Portada » Filosofía » Conceptos Fundamentales de Contabilidad y Filosofía Platónica: Marco Conceptual, Alegoría de la Caverna y Teoría de las Ideas
El Plan General de Contabilidad se estructura en varias partes fundamentales:
Las cuentas anuales se componen de:
La información de las cuentas debe ser:
Los grupos de interés se dividen en:
En una caverna subterránea con una abertura por la que penetra la luz, viven seres humanos con piernas y cuellos sujetados por cadenas desde la infancia. Solo pueden ver el fondo de la gruta y nunca han visto la luz del sol. Por encima de ellos y a sus espaldas hay una hoguera. Entre los presos y la hoguera, hay hombres que caminan llevando estatuas que proyectan sombras de objetos y animales. Los presos solo pueden ver esas sombras, nada más. Representan a la mayoría de la humanidad sumida en estado de Eikasía; su opinión del mundo es inadecuada, basada en la imaginación.
Si uno de los presos lograra escapar y mirar objetos concretos y sensibles, contemplando a sus compañeros al resplandor del fuego (sol visible), este hombre se adentraría en Pistis, utilizando los sentidos, encontrándose en el mundo real de los seres vivos, aunque aún no en el mundo inteligible. Si sale de la cueva, la luz del sol le permitiría pasar por la Dianoia, que representa la razón discursiva, para llegar a la Noesis, la intuición intelectual, donde podrá ver los objetos claros e iluminados por el sol, que representa la Idea del Bien. Esta ascensión se consideraba un progreso que requería esfuerzo y disciplina mental, es decir, educación.
La Teoría de las Ideas representa el núcleo de la filosofía platónica. Platón distingue dos modos de realidad:
La realidad inteligible representa el verdadero ser, mientras que la sensible está en constante devenir y no es verdaderamente real. La Idea es susceptible de conocimiento verdadero, pero las cosas solo lo son de opinión (Doxa). Las ideas platónicas no son contenidos mentales, sino objetos a los que se refieren los contenidos mentales asignados por el concepto, y que expresamos a través del lenguaje. Están presentes aunque no las pensemos. La relación entre estas y las cosas se conoce como imitación; la semejanza mutua entre los objetos es el resultado de la imitación de un modelo inmutable. Las cosas también participan en las ideas, forman parte de ellas.
Las ideas están jerarquizadas. El primer rango le corresponde a la Idea de Bien. Después vendrían las Ideas de objetos éticos y estéticos, seguidas de los objetos matemáticos y finalmente las Ideas de las cosas. La génesis de la TDI proviene, por una parte, de las enseñanzas socráticas, que buscaban la definición universal, y por otra parte, de las investigaciones de filósofos anteriores, que sentían la necesidad de reconocer la unidad en la diversidad.
La cosmología de Platón está basada en la TDI. Platón cree que lo que existe siempre son las Ideas y lo que cambia es el Universo. Los elementos fundamentales de la cosmología son: Ideas, materia, Demiurgo y vacío. Las Ideas, que existen eternamente en algún lugar, son contempladas por el Demiurgo, quien, admirado por su perfección y belleza, pretende trasladarlas a la materia, que se halla sumida en el caos y desorden, sometida al movimiento. El Demiurgo es un ser bondadoso cuya intención es hacer participar a la materia de la bondad y perfección de las Ideas, por lo que el mundo resultante es el mejor de los posibles. Las imperfecciones se deben a características propias de la materia y no al Demiurgo.
En el centro del mundo, el Demiurgo colocó un alma que se extiende por todo el universo, creada a partir de la combinación de Ideas y de las cosas sensibles, gozando así de una realidad intermedia. El cosmos se convierte en un animal eterno. Platón trató de establecer la fijeza de la verdad; nosotros no creamos las esencias, las descubrimos y juzgamos las cosas según unos modelos genéricos y específicos. Todo juicio implica necesariamente tales modelos. Platón creyó en la referencia verdaderamente objetiva de los conceptos. La realidad puede ser conocida y es racional; lo que no se puede conocer no es racional y lo que no es enteramente real no es enteramente racional.