Portada » Historia » Formación del Estado Franquista durante la Guerra Civil
Al inicio de la Guerra Civil, entre julio y septiembre de 1936, la sublevación se asemejó a un pronunciamiento militar clásico con el objetivo de derrocar al gobierno. No existía un proyecto político común entre los militares sublevados, salvo el de establecer un poder militar que anulase la legislación del Frente Popular y liderase la represión sistemática de los partidarios del gobierno republicano. Esta represión, a diferencia de la del bando republicano, fue organizada por los militares para aterrorizar a la población y vencer su resistencia. La Junta de Defensa Nacional de Burgos, presidida por el general Miguel Cabanellas y controlada por Mola, administró esta política de contrarrevolución y represión. Franco se unió a la junta en agosto, adoptándose la bandera rojigualda como emblema. Junto al ejército se encontraban las fuerzas políticas: los milicianos carlistas del Requeté Navarro y las milicias fascistas de Falange.
El germen del nuevo Estado surgió entre septiembre y noviembre de 1936, cuando Franco fue elegido para ostentar el mando militar y político único con los títulos de Generalísimo y Jefe del Gobierno del Estado Español. El 1 de octubre de 1936, Franco tomó posesión de sus cargos en Burgos. La primera ley que decretó fue la creación de la Junta Técnica del Estado, con siete comisiones similares a ministerios, con sede en Burgos. El cuartel general de Franco se estableció en Salamanca. La sublevación fue calificada de cruzada por la jerarquía católica, apoyando esta a la sublevación y no al contrario, aunque Franco mandó fusilar a sacerdotes vascos afines al PNV. Al liderazgo militar y político se unió el carismático y religioso, convirtiendo a Franco en caudillo (diciembre de 1936).
El proceso de unificación de las fuerzas políticas que apoyaban a Franco se desarrolló entre noviembre de 1936 y abril de 1937. Al percibirse que la guerra sería larga, Franco reconoció la necesidad de un Estado más coherente y fascista, ideado por Ramón Serrano Suñer. Utilizó a los carlistas de la Comunión Tradicionalista, dirigida por Manuel Fal Conde, y a Falange Española de las JONS, liderada por José Antonio Primo de Rivera hasta noviembre de 1936. En diciembre de 1936, Franco militarizó a los voluntarios de ambos partidos. En abril de 1937, aprovechando rencillas internas falangistas, decretó la unificación de falangistas y carlistas en Falange Española Tradicionalista y de las JONS (FET de las JONS), un partido único de modelo fascista. La oposición más relevante fue de Falange, siendo detenido su jefe nacional, Manuel Hedilla.
Entre abril de 1937 y abril de 1939, el poder absoluto de Franco se reforzó con su primer gobierno, compuesto por 11 ministros y constituido en febrero de 1938. Franco, como presidente y jefe del Estado, asumió desde Burgos todo el poder sobre el ejército, el partido, el gobierno y la administración. Aunque la única fuente de poder era Franco, en el gobierno y el partido se perfilaron las familias políticas del futuro régimen, el franquismo. La tarea principal del gobierno fue la elaboración de una legislación reaccionaria: control estatal de la prensa, supresión del pluralismo político, legalización de la pena de muerte, restablecimiento del catolicismo como religión oficial, clericalización de la vida pública y abolición de las medidas laicas de la Segunda República (educación y divorcio). En materia social, se aprobó el Fuero del Trabajo (marzo de 1938), imitando al fascismo italiano, creando las magistraturas de trabajo y los sindicatos verticales. El gobierno también dictó medidas sobre el precio de los cereales.