Portada » Derecho » Tipos de Copias y Registros Documentales Históricos
El nombre proviene de la fórmula «noverint universo, quod nos X vidimus cartam». Se inserta en otro documento, pero se diferencia de las confirmaciones en que no contempla la renovación jurídica de un documento anterior.
A partir del siglo XV, estos documentos serán sustituidos por los traslados notariales: transcripción certificada cuya autenticidad está avalada por la suscripción y el signo del notario que lo realiza. El documento se introduce con fórmulas de inicio y cierre, transcribiendo íntegramente el texto original.
Se conservan en libros o códices diplomáticos, diferenciándose entre los que proceden del autor (cancillería o registros notariales) y los de los destinatarios (función archivística).
Desde el punto de vista de la autenticidad, los documentos en registros son incuestionables. Son libros destinados a recoger el texto de documentos de una cancillería, inscritos íntegra o abreviadamente poco después de su promulgación.
Los documentos se registran a intervalos, generalmente en orden cronológico. A menudo, solo se mantiene la dirección del protocolo, el dispositivo completo con fórmulas abreviadas y la fecha reducida en el escatocolo. Notas como «mutata» o «fracta» indican posibles alteraciones o anulaciones posteriores al registro.
Los registros facilitan el gobierno y la administración al autor y su cancillería, y protegen a los destinatarios ante la pérdida del original.
Los registros más antiguos son los pontificios, del siglo VIII. En Castilla, se menciona su existencia desde Alfonso VII, aunque no se conservan hasta el siglo XV. Alfonso X legisló sobre el registro en las Partidas. Los Reyes Católicos reorganizaron el registro, creando los primeros registros de hojas móviles.
Destaca el Registro General del Sello en el Archivo de Simancas, con piezas desde 1467. En el siglo XVI, los registros de cancillería se multiplicaron. En el Archivo de la Real Chancillería de Granada, se encuentra un importante fondo del Registro del Sello. En Aragón, el Archivo de la Corona de Aragón posee miles de legajos de registros desde Jaime I.
Identificados con los protocolos notariales, aparecen en Aragón desde el siglo XIII. En Castilla, las Partidas los regulan, ratificado por los Reyes Católicos en 1502. Los registros anteriores al siglo XVI son escasos.
Etimológicamente, cartulario proviene de carta o cártula, sinónimo de documento, y significa colección de documentos.
Los nombres varían según sus características externas: libro, rollo, color de encuadernación (verde, bermellón, blanco), material (becerro) o tamaño (tumbos).