácter, sino varios alelos, formándose así una serie alélica.