Portada » Filosofía » Explorando el Conocimiento Científico: Desde sus Características hasta su Intersección con la Filosofía
A lo largo de la historia, los seres humanos han intentado encontrar respuestas a las preguntas acerca del mundo que les rodea. Desde la filosofía se busca el sentido del mundo, mientras que la ciencia se ha convertido en uno de los productos más importantes del conocimiento humano. Con ella, hemos podido desentrañar muchos de los misterios del universo, del mundo y del ser humano.
Según el modo de trabajo, podemos clasificar las ciencias en:
Podemos distinguir dos aproximaciones a la ciencia:
Las ciencias no son ajenas a su marco social, cultural y económico. Más bien, hay que pensar que se producen en un contexto determinado que influye en su desarrollo y aplicación.
En el origen del pensamiento occidental, ciencia y filosofía eran dos modos de conocimiento racional sobre el mundo, aunque con interrogantes distintos. Se asemejan en que ambas son racionales, siguen métodos y buscan explicaciones de la realidad, y se diferencian en sus métodos y planteamientos.
A lo largo de la historia, ciencia y filosofía han caminado por senderos diferentes. Las ciencias se han especializado y concretado cada vez más. Esta especialización ha dado lugar a un mayor distanciamiento entre ambas disciplinas.
Sin embargo, las ciencias no pueden comprenderse como meras explicaciones del mundo, sino que sus teorías tienen sentido en el contexto de una cierta visión del mundo, y con ello se acercan a la filosofía.
La disociación entre ciencia y filosofía produce distorsiones a la hora de analizar los problemas. La filosofía aporta una reflexión sobre el quehacer científico y analiza los problemas éticos que suscitan los avances científicos. Por eso, a la ciencia le interesa el trabajo del filósofo, porque puede aportarle información valiosa. El conocimiento científico aporta realismo a la filosofía y permite apoyar sus conclusiones en una base sólida.
Un método es un camino que nos conduce a un determinado fin. Todos los ámbitos del conocimiento disponen de métodos como herramientas para lograr su objetivo. El trabajo metódico es el que permite encontrar nuevas respuestas, dotar de sentido a los datos no esperados y proceder conforme a un orden que ha de conducirnos a resolver el problema.
Los métodos cambian a lo largo de la historia y no son los mismos en todas las ciencias.
La reflexión acerca del método de la ciencia tiene su origen en la filosofía. El método científico surge en los siglos XVI y XVII. Tres grandes figuras destacan en este ámbito: