Portada » Geografía » Transformaciones y Retos del Sector Primario Español
Los factores físicos han perdido la importancia que tuvieron en el pasado debido a los avances técnicos. Sin embargo, siguen ejerciendo su influencia, que en el caso de España no es favorable.
Presenta una elevada altitud media y abundantes pendientes, que facilitan la erosión y dificultan la mecanización. Así, el 70% de la tierra se encuentra entre 200 y 1000 metros de altitud; y de 50 millones de hectáreas, solo 6 millones tienen pendientes medias inferiores al 5%.
Se caracteriza en buena parte del territorio por precipitaciones escasas e irregulares, con relativa frecuencia de tormentas y granizos; temperaturas con situaciones extremas y aridez más o menos acusada.
Son de calidad mediocre y en muchas áreas padecen problemas de erosión que reducen su fertilidad.
Se inició a partir de la década de 1960. Se caracteriza por el empleo de una población escasa y envejecida, un progresivo aumento del tamaño de las explotaciones agrarias, una mayor intensificación, y la incorporación de los avances tecnológicos. Como resultado, se ha elevado el rendimiento, y la producción tiende a la especialización regional y a la venta en un mercado cada vez más globalizado y liberalizado.
En las actividades agrarias es escasa y envejecida. Existen diferencias territoriales entre las bajas cifras de la población agraria de Madrid y el País Vasco y los valores más altos de Extremadura, Murcia y Galicia. El envejecimiento rural es más acusado en las comunidades del interior peninsular.
En la actualidad se mantienen los tamaños extremos en las explotaciones agrarias, aunque ha disminuido el número de explotaciones y ha aumentado su tamaño medio. Las causas han sido el éxodo rural de la década de 1960 y la política agraria de la Unión Europea desde la década de 1990. Así, en 2005 el tamaño medio de las explotaciones era de 31.0 hectáreas, cifra aceptable, aunque todavía con un alto número de parcelas, unas 10, en muchas ocasiones separadas entre sí, aunque la situación ha mejorado con la concentración parcelaria.
Estos también han experimentado cambios desde la década de 1960.
Las transformaciones técnicas han consistido en la incorporación de avances como la mecanización de las tareas, la selección genética de semillas y razas ganaderas, o el uso de fertilizantes químicos y productos fitosanitarios.
Las transformaciones en los sistemas agrarios han supuesto una creciente intensificación de la producción y un paralelo aumento de los rendimientos.
Las actuaciones políticas también repercuten en el espacio rural. En España, la política agraria experimentó una enorme transformación tras la entrada en la Comunidad Europea (1986) y la consiguiente adopción de la Política Agraria Común (PAC). El libre comercio europeo ha permitido a los productos españoles acceder a un mercado de millones de consumidores con elevado poder adquisitivo. Pero también obliga a incrementar la competitividad, modernizando las explotaciones y aumentando los rendimientos y la calidad. Para ello, los productores agrarios han recibido cuantiosas ayudas comunitarias. Estas ayudas proceden de fondos específicos: el FEOGA y el FEAGA. Las regiones españolas se han visto diversamente afectadas por la PAC. Sus consecuencias han sido problemáticas en las áreas que cuentan con producciones excedentarias y poco competitivas en la Unión Europea, como la zona cantábrica y el interior peninsular. Las más beneficiadas han sido el litoral mediterráneo y andaluz. En Canarias, la PAC se aplica desde 1991 con algunas particularidades.
Son cultivos herbáceos destinados a la alimentación humana (trigo, arroz) y de manera creciente a la alimentación del ganado y a la elaboración de piensos compuestos y a la obtención de biocarburantes. Su área de cultivo mayoritaria son los secanos del interior peninsular donde rotan con barbecho o con leguminosas. La producción se enfrenta a los rendimientos superiores de otros países europeos. La PAC ha impuesto cuotas de producción y una reducción subvencionada de la superficie de cultivo y tras la última reforma se desliga de la producción un 75% de la ayuda.
Es un cultivo arbustivo de secano que produce uvas destinadas al consumo en fresco y principalmente a la elaboración de vino. Su área productora principal es Castilla-La Mancha. La producción tradicional se caracterizaba por los bajos rendimientos dado que en muchas zonas el viñedo ocupaba áreas marginales poco aptas para otros cultivos. Pero desde 1990 ha crecido notablemente debido a las mejoras técnicas.