Portada » Filosofía » Método Científico: Conceptos, Aplicaciones y Consideraciones Éticas
El método científico es un conjunto de pasos ordenados que se emplean para adquirir nuevos conocimientos. Se basa en la observación, la formulación de hipótesis, la experimentación, la elaboración de teorías y, finalmente, la formulación de leyes.
Una teoría es una explicación de un fenómeno natural, basada en observaciones y experimentos, válida en un contexto específico. Una ley, en cambio, es una descripción de un fenómeno que ocurre siempre de la misma manera, sin excepciones, y que ha sido verificada en todo tiempo y lugar.
Ejemplos:
Las hipótesis se comprueban mediante la experimentación y la observación sistemática de los fenómenos. Se busca evidencia que apoye o refute la hipótesis planteada.
Al trabajar en ciencia, es importante tener en cuenta que:
La filosofía de la ciencia es una rama de la filosofía que estudia cómo se desarrolla, evalúa y cambia el conocimiento científico, y si este es capaz de revelar la verdad de las entidades ocultas y los procesos de la naturaleza. Sus planteamientos fundamentales incluyen:
Según Karl Popper, el método científico es hipotético-deductivo. Las hipótesis deben ser sometidas a una crítica rigurosa, y los fenómenos solo pueden predecirse en términos de probabilidad.
La frase «aplicación perversa de la ciencia» se refiere al uso del conocimiento científico para fines dañinos o destructivos. La ciencia en sí misma no es perversa, su carácter ético depende del uso que se le dé. Un científico puede usar sus conocimientos para curar enfermedades, mientras que otra persona podría usarlos para crear armas.
La propuesta de Edgar Morin de una «ciencia con conciencia» y la reflexión de Albert Einstein sobre «el lado oscuro de la ciencia» están relacionadas. Ambas enfatizan la importancia de considerar las consecuencias éticas y sociales de las aplicaciones científicas. El uso irresponsable de la ciencia, ya sea consciente o no, puede tener graves repercusiones para la humanidad.
Los intereses económicos pueden influir en el avance científico de forma positiva y negativa. Por un lado, un mayor desarrollo tecnológico puede impulsar la economía. Por otro lado, la búsqueda de beneficios económicos puede llevar a la creación de adicciones o a la priorización de investigaciones con fines lucrativos en detrimento de otras más necesarias.
La frase «se ha demostrado científicamente» no siempre implica una verdad absoluta. En algunos casos, como en la cosmética, se realizan pruebas en laboratorio para comprobar la eficacia de un producto, pero esto no significa que esté aceptado por toda la comunidad científica.
Las corrientes de pensamiento, como la filosofía o la religión, han influido en el conocimiento científico a lo largo de la historia. Por ejemplo, la práctica religiosa de la momificación en el antiguo Egipto contribuyó al conocimiento sobre la conservación de los cuerpos.
Si se descubre un fenómeno que contradice una ley científica establecida, los científicos deben investigar y comparar ambos fenómenos para identificar posibles errores en la ley y, si es necesario, formular una nueva ley que incorpore los nuevos hallazgos.
La tendencia a rechazar hipótesis nuevas en favor de las ya aceptadas puede ralentizar el avance de la ciencia. Es importante mantener una mente abierta a nuevas ideas y estar dispuesto a cuestionar las teorías establecidas.
Que una hipótesis sea falsable significa que debe ser posible refutarla mediante la experimentación o la observación. Es decir, debe existir la posibilidad de demostrar que la hipótesis es falsa.