Portada » Historia » Etapas y Repoblación de la Reconquista en la Península Ibérica
Durante este periodo, los cristianos se centraron en la defensa y ocupación de tierras deshabitadas en el Valle del Duero, Galicia y el Piedemonte de los Pirineos, debido al dominio musulmán.
El inicio de la Reconquista se marca por la crisis del califato y la fragmentación en reinos de taifas. Los reinos cristianos del norte tomaron la iniciativa militar, sometiendo a los taifas al pago de parias. Destaca la conquista de Toledo en 1085 por Alfonso VI. La respuesta musulmana llegó con los almorávides, quienes vencieron en varias batallas. Sin embargo, los reinos cristianos avanzaron en el Valle del Ebro, conquistando Huesca y Zaragoza. La decadencia almorávide permitió la conquista del Valle del Tajo y del Ebro. La segunda mitad del siglo XII vio el auge almohade y disputas entre cristianos, frenando el avance. Se consolidaron las Órdenes Militares y se firmaron tratados para delimitar territorios.
La victoria en las Navas de Tolosa (1212) impulsó el avance cristiano, reduciendo el dominio musulmán al Reino de Granada. La unión de León y Castilla bajo Fernando III facilitó la conquista de Andalucía. Alfonso X el Sabio continuó con la toma de Murcia.
El Reino nazarí de Granada quedó como único reducto musulmán, tributario de Castilla. La Reconquista finalizó en 1492 con la toma de Granada.
Ocupación espontánea de tierras por campesinos, nobles o clérigos, sancionada por el rey. Generó una sociedad de campesinos libres con pequeña y mediana propiedad.
Se atraían colonos a zonas de frontera con Fueros o Cartas Puebla, otorgando tierras y privilegios. Predominó la propiedad mediana libre y las tierras comunales.
Las Órdenes Militares (Santiago, Calatrava, Alcántara, Montesa) repoblaron extensas zonas, divididas en encomiendas. Predominó la gran propiedad ganadera.
El monarca repartió territorios entre los conquistadores, resultando en grandes latifundios en manos de nobles, Iglesia y Órdenes Militares.
La sociedad era estamental, con obligaciones y privilegios definidos por ley. Los estamentos eran: clero (oradores), nobleza (defensores) y pueblo llano (labradores). Cada grupo tenía una función esencial para la sociedad.