Portada » Historia » La Restauración Borbónica en España: Reformas, Conflictos y Transformaciones Sociales
En esta ley, el Rey nombraba a los alcaldes de las ciudades de más de 30.000 habitantes. Esta medida buscaba reforzar el control del gobierno sobre las ciudades, donde el fraude electoral y el control de los votos eran más complejos.
Cánovas limitó la libertad de enseñanza, exigiendo a los profesores el respeto al régimen y al dogma católico. Esto provocó que los profesores fueran expulsados o que abandonaran el sistema público de enseñanza. Entre ellos, Francisco Giner, creador de la Institución Libre de Enseñanza, institución privada que promovía una enseñanza laica. Por otro lado, a partir de 1881, gobernaron los liberales de Sagasta, quienes impulsaron medidas de corte progresista como el restablecimiento de la libertad de expresión y la libertad de cátedra. También se implantó la Ley de Imprenta de 1883.
El gobierno de Sagasta fue cesado por el Rey en 1884 al no poder controlar los conflictos sucedidos en Andalucía con la aparición de la presunta asociación anarquista «Mano Negra». Era una organización secreta y violenta que actuó entre 1882-1883 y a la que se atribuyeron asesinatos de confidentes policiales e incendios de cosechas y edificios. Los sucesos ocurrieron en un momento de conflicto en el campo andaluz, donde los campesinos soportaban un régimen con bajos salarios y trabajo a destajo. Muchos dudan de la existencia de la Mano Negra, ya que la documentación que presentó la Guardia Civil (hallada debajo de una piedra) para demostrar su existencia era de varios años antes. Esto fue perfecto para actuar en contra de los jornaleros que empezaban a organizarse en torno al anarquismo violento de la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE), fundada en 1881. El proceso judicial contra la Mano Negra se resolvió con la detención de jornaleros de la FTRE y, con ello, la conflictividad momentánea (debido a su encarcelamiento).
Alfonso XII murió en 1885 de tuberculosis. Su regencia la asumió su esposa María Cristina de Habsburgo debido a que el pequeño monarca aún no había nacido. Los dos grandes partidos (Liberal y Conservador) firmaron el Pacto de El Pardo (1885), unos acuerdos entre Cánovas y Sagasta, en los cuales se decidió la sustitución del gabinete conservador por el liberal, por el temor a un levantamiento, comprometiéndose a mantener el turno pacífico de partidos. Tras el Pacto de El Pardo (1885), Sagasta volvió al gobierno (1885-1890) iniciando una etapa reformista.
Se generalizó el voto a todos los varones mayores de 25 años, con lo cual, el 25% de la población tenía este derecho.
Recopilación de leyes que regulan el derecho a la familia, a las sucesiones, propiedades, etc. Esto supuso la unificación del derecho civil español.
Desaparecen los dos líderes de la Restauración. Cánovas fue asesinado en 1897 y Sagasta murió en 1903 de muerte natural. De esta manera, empieza el reinado de Alfonso XIII (1902).
Consistió en vender las propiedades de la Iglesia y los municipios, que hasta entonces no podían venderse.
Se establece un nuevo marco provincial tras la muerte de Fernando VII y aumenta el enfrentamiento entre los grupos de poder, Las Palmas y Tenerife. Todo el archipiélago se consideró una única provincia gobernada por una Diputación Provincial. Por otro lado, el jefe político que gobernase en la provincia sería el gobernador civil. El problema de estos cambios es que se requería la existencia de una capital provincial. Estaba claro que la localidad que ocupara dicha institución sería la capital de Canarias, hasta entonces inexistente. La nueva situación favorecería a las clases dominantes que controlarían los circuitos comerciales interiores y dispondrían de mayor facilidad para relacionarse políticamente.
Durante la pacificación del conflicto independentista cubano, Cánovas envió un ejército de 30.000 hombres que consiguieron la rendición del ejército independentista después de establecer contactos con los rebeldes. En 1878 se firmó la Paz de Zanjón, al inicio del gobierno de Cánovas, que puso fin a la Guerra de los 10 Años (1868-1878). Supuso:
El retraso de estas promesas (hasta 1886 no se aprueba la abolición de la esclavitud) provocó el inicio de una nueva guerra: la Guerra Chiquita (1879) y la posterior Guerra de Independencia de Cuba (1895-1898).