Portada » Historia » Guerra Fría: Orígenes, Características y Conflictos (1945-1953)
La expresión Guerra Fría hace referencia a la rivalidad surgida tras la Segunda Guerra Mundial entre la Unión Soviética y Estados Unidos, convertidas en superpotencias en torno a las que se alinearon un gran número de países en todo el mundo. Dicha rivalidad presidió las relaciones internacionales durante las siguientes décadas y su principal consecuencia fue la división del mundo en dos bloques ideológicos enfrentados: el comunista y el capitalista.
La tensión prebélica que sostuvieron ambas potencias, pero que nunca llegó a desencadenar un enfrentamiento directo, sino que sus diferencias se dirimieron en conflictos con terceros países. El clima de guerra inminente provocó una acumulación de armas cada vez más sofisticadas, en una carrera de armamentos en la que fue especialmente importante la proliferación de armas nucleares. Precisamente la amenaza atómica serviría de elemento de disuasión para la confrontación, pues la guerra entre ambas superpotencias habría desembocado en el holocausto nuclear.
Las características principales de la Guerra Fría fueron:
Antes de la Segunda Guerra Mundial, los países capitalistas habían mostrado mayores recelos hacia el régimen de Stalin que hacia los gobiernos de Hitler y Mussolini, y solo la guerra los obligó a olvidar temporalmente las rivalidades. La liberación de Europa y Asia se convirtió en una carrera entre ambos bloques con el objetivo de ampliar al máximo sus respectivas esferas de influencia, de modo que al final de la guerra se reavivó la desconfianza. De hecho, en las conferencias interaliadas celebradas desde 1943 había comenzado a visualizarse dicha rivalidad, que convirtió a los soviéticos y los estadounidenses en grandes superpotencias ante el debilitamiento de Europa.
Quien primero hizo patente esta rivalidad fue el ex primer ministro británico Winston Churchill, que siempre había sido un convencido anticomunista, al pronunciar un discurso en 1946 en el que introducía la expresión telón de acero para referirse a la aparición de un bloque de Estados satélites de la Unión Soviética en la Europa Oriental. El presidente Harry Truman enunció la doctrina Truman en la que se diseñaba la política estadounidense a partir de una serie de claves:
Por el lado soviético, ese mismo año Andréi Zhdánov (secretario del Comité Central del Partido Comunista) pronunció un discurso en el que formulaba la idea de la división del mundo en dos bloques antagónicos:
Encabezado por Estados Unidos, presentaba una serie de rasgos políticos comunes, y se organizó en torno a una serie de vínculos e instituciones económicas y a partir de un sistema de alianzas militares.
En el plano político, el bloque capitalista se definía como defensor de los sistemas democráticos. De hecho, los países miembros de este bloque se autoproclamaban integrantes del mundo libre. En realidad, la dinámica de la Guerra Fría provocó que a él se sumaran algunos regímenes dictatoriales. De hecho, se puede señalar que el anticomunismo fue su rasgo político común.
Los países capitalistas estaban adscritos al sistema de producción capitalista y a la economía de mercado, en la que imperaba el libre comercio. Situaban el dólar como divisa internacional y decretaban la creación de los organismos internacionales de cooperación económica bajo la dirección de Estados Unidos: el Fondo Monetario Internacional y el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD), posteriormente convertido en el Banco Mundial. Se promovió la reconstrucción de Europa Occidental a través del Plan Marshall, un programa de ayudas para la recuperación económica.
Se firmó el Tratado del Atlántico Norte, que dio lugar al nacimiento de una organización militar, la OTAN. En ella se integraron Canadá, Estados Unidos y los países de Europa Occidental. De acuerdo con la idea de contención del comunismo, la OTAN era una alianza militar para hacer frente a un eventual ataque de la Unión Soviética.
Organizaciones en las que se integraron Estados de diversas áreas geográficas:
Liderado por la Unión Soviética, estaba formado por los países de Europa Oriental. La tutela soviética fue más férrea que la estadounidense, lo que tuvo su reflejo en los aspectos políticos, económico y militar.
En el plano político, los países del bloque comunista se autodenominaron democracias populares, pero en realidad imponían un modelo de partido único que en la mayoría de los casos derivó en dictaduras en las que los comunistas ejercían un poder absoluto y reprimían cualquier opción contraria, siguiendo el modelo del totalitarismo soviético.
Como respuesta al Plan Marshall, impulsaron el Comecon. Era claramente centralizado, de modo que los países adscritos tenían que aceptar las políticas impuestas por los soviéticos.
También como respuesta a la OTAN, los comunistas fundaron en 1955 el Pacto de Varsovia, una alianza creada con el objetivo de configurar una alianza militar defensiva que garantizara el control soviético dentro de su área de influencia.
Al igual que Estados Unidos, la Unión Soviética intentó extender su área de influencia a zonas alejadas de Europa; de ahí que el bloque comunista apoyase cualquier intento revolucionario en Asia o América y que al comenzar la descolonización hiciera suya la causa antiimperialista.
En Irán, tuvo lugar una crisis diplomática entre soviéticos y británicos por el control de los campos petrolíferos de la zona. Finalizada la guerra, los soviéticos se negaban a abandonar la región, lo que provocó el enfrentamiento con el Gobierno británico. En mayo de 1946 los soviéticos se retiraron finalmente de Irán, que quedó bajo la influencia de Estados Unidos.
Grecia había sido liberada por tropas británicas, pero los guerrilleros desempeñaron un papel muy activo en la lucha, y el país se encontraba en la zona geográfica de influencia soviética. Winston Churchill promovió el restablecimiento de la monarquía y la instauración de un régimen parlamentario.
Stalin impulsó la depuración del comunismo checo. En 1948, Benes fue sustituido por Gottwald, mientras se hacían con el poder nuevos líderes sometidos a Moscú que integraron al país dentro del bloque soviético.
Tras la derrota de Japón en 1945, en China prosiguió la guerra entre comunistas, dirigidos por Mao Zedong y apoyados por la Unión Soviética, y nacionalistas, encabezados por Chiang Kai-shek, que contaban con la ayuda estadounidense. Los comunistas vencieron en 1949 y los sectores nacionalistas se refugiaron en la isla de Taiwán, donde construyeron un Estado independiente gracias a la protección de Estados Unidos.
Tras la Conferencia de Yalta, la capital alemana había quedado dividida en cuatro zonas de ocupación asignadas a las potencias vencedoras, aunque se hallaba en el interior de la zona de Alemania ocupada por los soviéticos.
Británicos, franceses y estadounidenses plantearon la unificación de sus territorios de ocupación, tanto en la zona occidental de Alemania como en Berlín, como proyecto para la creación de un nuevo Estado Alemán. La respuesta de Stalin fue imponer un bloqueo a la ciudad que cortó vías terrestres de comunicación. Para garantizar el abastecimiento, Estados Unidos estableció un puente aéreo que durante casi un año transportó miles de toneladas diarias de suministros para una población de más de dos millones de habitantes. Finalmente, la Unión Soviética cedió y levantó el bloqueo, lo que supuso una importante victoria moral de los aliados. La consecuencia inmediata de esta crisis fue la creación de dos Estados alemanes opuestos: uno occidental capitalista, la República Federal de Alemania (RFA), y otro oriental comunista, la República Democrática Alemana (RDA).
En los años siguientes prosiguió la tensión: las tropas soviéticas de ocupación sometían a los habitantes a frecuentes restricciones y a un control exhaustivo, mientras que los que traspasaban los puestos de control para trabajar en el sector occidental podían comparar el modelo comunista con el modo de vida capitalista, en el que dominaba la sociedad de consumo. En 1953, el gobierno comunista impuso duras condiciones laborales en la RDA, lo que desencadenó en Berlín una sublevación que se extendería al resto del país y que se completaría con demandas de aperturismo político. Ante la incapacidad de los comunistas alemanes para mantener el control, los tanques soviéticos reprimieron duramente la protesta. Los sucesos de Berlín demostraron el dominio absoluto de Stalin sobre la Europa Oriental y desterraron cualquier voluntad aperturista en estos países.
El paralelo 38 era una línea de separación entre las zonas de influencia de cada potencia; el norte quedó bajo supervisión soviética y el sur bajo control de Estados Unidos. Pero en 1950 las tropas del norte invadieron la zona sur, con lo que comenzó una guerra que, por primera vez, enfrentó abiertamente a ambos bloques, ya que Estados Unidos intervino del lado de los surcoreanos mientras que la Corea comunista era apoyada por soviéticos y chinos. La ofensiva surcoreana estuvo a punto de lograr la ocupación total de Corea del Norte, pero la contraofensiva comunista llegó hasta Seúl. Ante esta situación, el general estadounidense MacArthur propuso el empleo del arsenal nuclear como medio para decantar la balanza a su favor. Finalmente, en 1953 ambas superpotencias firmaron el armisticio de Panmunjong, que consolidaba la división de Corea en dos Estados (uno comunista, al norte, y otro capitalista, al sur) separados por el mencionado paralelo 38. La guerra dejó dos millones de muertos entre coreanos y chinos. Además, provocó la aparición de un nuevo actor político en Asia, China, cuya influencia fue clave para la proliferación de guerrillas comunistas. Obligó a Estados Unidos a reforzar su presencia en la zona.