Portada » Historia » El Reinado de Fernando VII: Absolutismo, Trienio Liberal y Emancipación Americana (1808-1833)
Generales, la Iglesia y políticos conservadores firman el Manifiesto de los Persas, que pide a Fernando VII anular la Constitución de 1812. En 1814, el rey anula la Constitución y disuelve las Cortes de Cádiz, pero es aclamado por el pueblo. Muchos liberales y afrancesados se van al exilio y otros van a la cárcel.
En 1820, se produce la sublevación del general Riego que obliga a Fernando VII a firmar la Constitución de 1812. El gobierno liberal suprime la Inquisición y el Régimen señorial. Se crea la primera ley de educación española. Se aprueba el primer Código Penal y se divide el territorio en 52 provincias. Se crea la Milicia Nacional para defender la Constitución.
Fernando VII restablece el absolutismo. La represión obliga a muchos liberales a exiliarse al Reino Unido y a Francia. Son ejecutados los liberales que se oponen al rey, como el general Riego, el general Torrijos y héroes de la Guerra de la Independencia como El Empecinado. Los realistas se radicalizan frente a la progresiva moderación de los ministros de Fernando VII, que buscan la reconciliación con liberales y afrancesados.
La reina María Cristina asume la Regencia por enfermedad del rey en 1832. La Regente busca la reconciliación con los liberales para que apoyen a la recién nacida reina Isabel, como sucesora de su padre Fernando VII. Los realistas o absolutistas prefieren al hermano del rey, Carlos María Isidro, formando el bando de los carlistas. En 1833, muere Fernando VII, le sucede Isabel II y estalla la primera guerra carlista.
Durante el reinado de Carlos IV, son interrumpidas las comunicaciones con América por la guerra marítima con Gran Bretaña. El descontento respecto a la administración peninsular se agrava. Los criollos asumen la defensa de sus territorios frente a los ingleses. La independencia de Estados Unidos y las ideas de la Revolución Francesa inspiran los deseos de independencia respecto a España.
Los nuevos países acaban con la esclavitud e intentan crear gobiernos republicanos liberales, con éxito muy limitado. Los líderes independentistas consiguen la independencia política de España, pero no consiguen evitar la división en numerosas repúblicas. Los nuevos países van cayendo bajo la dependencia económica de Gran Bretaña y de Estados Unidos a lo largo del siglo XIX.