Portada » Educación Artística » Exploración Abstracta y Expresionismo: Mondrian y Munch
Obra pictórica abstracta, óleo sobre lienzo, 0.75 x 0.65 m.
Composición abstracta de formas geométricas. Sobre un fondo blanco, se distribuyen cuadrados y rectángulos de distinto color y tamaño. Los colores puros, nítidos y brillantes (rojo, amarillo y azul) se distribuyen alternadamente, excepto el rojo. Según Mondrian, entre los colores no deben existir relaciones de fuerza, sino métricas. Anteriormente, siempre había existido en los cuadros un centro localizable. La profesión del pintor era la composición. Su tarea consistía en armonizar las distintas formas localizadas. Al intentar representar el cuadro en sus dos dimensiones, la poética del lienzo radica en las formas rectangulares que limitan los colores primarios sin aislarlos. El resultado es una composición completamente equilibrada, caracterizada por la elementalidad, racionalidad y funcionalidad de las formas.
La distribución de simples elementos de color sobre una superficie blanca y en torno a líneas crea un determinado ritmo. El ritmo de las formas engendra sentimientos diversos. Los cuadros serían solo parte de una serie interminable de variaciones libres. El propósito de los artistas anterior al surrealismo, pero que lo desborda en el tiempo, la obra de arte se convierte en una realidad autónoma sin conexión con la naturaleza. Combinaciones de colores que intentan expresar, como la música, una necesidad interior. El neoplasticismo se basa en una rigurosa urdimbre ortogonal y en la utilización de colores planos y elementales, y de los no colores. Rechaza las cualidades sensoriales de textura, superficie y color, y reduce su paleta a los colores primarios. El grupo De Stijl, que agrupaba a pintores, constituye la primera manifestación de esta asociación entre un repertorio de formas y colores elementales y una voluntad de reforma.
La obra está marcada ideológicamente por el neoplatonismo, corriente de pensamiento místico muy en boga en Holanda durante la Primera Guerra Mundial, que propugnaba el rechazo a la realidad material en favor de otra más superior y espiritual.
Las teorías de Mondrian reivindican un proceso de abstracción progresiva. El excesivo rigor de sus propuestas provocó violentas críticas. El neoplasticismo está considerado el origen de la abstracción geométrica. Además, el autor, con sus diseños, se ha convertido en uno de los artistas más imitados del siglo XX. Sus nociones se ven reproducidas en multitud de anuncios.
Europa vivía una situación de inestabilidad, caracterizada por la aparición de corrientes nacionalistas y la rivalidad económica entre distintas naciones. La Revolución Rusa tuvo un gran impacto en la sociedad europea del tiempo. La desarticulación económica después de la Primera Guerra Mundial y la amenaza del comunismo surgido de la Revolución Rusa provocaron el resurgimiento del fascismo como una importante fuerza política.
La obra es Composición en Rojo, Amarillo y Azul, y su autor es Piet Mondrian. El simbolismo se adentró en la concepción cubista. En contraposición con la irracionalidad proclamada por el dadaísmo, Mondrian condujo el lenguaje cubista a un proceso de máxima abstracción. Progresivamente fue eliminando de sus composiciones todo aquello que remitiera a objetos. En 1920, suprimió la profundidad en sus telas. Sus obras más características colocan sobre un fondo blanco los elementos puros: líneas gruesas marcadas en negro y colores planos que reducen el espectro cromático a los colores primarios. Posteriormente, sustituyó las líneas negras por líneas de colores y pintó dinámicos rectángulos alineados. Las teorías del grupo sobre la abstracción y la simplicidad influyeron en la arquitectura, el diseño industrial y las artes gráficas.
Obra pictórica no figurativa, témpera y pastel sobre tabla, 0.91 x 0.735 m.
La obra muestra lo que podría ser tanto un hombre como una mujer, que ocupa el lugar primordial de la composición. Su mirada se dirige a algo que se encuentra más allá del espectador. Apoyándose en una barandilla con las manos, se tapa los oídos manteniendo la boca abierta con un gesto de desesperación. Se advierten dos figuras que se alejan por el camino, dejando aislada y fuera de la realidad a esta figura. En el otro lado de la barandilla, un paisaje a base de cielo, mar y tierra, en donde se atisban dos barcos y el campanario de una iglesia. Las bandas ondulantes parecen sugerir las ondas sonoras del grito que se escapa de la boca. Al no haber ningún tipo de simetría, la sensación de inquietud se transmite de una manera muy directa. El cuadro es un grito de angustia y dolor que expresa el estado de ánimo del pintor. En cuanto al empleo de los colores, existe una contraposición entre las gamas cálidas y frías; tanto unos como otros son antinaturalistas. En cuanto a la profundidad, se tiene una fuerte sensación de espacio: el paisaje, el mar, el cielo y la tierra se construyen a base de ondulaciones. El personaje principal permanece quieto. Más allá del puente, todo parece solidarizarse con el protagonista. La asimetría del cuadro contribuye a transmitir inquietud y desequilibrio. El simbolismo es patente en el rostro. Su angustia se ve forzada por la propia posición de sus manos. El autor estira la figura hasta deformarla.
Estamos ante una especie de autorretrato del autor, enfrentado a la soledad de la vida y la muerte.
Puede relacionarse con el lenguaje expresionista. Percibimos determinadas características, como los contrastes de las masas de color, que plantean las angustias vitales del hombre. El término «expresionismo» se viene utilizando aproximadamente desde 1910. Su significado supone una clara contraposición frente al término «impresionismo». Todo esto ayuda a explicar la extensión en el tiempo del expresionismo. Este es el caso de pintores como Ensor, Rouault, Nolde. En Alemania surgen dos movimientos importantes:
La obra analizada es considerada como precursora del expresionismo. En fechas más recientes se han desarrollado corrientes expresionistas.
Munch quiso reflejar en sus obras los rincones más ocultos del alma humana. El Grito es un reflejo del mundo interior del artista, que entronca con la soledad. Por otra parte, el artista se autorretrató en otras ocasiones, de modo individualizado o en compañía.
Como antecedentes podemos considerar dos obras: Aposento de la Muerte y La Calle de Karl Johann de Noche. Entre los consecuentes habría que citar las numerosas versiones de esta misma obra realizadas en su producción, y la influencia que tuvo El Grito en general. Esta obra se convierte en la portada del manifiesto del grupo Die Brücke.
Edvard Munch pintó El Grito en París, sin duda una de las cunas del pensamiento contemporáneo. En este marco se origina una fuerte disputa acerca de cómo debería volver a organizarse la sociedad. París vivía envuelta en un clima de constante protesta social.
Se trata de la obra El Grito, realizada sobre tabla con la técnica de témpera y pastel. Su autor es Edvard Munch. Su pintura rechaza los temas neutros del impresionismo y se dedica a la expresión de estados de ánimo. Entre sus obras podemos destacar, además de las ya citadas, La Danza de la Vida y Pubertad.