Portada » Español » Desarrollo de la Noción del Tiempo en Niños: Teorías y Estrategias Educativas
Según las teorías clásicas, el niño tiene una imagen muy confusa del tiempo de su existencia. No es capaz de situar nada que no pertenezca a su tiempo ni nada que no sea su tiempo.
Para Piaget, el niño adquiere las nociones temporales siguiendo este orden:
Siguiendo a Hannoun:
En ambos autores hay tres etapas, muy vinculadas con el desarrollo psíquico del niño:
1ª Etapa (hasta los 7 años): Se caracteriza por el egocentrismo y el sincretismo. El tiempo y la existencia personal son lo mismo, y los puntos de referencia temporales son personales. La experiencia del tiempo está unida a las rutinas diarias, a su ritmo. Para Hannoun (1970), el niño vive el tiempo a través de su cuerpo en movimiento. La percepción temporal está totalmente unida a la espacial. Todas las categorías personales están confusas debido también al sincretismo.
2ª Etapa: La percepción del tiempo es posible a través del espacio. Por ejemplo, se ve cómo transcurre el tiempo en el movimiento de la arena en un reloj. El ritmo implica comprender la duración. Las nociones temporales van siendo adquiridas porque están vinculadas con el quehacer diario: pasado, presente y futuro (después-mañana). A los ritmos biológicos, como el sueño o el hambre, siguen ritmos perceptivos, como día y noche, seguidos luego por ritmos sociales, como los horarios. Las repeticiones y los ritmos permiten las primeras categorías temporales: frecuencia (a veces, frecuentemente) y regularidad (regularmente). Estas nociones le van a situar en el mundo de la cronología, clave para la comprensión del tiempo histórico. La duración se vincula con la distancia en el espacio. Así como la distancia separa dos objetos, la duración separa dos momentos. La velocidad la captará si es capaz de comprender como vivencia las categorías de lentitud y rapidez.
3ª Etapa: Alcanzará el tiempo abstracto cuando lo separe del movimiento de su cuerpo. Esta categoría le permitirá moverse hacia el pasado y el futuro.
Estas teorías clásicas han sido rebatidas por Calvani y Egan. Para Calvani, los niños en fases preoperatorias de 3 a 6 años ofrecen algún tipo de comprensión temporal. Los problemas de su aprendizaje no derivan tanto de las incapacidades de los niños como de los contenidos, de la didáctica y de su tratamiento. Propone la utilización de inclusores, como el tiempo originario o mítico (prehistoria), y el tiempo familiar para comenzar a dar forma a una determinada idea de la Historia en los niños. Más adelante, propone la utilización de los denominados «contenedores temporales», que sirven para «rellenar» la Historia y crear una sucesión de periodos reconocibles para el alumno. En una fase posterior, Calvani propone la creación de tramas históricas o «ambientes de vida» que permitan caracterizar toda una época (un contenedor temporal) en torno a cuatro polos de contenido:
Estas ideas de Calvani han sido recogidas en el currículo oficial español en los diferentes ciclos de Educación Primaria.
Kieran Egan critica los principios *ad hoc* del currículo (de lo concreto a lo abstracto, de lo conocido a lo desconocido, de lo sencillo a lo complejo, de la manipulación activa a la conceptualización simbólica). Para el autor, este esquema es parcial y reduccionista, y no tiene en cuenta las herramientas más potentes que llevan los niños pequeños a la escuela para crear y atribuir significados a la propia experiencia y a la nueva información que se les propone: la imaginación y la fantasía. Para la explotación de esta vertiente creativa de los alumnos, propone realizar programaciones didácticas basadas en el modelo narrativo del cuento, y no en los tradicionales objetivos de aprendizaje.
Esquema o plan de trabajo que propone el autor para la aplicación del modelo narrativo del cuento:
Según Henry Pluckrose, el «aquí y el ahora» es el lugar apropiado para que los niños pequeños comiencen el estudio de la historia, a través de una serie de estudios específicos dentro de la unidad familiar y de personas que vivan cerca de sus casas y de su escuela. El enfoque del estudio de la historia mediante el presente abre un camino a través del cual cada niño es capaz de relacionar el pasado con su propia posición personal en el tiempo. Este autor plantea dos formas de trabajo con los niños:
a) La historia a través de estudios familiares: Este autor nos dice que los estudios familiares constituyen un modo de examinar un microcosmos del tiempo. Propone desarrollar en el niño un sentido del tiempo generacional por medio de la integración de niños y ancianos. La teoría de Pluckrose consiste en que los niños sigan la pista de la historia desde el presente hacia el pasado para comprender de manera muy simple el método de trabajo de un historiador.
b) La historia a través de los estudios comunitarios: La comunidad local se utiliza a menudo como punto de partida de la indagación histórica, y para Pluckrose posee numerosas ventajas. En primer lugar, indica a los niños que la historia se encuentra en torno a ellos. En segundo lugar, los estudios locales desarrollan la idea de la búsqueda de testimonios de un modo específico: cómo se ha conformado el entorno a lo largo del tiempo, los materiales que se utilizaron y las técnicas que se adoptaron. Una mirada en profundidad sobre ese entorno suscita las preguntas de los niños.