Portada » Filosofía » Filósofos Presocráticos: Orígenes del Pensamiento Occidental
Durante los siglos VI y VII a.C., tres pensadores se asocian a Mileto: Tales, Anaximandro y Anaxímenes. A partir de Aristóteles, se investigan dos aspectos de la naturaleza:
Para Tales, el arjé (principio) de la physis (naturaleza) es el agua. Según él, todas las cosas tienen un principio activo que les hace ser lo que son.
Habla de una sustancia original y originaria: to ápeiron, el principio material de todo. También es el principio formal, una ley capaz de explicar cómo surgen las cosas concretas desde lo indeterminado. Las cosas se manifiestan en forma de opuestos, que, según él, surgen a partir del mito de Diké (diosa que controla el destino), que para combatir la injusticia restituye el ser no nacido a costa del existente.
Para Anaxímenes, el arjé de la physis es el aire.
La naturaleza desvela su verdad a quien la contempla teóricamente. El saber está asociado a una cierta forma de vida, a una serie de elecciones morales y de decisiones existenciales. Podríamos decir que la concepción de la naturaleza que se abre camino gracias a Tales, Anaximandro y Anaxímenes transmite un conocimiento de lo que podríamos llamar la armadura conceptual de la realidad.
Un ejemplo del diferente significado del saber en la Grecia antigua es que lo limitado tiene un significado positivo. Lo limitado, lo finito, es lo perfecto, lo acabado, lo bien delimitado. La idea de que lo ilimitado es un origen y de que a partir de él se generan en la experiencia esos núcleos de estabilidad que son las cosas limitadas. La naturaleza compensa los excesos y los defectos. Somete todas las cosas a la justicia de una ley común y universal que devuelve lo sustraído, equilibrando la humedad con la sequedad, la condensación con la distensión y dejando así que cada cosa sea lo que realmente es.
Desarrollaron temas filosóficamente relevantes:
Los pitagóricos defienden la inmortalidad del alma y su transmigración de un cuerpo a otro en un ciclo de purificación.
Explica la physis recurriendo a la articulación de los cuatro elementos fundamentales (agua, fuego, tierra y aire) unidos por fuerzas de amor y discordia.
Elabora la idea de «homeomerías», partículas elementales de las que las cosas están hechas y que responden a un principio ordenado.
Intentan una solución rigurosamente materialista a partir de las nociones de átomo y vacío. Átomos: el ser homogéneo de Parménides multiplicado al infinito. Vacío: el no ser que, sin embargo, es algo, el intersticio entre dos unidades de materia. Esto permite explicar razonadamente el funcionamiento de la physis, dotada de un cambio original azaroso.