Portada » Geografía » Transformación Económica en España: Auge y Desafíos del Sector Servicios
El sector terciario, caracterizado por su complejidad y heterogeneidad, engloba todas las actividades económicas que no se consideran ni agrícolas ni industriales. Su principal función es la prestación de servicios.
Dada su diversidad, la clasificación del sector terciario puede resultar compleja. Sin embargo, podemos agrupar los servicios según su finalidad:
Estos servicios también pueden clasificarse según quién los presta y su finalidad. Los servicios públicos, proporcionados por el Estado o las administraciones, buscan ofrecer bienes tangibles a la sociedad. Los servicios privados o de mercado, por otro lado, tienen como objetivo la rentabilidad o el beneficio económico (comercio, consultorías, etc.). Algunos servicios, como la sanidad y la educación, pueden ser tanto públicos como privados.
Desde 1950, la economía mundial ha experimentado un notable crecimiento del sector terciario, tanto en términos económicos como en empleo, especialmente en los países desarrollados. Este fenómeno, conocido como proceso de terciarización, implica un aumento del peso del sector servicios en detrimento del primario y secundario. La economía española, en particular, está claramente terciarizada.
A partir del crecimiento económico de los años 60 del siglo XX, España dejó de ser un país predominantemente agrario. El desarrollo industrial impulsó el crecimiento de una economía de servicios. La mecanización y robotización en los sectores agrícola e industrial redujeron la necesidad de mano de obra, provocando un trasvase de la población activa hacia el sector terciario, que actualmente ocupa el 67% de la población activa y aporta el 68% de la riqueza nacional.
El sector terciario creció en consonancia con el fuerte desarrollo industrial y el proceso de urbanización.
A pesar de la crisis económica que afectó a la mayoría de los sectores, el sector servicios fue el único que experimentó un incremento en la población ocupada (casi medio millón de trabajadores) y en su producción (más del 3%).
La producción de servicios ha experimentado altibajos, pero la importancia del sector en la economía ha seguido creciendo (en 2001 representaba el 62% del PIB). Este crecimiento se debe a las actividades productivas de las empresas y a la creciente demanda de servicios de ocio y tiempo libre.
Dentro del sector servicios, no todas las actividades han evolucionado de la misma manera:
La terciarización de la economía española se explica por varios factores:
La distribución del sector servicios en España no es uniforme. Se concentra principalmente en las áreas urbanas, las regiones más desarrolladas y las zonas litorales con actividad turística. Destacan:
Todas las Comunidades Autónomas muestran una clara predominancia del sector servicios, superando el 50% en población empleada y aportación al PIB. Sin embargo, existen desigualdades entre las comunidades, especialmente en las ramas más especializadas.
En cuanto al grado de terciarización del empleo:
En cuanto a la contribución del sector al PIB por Comunidades Autónomas, también se observan diferencias notables: