Portada » Filosofía » Descifrando el Análisis de Contenido: Método y Significado
El análisis de contenido es una técnica de investigación que consiste en el estudio de la realidad social a través de la observación y del análisis de los documentos que se crean o producen en el seno de una o varias sociedades. Permite simultáneamente la recolección (a través de la observación) y el análisis de los datos. Como técnica de investigación, comprende procedimientos especiales para el procesamiento de datos científicos, ya que su finalidad es brindar conocimientos, nuevas intelecciones, una representación de los hechos y una guía práctica para la acción. “El análisis de contenido es una técnica de investigación destinada a formular, a partir de ciertos datos, inferencias reproducibles y válidas que puedan aplicarse a su contexto” (Krippendorff).
Piñuel Raigada define esta técnica de la siguiente manera:
“Análisis de contenido se llama actualmente, en sentido amplio, «al conjunto de procedimientos interpretativos y de técnicas de comprobación y verificación de hipótesis aplicados a productos comunicativos o a interacciones comunicativas, que previamente registradas, constituyen un documento, con el objeto de extraer y procesar datos relevantes sobre las condiciones mismas en que se han producido o sobre las condiciones que puedan darse para su empleo posterior».
Intuitivamente, el análisis de contenido podría caracterizarse como un método de investigación del significado simbólico de los mensajes. La mayoría de los expertos probablemente tengan esta idea en mente, y dicha caracterización podría parecer razonable si no fuese por dos connotaciones equívocas que una buena definición debe evitar.
1) Los mensajes no tienen un único significado que necesita desplegarse (la pretensión de haber analizado «el» contenido de la comunicación trasluce una posición insostenible).
2) No es necesario que exista coincidencia entre los significados.
Los mensajes y las comunicaciones simbólicas tratan, en general, de fenómenos distintos de aquellos que son directamente observados. La naturaleza vicaria de las comunicaciones simbólicas es lo que obliga al receptor a formular inferencias específicas, a partir de los datos que proporcionan sus sentidos, en relación con ciertas porciones de su medio empírico. A este medio empírico lo denominamos el contexto de los datos.
Holsti (1969) destaca las siguientes finalidades principales: 1) Describir las características de la comunicación, averiguando qué se dice, cómo se dice y a quién se dice. 2) Formular inferencias en cuanto a los antecedentes de la comunicación, averiguando por qué se dice algo.
Características Esenciales del Análisis de Contenido Cuantitativo
Los tres rasgos definitorios del análisis de contenido están ya presentes en la clásica definición de Berelson: objetividad, sistematicidad y cuantificación de los contenidos manifiestos de la comunicación: La objetividad significa que la idiosincrasia peculiar o los sesgos propios del investigador no pueden afectar los resultados, por lo que si otro analista repitiera el proceso, tendría que llegar a las mismas conclusiones; La sistematicidad significa que los contenidos sometidos a análisis son seleccionados conforme a reglas explícitas y persistentemente aplicadas: la selección de la muestra tiene que seguir un procedimiento normalizado y cada uno de los elementos ha de tener idénticas posibilidades de ser incluido en el análisis. El proceso de evaluación también ha de ser sistemático, tratándose de manera exactamente igual todos los contenidos examinados. Los procesos de codificación y análisis deben estar uniformados. Por último, se entiende un único criterio de evaluación y siempre el mismo se aplicará a lo largo de todo el estudio; La tercera característica es el carácter cuantitativo, ya que el propósito de la técnica consiste en lograr una representación precisa del conjunto de una serie de mensajes. Se suma otro cuarto elemento fundamental: la inferencia de los datos al contexto de referencia. Es el propósito esencial del análisis: realizar a partir de ciertos datos inferencias válidas y replicables que puedan aplicarse a su contexto. La descripción constituye la primera etapa del análisis; la interpretación -la significación acordada de estas características- es la última etapa. Entre ambas se encuentra la inferencia.
Es igualmente importante destacar otros rasgos que distinguen al análisis de contenido: El análisis de contenido no es una técnica intromisiva; El análisis de contenido acepta material no estructurado.
El análisis de contenido es sensible al contexto y, por lo tanto, es capaz de procesar formas simbólicas. El análisis de contenido puede abordar un gran volumen de información.
Según Los objetivos de la investigación: Análisis exploratorios: tienen por objeto una aproximación al diseño definitivo de una investigación. Se desarrollan para testar por primera vez el material de estudio y así resolver los problemas relativos a la elaboración de las categorías más pertinentes que han de configurar el protocolo de análisis; Análisis descriptivos: tienen por objeto, en un marco teórico dado, la identificación y catalogación mediante la definición, tipificación y clasificación de elementos de la realidad empírica de los textos o documentos. La aplicación de una técnica semejante puede ser apropiada en el caso de replantear cambios en algún producto comunicacional;