Portada » Filosofía » Ilustración y Realización Humana: Paradoja, Historia y Religión según Kant
El hombre, como especie, accederá a la etapa de Ilustración como fruto de una realización histórica. Para entenderlo, hay que partir del concepto de hombre y de la dinámica de la historia.
El hombre es fenómeno y noúmeno, dos dimensiones “irreconciliables”, por lo que se da una contradicción, una paradoja. El hombre tiene como tarea la reconciliación y realización de sus disposiciones, conciliando estas dos dimensiones en tres clases:
El hombre es una compleja paradoja, ya que en él se dan dos dimensiones irreconciliables. Dada su disposición moral, el hombre ha de proponerse como tarea ética la realización humana. «Cada uno debe proponerse como fin último y supremo el soberano bien posible en el mundo.» Esta tarea se logrará a lo largo de la Historia.
La Historia es un desarrollo progresivo, aunque lento, de las disposiciones originales del género humano. Los principios de esta realización histórica son:
Precisamente, nuestra tarea de realizar y fundamentar el supremo bien exige la religión. Gracias a la religión podemos:
Esta religiosidad kantiana es «racional». No implica la aceptación de una determinada religión positiva, sino que trata de definir una religión dentro de los límites de la mera razón. Es una consideración estrictamente filosófica de la religión-moral que no significa tampoco una negación de la religión revelada.
Categoría: Se llama así, con un término de raigambre aristotélica, al concepto puro del entendimiento. Las categorías son los conceptos originarios y primarios del entendimiento, por medio de los cuales se lleva a unidad lo múltiple de la sensibilidad para la constitución de un objeto y obtener así un conocimiento.
Experiencia/Empírico: Componente de la experiencia objetiva que procede de la sensación o intuición empírica (lo empírico) y que es a posteriori.
Fenómeno: El objeto del conocimiento empírico y objetivo. Así entendido, el fenómeno encierra una estructura compleja, pues es el resultado de los diferentes momentos que constituyen el conocimiento: momento intuitivo-sensible y momento intelectual-conceptual.
Idea: Son formas a priori de la razón, o conceptos racionales, a diferencia de las categorías o conceptos puros del entendimiento. Idea es un concepto necesario de la razón, al cual no le es dado en los sentidos ni en la experiencia ningún objeto que le corresponda.
Imperativo: Es la fórmula de un mandato de la razón. Se llama «mandato» a la representación de un principio objetivo, en tanto que es constrictivo para la voluntad.
Ley: Leyes en la naturaleza. Por tales se entienden las reglas o principios que rigen la naturaleza y la hacen posible.
Noúmeno: «Noúmeno» significa «inteligible», en cuanto contrapuesto a, y radicalmente distinto de, lo «sensible». Expresa el mero objeto del entendimiento, sin relación alguna, ni de procedencia ni de referencia a la sensibilidad, ni a la intuición sensible.
Práctico: Todo lo que es posible mediante la libertad. Tiene que ver, pues, con la facultad de desear y, más precisamente, con la voluntad pura como facultad superior de desear.
Puro: En contraposición a empírico, es puro aquel conocimiento o representación en que no hay nada que pertenezca a la sensación, se derive de ella o esté mezclado con ella.
Teórico: Se dice del conocimiento, esto es, de la facultad de conocer y de todo lo referido a ella. Se diferencia de lo práctico, que tiene que ver con la facultad de desear.
Trascendental: Modo de conocimiento de objetos en cuanto dicho conocimiento es posible a priori. Expresa, pues, sus condiciones de posibilidad.