Portada » Arte » Arquitectura Mudéjar y Renacentista: Evolución, Estilos y Obras Emblemáticas
El Mudéjar se identifica como un estilo arquitectónico desarrollado en España bajo influencias islámicas. Se caracteriza por la presencia de elementos decorativos y estructurales propios de la arquitectura musulmana en edificios cristianos.
Los forjados de piso son elementos estructurales horizontales sobre los que se transita. Nunca son techos de cubierta y pueden ser de un orden o de varios.
Las armaduras de cubierta son estructuras que conforman cubiertas inclinadas. Se clasifican según:
La bóveda esquifada es considerada la más completa en cuanto a armaduras de cubierta. Pueden estar presentes otros elementos como los cuadrales y ser de limas simples o dobles, atadas mediante tirantes simples o dobles.
La Basílica de San Pedro es una obra maestra que abarca varios siglos y refleja la evolución del Renacimiento. En ella participaron arquitectos y artistas de renombre como Bramante, Rafael, Sangallo, Miguel Ángel, Maderno y Bernini.
La arquitectura renacentista se divide en tres fases, reflejadas en la Basílica:
El Renacimiento se caracteriza por el retorno a los ideales clásicos, la armonía y el equilibrio. Se basa en el estudio de la naturaleza, la luz, las leyes ópticas, la historia y la mitología. Los elementos arquitectónicos típicos incluyen el arco de medio punto, la bóveda de cañón, el frontón y los órdenes clásicos.
El palacio y la iglesia son los edificios más importantes de la ciudad renacentista, con una plaza central que sirve como extensión del palacio. La arquitectura renacentista se basa en un reflejo matemático desarrollado sobre la métrica románica y gótica. La ruptura con el espacio medieval se produce al diseñar edificios con reglas asimilables, imponiendo el ritmo del edificio y su entorno. Se incorpora la perspectiva como herramienta de proyecto y la noción de diseño como forma de conocimiento.