Portada » Historia » España en la Encrucijada: Impacto de la Primera Guerra Mundial, Revolución Rusa y Crisis de la Restauración (1914-1923)
El gobierno español decidió mantener la neutralidad durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), una postura respaldada por todas las fuerzas políticas. Sin embargo, la opinión pública se dividió entre aliadófilos y germanófilos. Esta neutralidad generó un crecimiento de la demanda exterior de productos españoles, provocando un proceso inflacionista y escasez de algunos productos básicos en el interior. Los beneficios empresariales no se tradujeron en aumentos salariales, lo que llevó al empobrecimiento de los trabajadores, que perdieron poder adquisitivo debido a la subida de precios.
La decadencia de los partidos dinásticos se acentuó tras el asesinato de Canalejas. Ni conservadores ni liberales implementaron las reformas necesarias para frenar la descomposición del sistema. La situación se agravó en 1917, con un triple conflicto que amenazó la Restauración:
Aunque la Restauración sobrevivió a la crisis de 1917, el deterioro del sistema era evidente. La crisis económica post-Primera Guerra Mundial y las expectativas generadas por la Revolución Soviética aumentaron la conflictividad. Se formaron gobiernos de concentración con conservadores, liberales y la Lliga Regionalista. Ante el temor a una insurrección, se aprobaron leyes sociales que no evitaron la confrontación. Las mayores tensiones se dieron durante el Trienio Bolchevique (1918-1920):
Dentro del PSOE, el debate sobre la Revolución Rusa y la III Internacional provocó la escisión de un grupo minoritario que en 1921 creó el Partido Comunista de España.
El dominio del protectorado de Marruecos era apoyado por los militares africanistas y por Alfonso XIII. Las empresas españolas también tenían intereses en la zona. Sin embargo, la opinión pública no era partidaria de la ocupación. En el verano de 1921, las tropas españolas avanzaron desde Melilla hacia la bahía de Alhucemas. El general Dámaso Berenguer se encargó de la zona occidental, y el general Fernández Silvestre de la oriental. El caudillo rifeño Abd el-Krim desencadenó una ofensiva sobre Iguariben y Annual. La retirada ordenada por Silvestre se convirtió en una matanza con alrededor de 14.000 bajas. Socialistas y republicanos plantearon la posible responsabilidad del rey. Se encargó a Juan Picasso la elaboración de un informe que demostraba las irregularidades cometidas por altos cargos del Ejército. En septiembre de 1923, el golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera impidió conocer las conclusiones del Informe Picasso sobre el desastre de Annual.