Portada » Psicología y Sociología » Desarrollo Humano: Etapas, Cognición, Emociones y Estrés
Los factores sociales son complejos, interactivos y difíciles de separar. Dentro de este grupo, diferenciaremos dos niveles:
Se refiere a aquellos contextos más inmediatos en los que el sujeto participa directamente; por ejemplo, la familia, el grupo de iguales, la escuela. Engloba las relaciones con los demás y los modelos de comportamiento a los que debe ajustarse el individuo.
Agrupa los factores de riesgo externos al individuo, de carácter socioestructural, socioeconómico y sociocultural, que condicionan la calidad de vida e influyen en la conducta.
El concepto de adolescencia se confunde con pubertad, la cual se define como el proceso que lleva a la madurez sexual y a la capacidad para reproducirse. Los cambios de la pubertad son vividos como elementos nuevos, irracionales y extraños. En esta etapa se presentan grandes fluctuaciones emocionales.
La característica central es el distanciamiento de la familia y el acercamiento a los grupos de amigos. El adolescente oscila entre la rebelión y el conformismo. Para alejarse de sus padres, se visten, hablan y opinan diferente a ellos. Son muy leales a sus pares, conformándose rígidamente a las modas, expresiones y estilos de relación con estos.
Se consolida una identidad coherente. Búsqueda de valoración definitiva, estimulada por hermanos o amigos. Mayor acercamiento sexual y posible iniciación sexual.
Dimensión Emocional: Persona estable emocionalmente, con adecuado control de impulsos y regulación de su estado de ánimo.
Dimensión Legal: Persona de determinada edad cronológica, a la que se le garantizan ciertos beneficios y se le solicita el cumplimiento de obligaciones.
Acontecimientos del inicio de la edad adulta:
Desarrollo físico y salud:
Estado de salud: Los adultos jóvenes son la gente más sana de la población. Cerca de la mitad de todas las dolencias agudas experimentadas en la vida adulta joven son respiratorias.
Influencia directa de la salud física:
Influencia indirecta:
Pensamiento posformal: Tipo de pensamiento maduro, basado en la experiencia subjetiva, la intuición y la lógica; es útil para enfrentar la ambigüedad, la incertidumbre, la incoherencia, la contradicción, la imperfección y el compromiso.
Jan Sinnott:
Wagner Schaie propuso un modelo de etapas del desarrollo cognitivo para todo el ciclo vital:
Etapa Adquisitiva (niñez y adolescencia): Niños y adolescentes adquieren información y habilidades que les serán útiles o les servirán de preparación para participar en la sociedad.
Etapa de Logros (18-21 y 30 años): Los adultos jóvenes ya no adquieren conocimiento solo para utilizarlo, sino que emplean lo que saben para conseguir objetivos, como estudiar una carrera y tener una familia.
Etapa Responsable (39-60 años): Las personas de edad mediana emplean la mente para resolver problemas prácticos asociados a responsabilidades frente a los demás, como miembros de la familia o empleados.
Etapa Ejecutiva (30 o 40 años hasta la edad adulta intermedia): Las personas situadas en la etapa ejecutiva, que puede coincidir con las etapas responsable y de logros, son responsables de sistemas sociales (organizaciones gubernamentales o empresariales) o de movimientos sociales. Sostienen complejas relaciones en diversos niveles.
Etapa Reorganizadora (fin de la edad adulta intermedia, comienzo de la edad adulta tardía 40-65): Las personas que se jubilan reorganizan sus vidas y las energías intelectuales alrededor de actividades significativas.
Etapa Reintegradora (edad adulta tardía): Los adultos mayores, que pueden haberse apartado del mundo social y cuyo funcionamiento cognitivo puede estar limitado por cambios biológicos, con frecuencia son más selectivos de las tareas a las que dedicarán sus esfuerzos. Se enfocan en el propósito de lo que hacen y se concentran en tareas que tienen el máximo significado para ellos.
Etapa de Legado (vejez avanzada): Cerca del final de la vida, una vez completada la etapa reintegradora (o simultáneamente), las personas ancianas pueden dar instrucciones para la disposición de sus posesiones más preciadas, hacer los arreglos para el funeral, contar historias orales o escribir las historias de su vida como un legado para sus seres queridos. Todas estas tareas involucran el ejercicio de competencias cognitivas en contextos sociales y emocionales.
Inteligencia Creadora o Elemento Experiencial: Capacidad del sujeto para adaptarse a distintos ambientes y ser capaz de resolver problemas creativamente en situaciones variadas.
Inteligencia Práctica o Elemento Contextual: Ser capaz de seleccionar los ambientes de manera tal de potenciar las habilidades y minimizar las debilidades significativas que el sujeto tiene para evaluar diferentes escenarios.
Conocimiento Tácito: Información que no se enseña formalmente ni se expresa abiertamente, pero es necesaria para salir adelante. Sentido Común. Puede Incluir: Autogestión, Administración de Tareas y Administración de los demás.
La atención: La reducción con la edad en este recurso limitado, imprescindible para procesar la información, llevaría a una menor eficiencia en los procesos cognitivos.
Memoria Sensorial: La mayoría de los estudios son sobre memoria icónica visual e indican que, a pesar de los cambios en la visión, los efectos del envejecimiento son de escasa importancia.
Memoria primaria o CP y Memoria de trabajo: No hay diferencias importantes en función de la edad en la memoria CP cuando se trata solo de registrar la información. Cuando la tarea es más compleja, y hay que registrar y manipular o procesar el material, se produce un deterioro importante.
Memoria secundaria o a largo plazo:
La inteligencia emocional es parte de nuestra inteligencia global, una parte a menudo negada y opacada por el brillo de la razón y del coeficiente intelectual, más fácil de definir y medir. Es el conjunto de actitudes, competencias, destrezas y habilidades que determinan la conducta de un individuo, sus reacciones, estados mentales y su estilo de comunicar.
Coeficiente Intelectual (CI):
Coeficiente Emocional (CE):
Inteligencia intelectual: Es definida como la capacidad para comprender y razonar, aunque varios autores le dan a la definición un matiz diferente.
Inteligencia emocional:
Fuentes de la automotivación:
Inteligencia: Capacidad de adquirir conocimiento y de utilizarlo en situaciones novedosas. Se manifiesta en una conducta adaptativa dirigida a unos objetivos.
Emoción: Conjunto de cambios que se producen en el estado corporal de una persona, inducidos por las neuronas situadas en diferentes órganos del cuerpo y que están controlados por determinadas áreas del sistema cerebral, las cuales a su vez responden al pensamiento del sujeto.
Nivel I: Orientación hacia la supervivencia individual: La mujer se concentra en sí misma, en lo que es práctico y en lo que es mejor para ella.
Transición I: Del egoísmo a la responsabilidad: La mujer descubre su relación con los demás y cree que la elección responsable debería hacerse en términos de las demás personas (incluido su bebé no nacido), así como en ella misma.
Nivel 2: Bondad como autosacrificio: Los deseos propios de la mujer a favor de lo que otras personas desean, y piensan de ella. Se considera responsable de las acciones de los demás, mientras los otros son responsables de sus propias elecciones. Está en una posición dependiente, en la cual sus esfuerzos indirectos para ejercer control con frecuencia se tornan en manipulación, algunas veces a través del sentimiento de culpa.
Transición 2: De la bondad a la verdad: La mujer evalúa sus decisiones no en base a cómo reaccionarán los demás, sino de sus intenciones y las consecuencias de estas. Desarrolla un nuevo juicio que tiene en cuenta sus propias decisiones y las de los demás. Desea ser buena siendo responsable de los demás, pero también desea ser honesta al ser responsable consigo misma.
Nivel 3: Moral de no violencia: Al elevar el precepto de no lastimar a nadie, incluida ella misma, a un principio que gobierna todo el juicio y la acción moral, la mujer establece una igualdad moral entre ella y los demás. Es en este momento cuando es capaz de asumir la responsabilidad de la elección en los dilemas morales.
El estrés es normal. Es la reacción natural del organismo en respuesta a un desafío físico y/o emocional. El estrés puede ser positivo para activar el cuerpo, la mente y la energía de una persona. Es la capacidad individual de movilizar cada recurso del organismo para reaccionar rápida y adecuadamente ante cualquier tipo de situación.
Las variables condicionantes del estrés son:
Las fases del estrés son:
Fase de alarma: Las reacciones de alarma conforman la primera fase del proceso de estrés frente a la situación estresante. Durante esta etapa aparecen los síntomas: respiración entrecortada y acelerada, aumento del ritmo cardíaco, aumento de la presión arterial, sensación de tener un nudo en la garganta o en el estómago, ansiedad, angustia.
Fase de resistencia o adaptación: La resistencia es la segunda fase del proceso de adaptación al estrés. Cuando el estado estresante se prolonga, las reacciones de adaptación provocan que se inicie un proceso de resistencia a dicho estado. Esta etapa, que es una continuación de la primera fase, permite compensar los gastos de energía ocasionados por el estado de estrés y, de este modo, impedir el agotamiento del organismo.
Fase de agotamiento: Cuando se presenta un cuadro constante y severo de estrés, el organismo pierde su capacidad de respuesta y se agota. El estado de estrés es tan intenso que la persona afectada ya no puede afrontar las agresiones. El organismo se colapsa y ya no puede defenderse de las situaciones de agresión.
Las principales respuestas del estrés son:
Las consecuencias del estrés:
Factores personales: Características personales.
Características situacionales:
Factores relacionados con la situación de emergencia y con el contexto de intervención:
Trastorno por estrés postraumático: El sujeto experimentó, presenció o se confrontó con uno o varios eventos, lo que representó un peligro real, o amenaza de muerte o lesión grave, o amenaza a la integridad física propia o de los demás. La respuesta del sujeto consiste en miedo, sensación de desamparo u horror intensos.
Trastorno por estrés agudo: Similar al trastorno por estrés postraumático excepto en el tiempo. El trastorno por estrés agudo dura al menos dos días y máximo cuatro semanas, y aparece en el primer mes que sigue al suceso traumático.
Síntomas: