Portada » Lengua y literatura » Literatura medieval española: del Mester de Juglaría al Romancero
Los juglares eran verdaderos actores profesionales que recorrían pueblos recitando poemas. Había diferentes tipos de juglares: los especializados en las narraciones de hazañas guerreras, los que se acompañaban de instrumentos musicales y los que componían sus propios poemas. Debían agradar al público.
Extensas narraciones en verso que relatan sucesos históricos en torno a un héroe.
Se conservan solo tres cantares, destaca el Mio Cid.
Relata hazañas de un héroe, el protagonista es el Cid Campeador, noble que ha sido desterrado y debe luchar para recuperar su honor.
Lo inició Berceo, quien marcó el estilo, con narraciones didácticas en una nueva métrica que recogen temas de la tradición culta. Son narraciones escritas en romance por autores cultos, tienen un objetivo didáctico y moral. La estrofa que se usa es la cuaderna vía: cuatro versos de 14 sílabas con una cesura en mitad del verso y rima consonante. Se recurre a expresiones juglarescas para mantener la atención de los espectadores. Combinan temas de la tradición culta y popular.
Inició el Mester de Clerecía con narraciones de tema religioso escritas en métrica culta. Se expresa en un lenguaje sencillo que incluye recursos expresivos juglarescos. El estilo de Berceo es sencillo, aunque se encuentren muchos cultismos.
El castellano se convierte en una lengua de cultura, capaz de transmitir todos los conocimientos de la época. Alfonso X el Sabio hizo verter al castellano textos latinos y árabes.
El Arcipreste de Hita escribió la obra más brillante, el Libro de buen amor. Su obra refleja una acusadísima personalidad, la cual era la de un hombre divertido y vital.
Conjunto de cuentos enlazados por dos personajes. Se considera la primera prosa narrativa de autor en castellano.
De estilo conceptista, trata sobre temas variados. La poesía amorosa sigue el modelo del amor cortés medieval, de tradición trovadoresca.
Se le valora como el mejor poeta de su siglo por las Coplas a la muerte de su padre.
Poetas cultos y cortesanos se interesan por las canciones que se transmiten oralmente y las incorporan a los cancioneros musicales.