Portada » Español » Explorando los Sistemas de Escritura Precolombinos: Mayas, Aztecas e Incas
La escritura maya, también llamada jeroglíficos mayas, fue el sistema de escritura usado por la civilización maya precolombina en Mesoamérica. XVIII>XVIII y logogramas complementados por un juego de glifos silábicos, con funciones similares a los de la escritura japonesa.
Inscripción en glifos mayas de la localidad de Naranjo, refiriéndose al reinado de Itzamnaaj K’awil pana kmanana,784-810.
La escritura maya se compone de un complejo conjunto de glifos que laboriosamente se pintaban en cerámica, muros, o códices; se tallaban en madera o piedra (en los que destacan los trabajos en las estelas e interiores de ciertas pirámides); o se moldeaban en estuco. Por ejemplo, el glifo calendárico MANIK’ se usaba asimismo para representar la sílaba chi. Estas variaciones aparecían más frecuentemente cuando se adaptaban mejor al área disponible para escribir. del castellano).
Este glifo, que puede aparecer en dos representaciones: podía ser el dibujo de una aleta de pescado, o también el de un pescado con aletas prominentes, se convirtió en la representación de la sílaba «ka». Por ejemplo, la voz bálam, jaguar, podía escribirse como un sólo logograma (lo representaremos como BALAM en lo que sigue, por comodidad), o podía matizarse añadiéndole logogramas fonéticos, según contexto (ba—BALAM, o también BALAM—ma, o ba—BALAM—ma, donde ba y ma son glifos fonéticos), o incluso podía escribirse de forma totalmente fonética, con tres glifos (ba—la—ma)
Los glifos fonéticos representaban sílabas simples abiertas (formadas por consonante+vocal o únicamente vocal). Un conjunto mínimo, sin traducción completa, es el siguiente:
ba-ku [bak]
ba-ki [baak]
ba-ku [ba’k] o [ba’ak]
ba-ke [baakel] (omitiendo la l)
Un «glifo emblema» es un tipo de título real. Está conformado por la palabra ajaw (un término del maya clásico para «señor», sin etimología clara aún, pero con fuentes coloniales bien atestiguadas)1 y un topónimo que precede a la palabra ajaw y funciona como adjetivo. A veces el título está precedido por el adjetivo k’uhul «santo» o «sagrado». El término «glifo emblema» es simplemente una reminiscencia de la época en que los mayistas no podían interpretar satisfactoriamente las inscripciones mayas clásicas y tenían que conformarse con algunos apelativos aislando ciertos componentes estructurales recurrentes en la narrativa escrita.
Glifo de emblema de Tikal o «Mutal», Estela del Museo de Tikal.
Este título fue identificado en 1958 por Heinrich Berlin,2 quien acuñó el término «glifo emblema». A éstos seguían las aldeas sin glifos emblema ni textos que mencionen los centros mayores, y los caseríos con mínima evidencia de textos. 4 Este modelo estuvo irrefutado por más de una década hasta que Mathew y Juteson,5 argumentaron una vez más que los glifos emblema eran los títulos de gobernantes mayas con cierta asociación geográfica. Además, los autores resaltaron los casos en los que los «títulos de origen» y los «glifos emblema» no se superponían, apoyándose en una investigación anterior de Houston. 7 Houston notó que el establecimiento y difusión de la dinastía originada en Tikal en la región de Petexbatun fue acompañada por la proliferación de gobernantes que usaban el «glifo emblema» de Tikal poniendo ascendencia política y dinástica sobre los centros de gobierno de la época. 8
Hasta hace poco se creía que los mayas habían adoptado su escritura de la olmeca o de la epi-olmeca. Sin embargo, recientes descubrimientos han llevado el origen de la escritura maya varios siglos atrás, y parece posible que los mayas hayan sido los que inventaron la escritura en Mesoamérica. 9
El conocimiento del sistema de escritura maya continuó en los inicios de la época colonial y según referencias, algunos de los primeros sacerdotes españoles que fueron a Yucatán aprendieron su escritura. El libro de Landa fue descubierto en la Biblioteca Real de Madrid en 1869 por Brasseur de Bourgbourg y permitió realizar nuevas hipótesis con respecto a la escritura maya. 10 Gracias a que Landa registró un glosario de sonidos mayas y símbolos relacionados – Landa dedujo lo que creyó era el «alfabeto» maya, conocido como el alfabeto de Landa, después desvirtuado como ilógico, su libro posteriormente se convirtió en un recurso clave en el desciframiento de la escritura maya. La dificultad en el desciframiento radicaba en que no había correspondencia unívoca entre el alfabeto español y los caracteres mayas, y los nombres de las letras del alfabeto no tenían significado para el escriba maya que asistió a Landa en su investigación, de modo que pidiendo Landa que escribiera, por ejemplo, «L» (ele): e-le (el escriba debió de entender en palabras de su propio idioma), y codificó el resultado como la «letra L». Ésta fue la primera ortografía sobre las lenguas mayas, que son unas treinta. La mayoría de textos mayas sobrevivientes se han encontrado en cerámicas hallada en tumbas mayas, o de monumentos y estelas erigidas en sitios luego abandonados o tallados antes de la llegada de los españoles. Pero en el siglo XIX surgió un interés renovado por los yacimientos arqueológicos mayas.
El desciframiento de la escritura fue un proceso largo y laborioso. Los investigadores del siglo XIX y comienzo del XX se encargaron de descifrar los numerales mayas y pasajes de textos relacionados con la astronomía y el calendario maya, pero la comprensión de lo demás estuvo más allá del alcance de los académicos. Yuri Knorozov desempeñó un papel principal en el desciframiento de la escritura maya. 11 En 1952 él publicó un documento titulado «Drevniaia Pis’mennost’ Tsentral’noi Amerika» («Antigua escritura de Centroamérica») donde argumentaba que el llamado «alfabeto de Landa» contenido en el manuscrito del obispo Diego de Landa «Relación de las cosas de Yucatán» se componía de sílabas más que de símbolos alfabéticos. Desde inicios de la década de 1980 se ha demostrado que la mayor parte de los símbolos anteriormente desconocidos forman un silabario y desde entonces el avance en la interpretación de la escritura maya se aceleró. No obstante, se cree generalmente que los mayas desarrollaron el único sistema de escritura completo en Mesoamérica, siendo la única civilización de su región que contaba con un sistema de escritura completo, capaz de escribir cualquier existente en el lenguaje hablado; a diferencia de los sistemas empleados – por ejemplo – por la cultura Mexica, que empleaban un sistema basado en el principio del rebus.
Escritura Azteca
Los aztecas inventaron una escritura pictográfica
La escritura pictográfica es la primera manifestación de la expresión
gráfica y se caracteriza porque el signo del código gráfico es la traducción
de una frase o de un enunciado al completo. Este tipo de escritura se compone
de pictogramas, es decir, signos que representan objetos.
Cada templo tenía una biblioteca de trabajos astrológicos y religiosos.
La escritura pictográfica es una forma de comunicación escrita que se remonta
al neolítico donde el hombre usaba las pictografías para representar objetos
mediante dibujos en la piedra.
PICTOGRAMA
Un pictograma es un signo que representa esquemáticamente un símbolo, objeto
real o figura.
Es el nombre con el que se denomina a los signos de los sistemas alfabéticos basados
en dibujos significativos.
«Un pictograma debería ser enteramente comprensible con solo tres miradas»
Estos investigadores buscan hallar este sistema de escritura principalmente decodificando los posibles significados de los nudos en los quipus y en los diseños geométricos de los tocapus en los textiles incas.
Representación de un quipu.
Es de recordar al respecto que en los Andes no se conocía la escritura con caracteres sobre una superficie, tal y como se entiende en occidente, pero los quipus parecen haber sido una eficaz herramienta mnemotécnica en las labores administrativas de la civilización Inca y que podrían haber servido para recordar hechos acontecidos. Hay algunos pueblos andinos alejados que mencionan tener «escritos» en los quipus de su localidad tradiciones orales.
William Burns Glynn plantea que los quipus eran libros con una escritura alfanumérica donde los números simbolizados en cada nudo representan una consonante de la lengua quechua y, a su vez, tienen una equivalencia con los dibujos geométricos utilizados en cenefas textiles y en la alfarería, con lo cual ellos también se convierten en textos de escritura incaica.
El 12 de agosto del 2005, la revista Science incluye el reportaje «Khipu Accounting in Ancient Peru» («Contabilidad con Quipu en el antiguo Perú») de Gary Urton y Carrie J. Brenzine según el cual por primera vez se hubiera descifrado un elemento no numérico en un quipu: un topónimo para el pueblo de Puruchuco al inicio del mismo, constante de tres nudos óctuples.
Los tocapus eran unos diseños textiles que, dependiendo de los colores, las figuras y la combinación de estas creaban todo un lenguaje escrito. Estos tocapus no solo se empleaban para transmitir el idioma sino que también se usaban matemáticamente. A causa de su dificultad, se necesitaban varios años de estudio hasta poder leer con facilidad; por esto solo se lo podían permitir los grandes dignatarios.