Portada » Historia » Análisis del Manifiesto de Primo de Rivera y el Llamamiento de Franco: Dos Textos Clave de la Historia de España
Nos encontramos ante un fragmento del Manifiesto del capitán general de Cataluña, Primo de Rivera, publicado en ABC tras el golpe de Estado del 13 de septiembre de 1923. Este fragmento ha sido extraído del libro «La historia de España en sus documentos», de Díaz Plaja, publicado por el Instituto de Estudios Políticos en Madrid en 1964.
Se trata de un texto informativo de contenido político, con carácter de fuente histórica. El texto se ubica en los momentos finales de la Restauración, y abre una dictadura que durará más de siete años, finalizando con la dimisión del dictador y el advenimiento de la II República Española.
Durante el reinado de Alfonso XIII, el sistema de la Restauración sufrió el impacto de la Primera Guerra Mundial. Si bien en economía fue positivo en términos generales, a nivel social supuso un aumento de los conflictos sociales debido a la pérdida de poder adquisitivo de las clases populares ante la inflación provocada por la guerra. Estos conflictos y huelgas aumentaron ante la crisis de posguerra y la influencia de la Revolución Rusa. A nivel político, la guerra mundial fortaleció la posición de los nacionalistas ante el surgimiento de nuevos países por disgregación.
En 1917 estalló una crisis política, militar y social. Ante la actitud represiva del gobierno conservador de Dato, quien suspendió las garantías constitucionales y cerró las Cortes, se creó una Asamblea de Parlamentarios catalanes que convocó una reunión de Diputados y Senadores nacionales para formar un gobierno provisional que convocara Cortes Constituyentes y planteara un nuevo modelo de estado descentralizado. El movimiento fue disuelto por la Guardia Civil. La crisis militar se tradujo en el Manifiesto militar de junio, en el que los militares peninsulares pedían el ascenso por antigüedad y culpaban al gobierno de los males del ejército, pidiendo la renovación política. En agosto de 1917, UGT y CNT convocaron una huelga general con incidencia desigual en el país, pero puntos conflictivos como Madrid, Barcelona, País Vasco y Asturias hicieron que se saldara con más de 60 muertos, 200 heridos y una durísima represión con más de 2000 detenidos. La huelga fue convocada para pedir al gobierno que contuviera la inflación.
Esta crisis de 1917 provocó la descomposición y el desgaste de las instituciones de gobierno. Entre 1918 y 1923 se dieron numerosos cambios en el turno de gobierno, lo que imposibilitó el desarrollo de políticas a largo plazo para regenerar la vida política. La necesidad de utilizar medidas de excepción y suspender el Parlamento aumentó el protagonismo del ejército. También se optó por gobiernos de concentración, pero esta solución fracasó.
Con la crisis de posguerra, aumentó la tensión social, patente en el aumento de la afiliación sindical, sobre todo cenetista, en los sucesos del Trienio Bolchevique, en los que campesinos tomaron tierras, y en el aumento de las huelgas en las regiones industriales. En 1921, el desastre de Annual en el Protectorado de Marruecos crispó a la opinión pública, provocó la dimisión del gobierno y la apertura de una investigación parlamentaria (el «Expediente Picasso»). Esta crisis política culminó en el golpe de Estado de Primo de Rivera el 13 de septiembre de 1923.
El manifiesto, dirigido al país y al ejército, persigue presentar la nueva situación política, alegando los motivos del golpe de estado para obtener el apoyo del pueblo, del ejército y del rey. La opinión pública acogió la dictadura entre la aprobación y la indiferencia. Solo anarquistas y comunistas convocaron una huelga general de rechazo que fracasó.
El texto sigue una estructura de problema-solución y se divide en tres partes:
Primo de Rivera califica el sistema político de la Restauración como inmoral y corrupto, acusándolo de llevar al país, desde el desastre del 98, a un fin trágico. La dictadura conseguiría su mayor éxito político al obtener en 1927 el control total del protectorado. Se menciona la corrupción del sistema político, atrapando incluso la voluntad del rey. Ante la crisis, Primo de Rivera presenta la dictadura como una solución temporal para poner orden, acabar con el problema de Marruecos, los desórdenes públicos, los conflictos sociales, el anticlericalismo y el separatismo político. Algunos historiadores consideran que la dictadura pretendía evitar la democratización del régimen de la Restauración.
Este texto político, escrito por Francisco Franco, es el primer manifiesto del general al iniciarse la sublevación militar, hecho público en Santa Cruz de Tenerife el 18 de julio de 1936. La redacción se gestó en Las Palmas de Gran Canaria, volando posteriormente en el Dragón Rapide a Tetuán.
Si bien este bando inicia la sublevación militar, las reuniones conspirativas contra el gobierno republicano habían comenzado a finales de 1935. El triunfo del Frente Popular y la aceleración de las reformas precipitaron los acontecimientos.
En el primer párrafo, Franco hace un llamamiento a España, buscando el apoyo de los «patriotas» ultrajados por los gobiernos republicanos. Utiliza la religión como argumento para defender la «integridad de España».
En el segundo y tercer párrafo, Franco argumenta el proceso revolucionario y la ocupación de tierras, ante la incapacidad del gobierno republicano.
El cuarto párrafo alude a la Constitución republicana, indicando su nulidad por el mal uso que se había hecho de ella. En bandos posteriores, la declaración del estado de guerra conllevó la supresión de derechos y libertades. Durante su mandato, no hubo una Constitución, sino leyes orgánicas.
En el quinto y sexto párrafo, Franco declara la guerra a quienes pretendían destruir España, en referencia a las ideas comunistas, lo que le costó el aislamiento internacional hasta 1953 y una durísima represión interior.
El último párrafo muestra ambigüedad. El pretexto del llamamiento fue todo lo contrario, generando odio y reavivando el conflicto entre las dos Españas.
La imposibilidad de convivencia entre derechas e izquierdas, el choque entre las clases dominantes y la clase obrera, dio lugar a la Guerra Civil. La guerra fue la conclusión trágica de errores acumulados. Las consecuencias fueron nefastas, abriendo un abismo entre los españoles que tardaría más de 50 años en cerrarse.