Portada » Historia » La Guerra Fría: Conflictos y Disidencias
Tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, el norte de la península coreana fue ocupado por tropas rusas y el sur, a partir del paralelo 38, por las estadounidenses. Corea del Norte quedó comunista, dirigida por Kim Il-sung, en contraposición a Corea del Sur, capitalista, dirigida por Syngman Rhee. Stalin animó a sus aliados de Corea del Norte a invadir Corea del Sur. La ONU condenó la agresión y aceptó el envío de tropas estadounidenses encabezadas por el general MacArthur, quien con el tiempo sería destituido. El conflicto finalizó con la paz de Panmunjom, que consolidó la división de las tropas coreanas hasta el día de hoy.
Tras la guerra de Indochina, los franceses se marcharon y el territorio se dividió en dos estados. Ho Chi Minh, dirigente del norte, anunció que invadiría el sur. En el sur, además, surgió un grupo armado (el Vietcong) que apoyaría al norte para conseguir la reunificación. Estados Unidos suministró tropas y armamento al sur. El conflicto fue duro; los ataques químicos con bombas incendiarias de napalm por parte de los estadounidenses eran respondidos por una guerra de guerrillas. El desprestigio del conflicto, el desgaste y el elevado número de bajas y mutilados impusieron la retirada de Estados Unidos. Se firmaron los acuerdos de París en 1973 con el fin de la ayuda militar estadounidense y el alto el fuego.
Foco de conflicto ideológico: el ascenso de los “Jemeres Rojos” (brazo armado comunista) favoreció el inicio de una sangrienta dictadura con Pol Pot. Más de un millón y medio de camboyanos perdieron la vida.
En Egipto se abrió paso una república presidida por Gamal Abdel Nasser, quien proyectó la construcción de la presa de Asuán (con ayuda de la URSS). Egipto viró hacia el área soviética, nacionalizando el canal. Esto chocaba con los intereses franco-británicos, quienes apoyaron ocupar militarmente la zona.
El gobierno del dictador Fulgencio Batista, aliado de Estados Unidos, fue derrotado por la guerrilla de Fidel Castro, quien se orientó hacia el comunismo y la revolución. La tensión subió en abril de 1961, cuando se produjo un intento de desembarco en la bahía de Cochinos por parte de cubanos exiliados y estadounidenses con apoyo de la CIA. Entonces, Cuba firmó con la URSS un pacto para instalar en la isla misiles nucleares apuntando hacia Estados Unidos. Kennedy ordenó un bloqueo naval a la isla para que los misiles no llegaran en barcos soviéticos. Al final, un acuerdo entre la URSS y Estados Unidos logró poner fin a esa locura.
Se produjo la ruptura de relaciones con la URSS en 1948. Las medidas del dirigente Tito lo alejaron del mundo soviético, naciendo el llamado socialismo autogestionado. Tito se mantuvo al margen del Pacto de Varsovia y desarrolló el movimiento de países no alineados.
Se deterioraron las relaciones entre China y la URSS a partir de 1959. Los dirigentes chinos impulsaron un socialismo distinto al soviético.
En octubre de 1956, el dirigente comunista Imre Nagy formó un gobierno con la participación de liberales y socialistas. Se declaró la neutralidad de Hungría y el abandono del Pacto de Varsovia. János Kádár (comunista extremo) demandó la intervención soviética, que al final se produjo y condujo a una dura represión.
En 1968, Alexander Dubček inició un proceso de apertura y democratización conocido como la Primavera de Praga. Se buscaba implantar un nuevo modelo de socialismo “con rostro humano”, con mayor grado de libertad de expresión. Pero, de nuevo, las tropas del Pacto de Varsovia intervinieron, siendo justificada la invasión por el líder de la URSS, Brézhnev.
Cabe referir los intentos de acercamiento al bloque del este a cargo del canciller de la RFA, Willy Brandt, conocidos como Ostpolitik (1970). Se iniciaron conversaciones con la URSS, se reconoció la división de Alemania y se aproximaron a la RDA. En cuanto a Francia, fue reticente al liderazgo de Estados Unidos sobre la Europa occidental. Francia, dirigida por De Gaulle, se negó a someterse por completo a la OTAN y no aceptó la entrega absoluta a este organismo internacional. En esta línea de defensa del europeísmo, se crea el Consejo de Europa en 1948, se produce el acercamiento franco-alemán y se firma el Tratado de Roma en 1957. Respecto a América Latina, se criticó cada vez más la defensa estadounidense de los grupos económicos multinacionales, que operaron en colaboración con las oligarquías locales, así como el apoyo estadounidense a dictaduras o a grupos anticomunistas.