Portada » Psicología y Sociología » Roles Sociales y Construcción de la Realidad: Patologías, Conflictos y Adaptación
Esta patología radica en la incertidumbre que sufre el actor social al tener que desempeñar una situación determinada. Esta incertidumbre puede darse en el propio sujeto o en las expectativas de sus compañeros de rol. Un claro ejemplo es el jefe respecto a los demás: puede actuar como un compañero, como amigo, como controlador de castigos, como modelo a seguir, como experto del trabajo… Para solucionar este rol hay que dejar clara la función que se desempeña. Esto se puede hacer o bien imponiendo las determinadas expectativas y el concepto que tenga el actor social del rol, o bien solicitando a los compañeros de rol que digan sus exigencias y preferencias.
Expectativas diferentes de un mismo rol, entre quien lo desempeña y quienes se relacionan con dicha persona. Un ejemplo es cuando los alumnos obligan a un profesor a hablar más lento o a repetir constantemente, con lo que el profesor no puede manifestar su forma de hablar, además de ser interrumpido continuamente. Una forma de solucionar esta patología es que el actor social pida a sus compañeros de rol que se pongan de acuerdo en sus expectativas.
Contradicciones e incompatibilidades entre dos o más roles desempeñados por una misma persona. Por ejemplo, se produce con la mujer casada y con hijos, que además se dedica al mismo tiempo a desempeñar un trabajo profesionalmente. Para solucionar este conflicto se suele hacer una degradación de alguno de los roles o se realiza una segmentación de los roles para que estos no se falseen.
Diferencias entre las expectativas del actor de un rol y las posibilidades reales de desempeñarlo. Ej. Un periodista que trabaja antes de acabar la carrera en un periódico local y realiza, además de su trabajo, el trabajo que no quieren realizar sus compañeros. Para solucionar estas patologías hay que hacer una distinción. En el caso de la infracarga, el actor social afectado tiende a retrasar las operaciones, informar mal, bloquear distintas actividades y todo ello para compensarse por su pérdida de poder y responsabilidad. En el caso de la sobrecarga, suele reasignarse las prioridades y responsabilidades.
El ser humano no es capaz de percibir el exceso de datos de la realidad, ya que es muy amplia. El exceso de datos nos confunde, por lo tanto, no podemos abarcar toda la realidad, y por ello necesitamos simplificarla e introducir un orden donde atendemos a lo más importante o aquello que encaja, y lo que no encaja lo desechamos o simplemente ni lo percibimos. Por lo tanto, conforme construimos la realidad, cada vez es más difícil cambiar nuestras ideas, porque la realidad se consolida y, por ello, hemos de elegir constantemente entre la seguridad de nuestro «orden» frente a la inseguridad de lo real. La realidad social se reproduce de distintas formas:
Llegados a este punto, podemos sacar dos conclusiones: la primera es la importancia de la «profecía autocumplida», es decir, la presunción de que la realidad funciona de determinada manera y la adaptación de las personas a lo «esperable» hace que la realidad sea lo que es y no de otro modo. Y la segunda conclusión es que, de nuevo, no hay neutralidad posible, ni personal, ni social, ni ética, ni política.