Portada » Medicina y Salud » Entendiendo el Síndrome de Lennox-Gastaut y el Síndrome de Apert: Causas, Síntomas y Diagnóstico
El Síndrome de Lennox-Gastaut es una encefalopatía epileptiforme de la infancia caracterizada por frecuentes ataques mioclónicos y disfunción funcional progresiva. Lennox identificó una correlación clínica entre este tipo de EEG y pacientes con múltiples crisis epilépticas. Este síndrome se distingue por convulsiones intratables y muy frecuentes, retraso mental y un electroencefalograma característico. Representa entre el 5-10% de los desórdenes convulsivos de la infancia y es ligeramente más común en varones. Suele iniciarse entre los 3 y 5 años de edad, aunque puede manifestarse hasta los 8 años.
Solo en el 2-4% de los casos existe un historial familiar de epilepsia. En el 30% de los casos, la etiología del Síndrome de Lennox-Gastaut es desconocida, sin antecedentes de desórdenes neurológicos o convulsivos. En el 60% de los casos, se observan problemas neurológicos perinatales o postnatales previos, incluyendo el Síndrome de West. Los más comunes son asfixia perinatal, encefalitis, meningitis, trauma durante el parto, esclerosis tuberosa, malformaciones congénitas, tumores, toxoplasmosis y otras enfermedades virales. También puede ser causado por enfermedades neurodegenerativas como lipofucsinosis o gangliosidosis.
En casos criptogénicos, no se identifica una causa específica, no hay evidencia de anormalidades en las imágenes cerebrales y el desarrollo psicomotor es normal hasta la aparición de las crisis epilépticas. En los casos sintomáticos, el daño cerebral tiende a ser bilateral, difuso o multifocal, generalmente con daño extenso a la sustancia gris, y comúnmente ocurre en el primer año de vida.
Muy variable. Estudios del sistema H.L.A muestran predominio de H.L.A 7 y ausencia de H.L.A 12.
La manifestación inicial suele ocurrir en la infancia temprana y consiste en atonía del cuello (caída de la cabeza). El desorden se caracteriza por múltiples tipos de crisis: las más frecuentes son crisis tónicas y atonía, aunque a veces se presentan convulsiones tónico-clónicas o mioclónicas.
Se observa debilidad mental, que no suele ser habitual al inicio, sino posterior, y es severa en lo que respecta a inteligencia y personalidad. El sujeto puede ser inestable, hipercinético, agresivo, con alteración de la personalidad psicópata.
EEG ANORMAL.
El Síndrome de Apert se caracteriza por el cierre prematuro de las suturas craneales, lo que provoca una forma puntiaguda de la cabeza y deformaciones en la apariencia de la cara. Es una anomalía craneofacial (cabeza-cara) también denominada Acrocefalosindactilia tipo I. Se producen malformaciones en cráneo, cara, manos y pies, además de diversas alteraciones funcionales que varían significativamente entre los niños.
Durante el proceso de formación de los gametos (células sexuales portadoras de la información genética de los padres), se han identificado mutaciones en un gen en el cromosoma número 10, conocido como «Factor Receptor 2 del Crecimiento Fibroblástico». En este gen, se producen sustituciones erróneas de citosina por guanina, causando un cambio del aminoácido serina por triptófano (s252w; c934g) o de prolina por arginina (s252w; c934g). Estas dos mutaciones son responsables del 99.2% de los casos del Síndrome de Apert. Ambas mutaciones implican cambios en aminoácidos adyacentes a la región de unión del receptor.
Este cambio provoca, al igual que las mutaciones descritas en el gen FGFR2, una mayor avidez por las proteínas que lo estimulan, generando las señales moleculares responsables del cierre prematuro de las suturas craneales.
Las personas con este síndrome presentan una apariencia facial característica, producto de la craneosinostosis. Pueden desarrollar membranas interdigitales completas o una fusión entre el segundo, tercer y cuarto dedos de la mano y de los pies (Sindactilia). A medida que el niño crece, los huesos de las manos y de los pies se fusionan progresivamente, disminuyendo la flexibilidad y el funcionamiento.
El cerebro del recién nacido necesita espacio para su desarrollo, por lo que normalmente las suturas del cráneo están abiertas. La caja craneal es como un puzzle que no se soldará hasta varios meses después del nacimiento, permitiendo al cerebro, de crecimiento muy rápido, adaptarse al cráneo. El volumen cerebral normal se triplica durante el primer año de vida y a los 24 meses la capacidad craneana es cuatro veces la del nacimiento.
La Plagiocefalia puede ser derecha o izquierda dependiendo de la sutura coronal afectada. La deformidad es visible desde el nacimiento y es motivo de preocupación desde los primeros días de vida.
Lo más destacable de frente es el aplanamiento hacia atrás de la mitad del hueso frontal afectado. El diagnóstico es definitivo si la nariz se desplaza hacia el lado contrario. Frecuentemente, el ojo del lado afectado está situado más arriba que el del lado sano. Toda la cabeza, en general, tiende a inclinarse hacia el lado sano.
El Síndrome de Apert se puede confirmar mediante una prueba genética para las mutaciones del gen receptor 2 del factor de crecimiento de fibroblastos. Siempre se deben realizar exámenes auditivos. Una radiografía del cráneo y un examen físico pueden confirmar el diagnóstico de craneosinostosis. Las radiografías de las manos o de los pies son cruciales para determinar la magnitud de los problemas óseos.